A Milei lo sostiene una estructura económica extremadamente concentrada e ideologizada. En las últimas horas, el apuntalamiento llegó del Grupo Elsztain, el mismo que financió su llegada al poder y le brindó las fastuosas habitaciones del Hotel Libertador para la elaboración del DNU 70/23 y el plan de ajuste luego conocido como “motosierra”.
Dentro del sector agroexportador, quienes se están llevando la tajada del león son los grandes grupos concentrados, vinculados tanto a la siembra, el acopio y la exportación (integrados verticalmente en muchos casos). Este sería el caso de la empresa Cresud, propiedad de Eduardo Elsztain, el dueño de IRSA y una vasta red de empresas financieras.
Durante una exposición brindada en la Bolsa de Comercio de Córdoba, Alejandro Elsztain, CEO de Cresud, sostuvo que “el campo argentino vuelve a sentir la alegría de estar en un negocio tan trascendente”. “Creo que están contentos. Yo estoy muy contento”, afirmó, quizás, con una cuota de ironía.
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Luego de esa primera introducción, agregó: “Los números del negocio cierran. Si el productor vendió a 170 dólares la tonelada y sobrevivió, a 270 dólares sí le sigue cerrando. Son márgenes más ajustados, pero son ganancias. Con 3,0 a 3,5 toneladas por hectárea de soja y esos precios, el campo tiene márgenes positivos”. ¿A quién le hablaba Elsztain?
Luego de esas declaraciones, uno de los ingenieros agrónomos de Cresud recibió un mensaje en su teléfono celular, con cierto dejo ¿de chicana? “¿Entonces pueden pagar más alquileres?”, le espetaron al CEO de la empresa. Ni siquiera los subordinados del Grupo confían en las palabras de su jefe. Simplemente, atribuyen esa suerte de “hipérbole de satisfacción” a la construcción de un discurso a la medida de la administración Milei, quizás por coincidencia ideológica.
Las declaraciones de Alejandro Elsztain expusieron que los ganadores del esquema Milei son los actores concentrados, dueños de campos propios, con fuerte capacidad de acopio y un complejo entramado financiero.
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Los números del sector
Si bien durante abril se registró un alza del 17% en las ventas de granos de soja por parte de los productores, la exportación aumentó sus operaciones de comercio exterior en un 60%. Eso se explicó, quizás, por el amplio stock que mantenían en silo bolsas. Es decir, el negocio de la devaluación inicial post acuerdo con el FMI fue captado por el sector industrial, los exportadores y los grandes grupos de siembra con campos propios y fuerte espalda financiera.
Ese incremento del 17% en las ventas de soja registrado a partir de la segunda quincena de abril también se explicaría por las necesidades de los productores de poder costear la compra de insumos para próximas campañas. En esta línea, la consultora Zorraquín – Meneses publicó un informe donde se deja en claro quiénes son los perdedores del modelo económico de Milei y quiénes sus grandes beneficiarios. “Yo estoy muy contento”, aseveró Alejandro Elsztain, cuyo grupo Cresud posee casi 900.000 hectáreas de campo, la misma superficie que todo el Grupo Benetton.
El texto de la consultora Zorraquín – Meneses señaló lo siguiente:
* “El último dólar blend fue de 1129 pesos por dólar y las cotizaciones de los últimos días parecen estabilizarse alrededor de 1200 pesos. Esto impactó en las pizarras, que tuvieron variaciones importantes a lo largo de estos diez días hábiles. Iniciaron los cambios subiendo las cotizaciones en pesos y luego fueron recortando dichas subas y acomodándose a la nueva realidad. Es decir, tuvimos una baja en dólares de las cotizaciones de futuro y un aumento en pesos de las pizarras, que luego recortaron sus cotizaciones, al vaivén del dólar oficial. A su vez hubo un aumento de las tasas de interés”.
- “Como consecuencia de lo explicado, y hasta el momento, se desmejoró la relación insumo/producto, se encareció la financiación bancaria y comercial, aumentaron los costos de estructura en dólares y por ende disminuyó la rentabilidad del negocio”.
- “Si el dólar sigue bajando hacia el piso de la banda de flotación, y se estabiliza en esos valores, el negocio seguirá empeorando, salvo que exista un aumento de precios de los cereales en dólares, haya una disminución de impuestos, se genere una baja en el precio de los insumos, o una baja en los arrendamientos de la próxima campaña”.
- “La campaña actual posee rentabilidades esperadas cercanas a cero, básicamente por el impacto de la seca y la baja de los precios internacionales, dependiendo de la zona y la cartera de cultivos”.
¿Qué festejará, entonces, el CEO de Cresud?
El poder de Elsztain
El dueño de Cresud es Eduardo Elsztain, también el propietario de IRSA. La compañía posee alrededor de 745.000 hectáreas, de las cuales más de 437.000 están en reserva y 307.525 son productivas, tierras distribuidas entre Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay. Según sus balances societarios, también alquila 120.900 hectáreas divididas entre Argentina, Brasil y Bolivia.
Según los últimos datos publicados en su último balance consolidado (con cierre semestral el 31 de diciembre de 2024), Cresud adquirió en 2002 una participación del 19,85% en IRSA; en 2009, aumentó su participación accionaria al 55,64% e IRSA se convirtió en la principal subsidiaria directa de Cresud.
Los principales accionistas de la Sociedad son Inversiones Financieras del Sur S.A., Agroinvestment S.A. y Consultores Venture Capital Uruguay S.A., en forma conjunta. Las mismas son sociedades constituidas y domiciliadas en la República Oriental del Uruguay, cuyo beneficiario final es Eduardo Elsztain.
El grupo también participa del negocio minero. Elsztain, quien ya controlaba la operadora Austral Gold y el proyecto Casposo, también en San Juan, profundizó su influencia en la minería con la adquisición del 12,7% de la australiana Challenger Gold, empresa que lidera el desarrollo de Hualilán. Esta operación, concretada mediante un desembolso superior a los 6,6 millones de dólares australianos, fue anunciada en un comunicado oficial de Challenger Gold.
"La compañía colocó 147.726.678 acciones ordinarias de Inversiones Financieras del Sur (IFISA), parte del Grupo Elsztain, a un precio de 4,5 centavos por un producto neto de 6.647.700,50 dólares australianos", explicó la minera en el comunicado difundido al momento de adquirir la empresa. El empresario asumió el rol de presidente no ejecutivo de la compañía, acompañado por Saul Zang, actual vicedirector de IRSA, como director no ejecutivo.
Más concentración
La fuerte concentración en el sector sojero fue reconocida por la propia Secretaría de Política Económica que septiembre de 2019 (todavía gobernaba el macrismo) publicó un informe sobre la cadena de valor de la oleaginosa.
En ese texto se estableció: “El eslabón primario involucra una gran cantidad de productores con una composición heterogénea, donde se destaca un reducido grupo de gran tamaño que explica cerca del 50% de la producción”.
En el país existen 57.780 productores de soja. Según el documento oficial de septiembre de 2019, el 72% de la cosecha de soja del país estaría en manos del 20% de los productores. Estos son los dueños de los granos y de los dólares, junto a los acopios y exportadores.
¿Quiénes son, entonces, los dueños concentrados de los granos y del negocio de la soja? Los “guardianes de los granos” se encuentran distribuidos entre 1259 empresas, con 2458 plantas de almacenaje. De este total, un puñado de sociedades concentra la siembra, el acopio y la exportación
Según el informe “Soja, el yuyo maldito” elaborado por el Centro de Estudios Agrarios (CEA), los grandes jugadores del sector podrían resumirse en los siguientes nombres:
- Adecoagro (Mariano Bosch), con 210.000 hectáreas de área sembrada.
- Aceitera General Deheza, del ex senador Roberto Urquía y Miguel Acevedo, ex titular de la UIA, con una capacidad de siembra de 200.000 hectáreas y la posibilidad de acopiar 4 millones de toneladas.
- El grupo Lartirigoyen cuenta con 150.000 hectáreas propias de siembra y una capacidad de acopio anual de 2,6 millones de toneladas.
- Con aproximadamente 140.000 hectáreas, se encuentra MSU (Manuel Santos Uribelarrea)
- La empresa Cresud, del grupo Elsztain posee más de 400.000 hectáreas en producción distribuidas entre varios países, dentro de las cuales 130.000 hectáreas sembradas corresponden a la Argentina.
- Y entre los dueños de la exportación aparecen Cargill, AGD, Cofco, ADM, Bunge (fusionada con Viterra), CHS, Dreyfus y Molinos Agro, entre otras.
Aquí, algunos de los nombres que, al igual que Alejandro Elsztain, están contentos con el modelo Milei.