El juez federal Sebastián Casanello procesó al jefe de Seguridad de Nordelta, Ariel De Vicentis, por presunta obstrucción de la justicia a raíz de haber obstaculizado el procedimiento en el cual se ordenó secuestrar los celulares de los hermanos Kovalivker, dueños de la droguería Suizo Argentina e involucrados en el escándalo por las presuntas coimas en la ANDIS.
La decisión se tomó sin prisión preventiva, luego de encontrar evidencia como mensajes vinculados a un "protocolo no escrito que exhibe un modus operandi acerca de cómo no colaborar con las fuerzas de seguridad" en caso de allanamientos, según la resolución.
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