El Gobierno nacional no para de perder reservas internacionales del Banco Central. En su política de no intervención cambiaria, en las últimas cinco jornadas, la autoridad monetaria perdió casi 1000 millones de dólares, lo que representa un 5% del total del último préstamo con el Fondo Monetario Internacional. Esta baja ocurre en un momento donde el BCRA debería estar comprando divisas en el marco de la cosecha gruesa. De todas maneras, los productores tampoco están vendiendo soja.
Las reservas brutas internacionales cayeron por quinta jornada consecutiva y cerraron en 38.304 millones de dólares cuando habían llegado a ubicarse en los 39.279 millones. En total se fueron 975 millones.
En la jornada del último martes, las reservas del Banco Central experimentaron una fuerte caída este martes tras imputarse finalmente el pago de un vencimiento de intereses al FMI por poco más de U$S 600 millones.
Desde que entró en vigencia el nuevo acuerdo, ya hubo un pago por 205 millones de dólares; a lo largo del año restan otras erogaciones con el FMI: US$ 861 millones el 1 de agosto y otro por US$ 883 millones el 1 de noviembre.
La acumulación de reservas también está siendo afectada por el hecho de que el BCRA dejó de comprar divisas tras la salida del cepo cambiario. La autoridad monetaria dijo que mantendrá esa postura mientras el billete se opere dentro de las bandas cambiarias, que al ajustarse de manera divergente a razón del 1% por mes, en mayo estarían fijadas entre los $ 992,50 y los $ 1.410,50.
Pero muchos especialistas advierten que no conviene esperar a que el precio llegue al piso para intervenir y comprar, con el objetivo de hacerse de reservas. En este escenario, las reservas netas solo lograron volver a ser positivas de la mano de los desembolsos del FMI y el BM.
Sin granos de la soja
Aún quedan sin vender 13 millones de toneladas de la cosecha 2023-2024. Esto equivale a casi 3500 millones de dólares guardados en silobolsas.
De este total, 7,7 millones de toneladas estarían en poder de productores para la venta y entrega disponible y otros 5,5 millones se encuentran declaradas como existencias por acopios y la industria.
Tampoco se están vendiendo granos de la nueva cosecha, al menos no con el ritmo de comercialización de otras campañas.
“La cosecha de soja acumula una demora importante, está al 25% cuando debería acercarse al 50%. En reportes anteriores mencionábamos que demoraríamos la venta de soja, avanzando con la de maíz cuyos precios eran una oportunidad. Sostenemos esto, pero los precios del maíz ya cedieron 10 dólares por tonelada en la última semana. Y el temor es que al 30 de junio vuelvan a subir los derechos de exportación”, sostuvo Dante Romano, profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.