El nivel de actividad volvió a caer en abril y dudan del “efecto blanqueo”

Los indicadores privados que anticipan la evolución del nivel de actividad económica estimaron una caída en el nivel de actividad durante abril, que se sumaría al confirmado por el Indec para marzo. El nuevo blanqueo no tendría gran impacto ya que se considera “flojo de papeles” y llega muy cerca del último realizado en 2024. 

22 de mayo, 2025 | 20.11

El nivel de actividad económica registró en abril la segunda caída consecutiva frente al mes previo, en una relación directa con la retracción de los ingresos de los sectores asalariados. En ese contexto, se considera que tendrá poca incidencia el nuevo blanqueo que aprobó por decreto el Gobierno, que además deja muchas dudas legales que podrían demorar cualquier toma de decisión.

“La desaceleración de la inflación en abril respecto de marzo frenó la caída salarial pero no logró aún recuperar la pérdida del poder adquisitivo previa”, evaluó un informe de CP Consultores, a la vez que señaló que mientras los salarios reales se se encuentran estancados, en paralelo, los datos empleo muestran que la mejora de febrero no consolidó un proceso de crecimiento.

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Esa caída de ingresos se refleja en un nuevo retroceso en Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que elabora la consultora Equilibra, que mostró una caída de 0,8% frente a marzo, después del resultado negativo que ya había mostrado en marzo frente a febrero, de 1,8%.

El Gobierno anunció este jueves un nuevo blanqueo de capitales, que esta vez suma una reducción de pedidos de información y la eliminación de cruce de datos para análisis fiscal, en un intento de seducir a tenedores de fondos fuera del sistema legal para que los vuelquen a la actividad económica. Sin embargo, la evaluación en el sector privado es que es muy reciente respecto del blanqueo considerado exitoso del año pasado, donde se bancarizaron más de 22.000 millones de dólares, por lo que es poco lo que puede aportar y en condiciones legales más precarias. 

La actividad económica había mostrados algunos síntomas de recuperación hacia fines del año pasado y en el primer bimestre de este año, pero medidas tomadas por el Gobierno fundamentalmente destinadas a trabar los incrementos salariales volvieron a generar una recesión.

No fue la primera vez que el equipo económico del presidente Javier Milei, el ministro Luis Caputo y su amigo y socio en la actividad privada el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, toman medidas para generar una recesión económica cada vez que se acelera el proceso inflacionario. En esta oportunidad, el detonante de la recesión fueron las primeras versiones sobre los términos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que comenzaron a circular a mitad de marzo y recién se concretaron en abril, con las modificaciones en el régimen cambiario y monetario.

El Gobierno viene incumpliendo uno de los puntos centrales del acuerdo, que tiene que ver con la acumulación de reservas, al no moverse de la decisión de solo intervenir en el mercado de cambios para comprar divisas en el piso de la banda de flotación.

El mercado viene observando con preocupación que el Banco Central siga perdiendo reservas. Si no se cuentan el endeudamiento reciente con el FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y la emisión de deuda del BCRA en Bopreales, la gestión de Milei tienen Reservas Internacionales Netas negativas por 13.035 millones de dólares, una situación peor de cuando llegaron a la gestión.

Las reservas brutas, lejos de crecer como lo pidió el FMI, están en retroceso y cayeron en mayo 864 millones de dólares, pese a que ingresaron en el mes 500 millones de dólares del BID.

El último informe oficial del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec mostró un retroceso de 1,8 en marzo respecto de febrero y una profundización de la desaceleración de lo que se define como “tendencia ciclo” de 0,4 en enero a 0,3 en febrero y 0,2 en marzo, que anticipa el comportamiento de la economía para los siguientes meses.

En Equilibria estimaron para abril un alza del EMAE de 3,5% interanual frente al recesivo 2024, pero advirtieron que “tras registrar en marzo una caída de 1,8% mensual desestacionalizada, en abril dicha serie volvería a caer: -0,8% versus marzo de 2025”. El EMAE excluyendo el sector agropecuario trepó 5% interanual (en marzo había sido más alto, casi 5,6% interanual), aportando 4,4 puntos porcentuales de crecimiento. En cambio, en su medición sin estacionalidad registró una baja de 0,5% el mes pasado.

En el primer cuatrimestre del año la actividad económica mostraría una recuperación de 5,4%  frente al primer cuatrimestre recesivo del año pasado, pero desacelerando el ritmo. El promedio de los últimos tres meses (abril, marzo y febrero) de la serie desestacionalizada arrojaría un estancamiento si se compara con el promedio de los tres meses previos, señaló Equilibria, que aún mantiene una proyección de crecimiento del 5% para 2025.

El indicador anticipado de salarios (CCTs) de CP Consultores mostró en abril una aceleración en la nominalidad de los acuerdos paritarios que se combinó con una desaceleración en la inflación. Esto frenó la caída salarial iniciada en marzo y estancó el poder adquisitivo de los salarios privados mientras los salarios del sector público volvieron a caer en marzo (0,4% real) y continúan 15% por debajo de noviembre de 2023. 

El índice de ayuda estatal, que mide el conjunto de programas sociales, jubilaciones y pensiones, tuvo una nueva caída de 1,4% en abril. Mientras las jubilaciones también volvieron a caer (1,9% la mínima y 1,4% el resto), el dato agregado de la inversión a sectores vulnerables muestra que luego de la caída de 2024, el gasto se estabilizó 9% debajo de noviembre de 2023.