"El Huracán de Arequito" fue el apodo que eligió la prensa en los '90 para referirse a aquella niña de 15 años que se subió al escenario mayor de Cosquín y marcó un punto de inflexión en la historia del folklore argentino. A pesar de que pasaron casi 30 años de aquel enero de 1996, la fuerza del fenómeno Soledad no mermó: ante un Gran Rex colmado y en el día de su cumpleaños número 45, la santafesina demostró que su llama está igual de incandescente que en su adolescencia.
La Sole presentó su espectáculo Simplemente Soledad, nombre alusivo a la recordada frase del locutor de Cosquín '96 cuando la presentó: "Hay una chica santafesina, de Arequito, que estuvo haciendo ruido en las peñas. Se llama simplemente Soledad. Que sea con suerte, querida", auguró Julio Mahárbiz para dar paso al momento en que toda la Argentina conoció a esa niña y la adoptó para siempre.
La premisa marcada en el título del show se vio plasmada en el recorrido nostálgico que hizo La Sole por su repertorio más antiguo, plagado de chacareras y zambas que ella misma volvió "pop" en los '90. Pastorutti recibió a figuras destacadas en el recinto porteño como a Teté Coustarot, Mirtha Legrand y Teresa Parodi, quien en medio del show improvisó un recitado desde su butaca y se generó uno de los momentos de comunión más palpables de la noche.
Momentos destacados del show de Soledad Pastorutti en el Gran Rex
El recitado improvisado de Teresa Parodi
La compositora y música correntina acudió como público al concierto de Soledad y, ante el pedido de ésta, recitó desde su butaca las palabras que dan inicio a su clásico Cielo de Mantilla, grabado por Pastorutti en su disco Vivir Es Hoy (2015). Tras las palabras de Parodi, La Sole y Milagros Amud -finalista de su team en La Voz- interpretaron con emoción el nostálgico chamamé.
El abrazo con Mirtha Legrand
Hacia el final del show, Soledad bajó del escenario y se acercó a Mirtha Legrand, sentada en una de las primeras filas. Después de una breve charla en la que recordaron cómo se conocieron y se llenaron de elogios, La Sole y La Chiqui se fundieron en un abrazo. "Fue una de las noches más maravillosas de mi vida", se despidió Mirtha.
La sorpresa de Luciano Pereyra
En medio de un "fogón", uno de los guitarristas le preguntó a Soledad si podían tocar Zamba para Decir Adiós, hit que cantó junto a Luciano Pereyra en 2016. "Sí, dale. No hicimos nada de Argentino Luna todavía. Así que sí", soltó La Sole ante el pedido improvisado de su músico. Lo que la artista no sabía era que su colega aparecería con un ramo de flores para cantar esa zamba con ella: "Me mataste, no me la esperaba ni ahí. Persona más buena, más buen compañero no puede ser". Por su parte, Luciano la abrazo y se despidió: "Sigan disfrutando de la República Argentina, que es Soledad Pastorutti".
Natalia, su compañera más fiel
En los últimos años, las hermanas Soledad y Natalia Pastorutti no compartieron tantos escenarios como lo hacían en el pasado. Y pese a que Natalia retomó su carrera solista, en la noche del Rex la reunión familiar se hizo presente. Las hermanas interpretaron juntas clásicos como De Mi Madre, Rosario de Santa Fe, Zamba de Amor en Vuelo y Tren del Cielo. En un momento La Sole se fue de escena y dejó que su hermana se haga cargo de la zamba Sapo Cancionero, que derivó en una ovación del público a "La Nati".
"Feliz cumple, Sole"
Con pañuelos que rezaban esa inscripción alzados y las gargantas enrojecidas por la potencia de sus voces, todos los presentes le cantaron el feliz cumpleaños a su ídola; una postal del amor y la fidelidad que La Sole cosechó en sus casi treinta años de carrera. La complicidad con su público está ilesa y la comunión es siempre la misma: un aura de familia y cercanía muy real sobrevuela en cada encuentro de La Sole con su gente. "Cuántos años juntos, cuándo camino recorrido. Me parece mentira que pasaron casi treinta años de aquella primera vez en este teatro".