La expectativa de devaluación ya no se puede apaciguar ni con el respaldo explícito y concreto del Tesoro de Estados Unidos. Desde el jueves, cuando el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, anunció la primera intervención a través de bancos privados en el mercado local lleva vendidos dólares baratos –aunque se publicite como “compra de pesos”— un volumen que el mercado estima de 460 y hasta 600 millones de dólares, según la fuente, pese a lo cual la cotización oficial se ubica este viernes en niveles incluso por encima de cuando comenzó la injerencia gringa. La contracara es una bola de pesos que quedó en las arcas del Banco Central, lo que suma presión sobre las tasas de interés.
En apenas tres jornadas las cifras oficiales dan cuenta de una intervención directa de 459 millones de dólares. “Basándonos en información pública, estimamos que el Tesoro estadounidense compró pesos por un monto equivalente a alrededor de 140 millones de dólares el jueves pasado y a alrededor de 199 millones el miércoles, un total de aproximadamente 339 millones entre esas dos jornadas”, señala un informe de la consultora 1816.
Este jueves, sobre el final de la rueda, el Citi envió una comunicación a sus clientes en la que confirmó, que las estimaciones oficiales la ubican en 120 millones de dólares, aunque en el mercado aventuran un valor mayor. “Actualización de FX: Acabamos de ejecutar operaciones al contado de USD/ARS en nombre del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en el mercado local”, publicó el Citi este jueves. Este viernes, antes de que comenzaran a operar los mercados, Bessent informó que están operando también en lo que se denomina contado con liquidación.
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Según afirmaron las fuentes del mercado, las operaciones se realizaron a través del banco Santander, quien las ejecutó por cuenta y orden del Tesoro estadounidense. Pese a la intervención de este jueves, el valor de la divisa volvió a la senda alcista y el mercado está dispuesto a absorber los dólares que se pongan en la mesa. Los mesadineristas aseguran que se mantiene una demanda privada de 300 millones de dólares diarios en atesoramiento y otros 300 millones de parte de los importadores.
De qué sirvió la injerencia de EE.UU.
En términos de expectativas, nada. Pese a un primer impacto en los mercados tras el anuncio de venta de dólares del Tesoro estadounidense, el precio de la divisa volvió a su tendencia alcista y se cotiza en la variante oficial en 1.485 pesos, por encima del jueves de la semana pasada. Pese a que los funcionarios del Gobierno y los burócratas norteamericanos aseguren que el tipo de cambio es el correcto, el mercado descuenta algún tipo de suba en el precio de la divisa luego de las elecciones del 26 de octubre, sin importar el resultado.
De todos modos, la presencia foránea le dio aire al Banco Central, que hasta el jueves de la semana pasada venía rifando divisas a un ritmo exponencial. En una maniobra desesperada, el equipo económico que lidera el ministro de Economía, Luis Caputo, negoció con un puñado de grandes cerealeras una ventana de retenciones cero a cambio de que le aporten unos 7.000 millones de dólares.
Las cerealeras liquidaron poco más de esa meta, pero la mala praxis libertaria impidió que el Tesoro aprovechara ese ingreso extraordinario y compró poco más de 2.200 millones, una cifra no muy lejana a la que podría haber ido adquiriendo en meses normales (promedio de 2.667 millones hasta agosto) sin quita de retenciones. De esta manera, el beneficio no fue redituable y ahora el Gobierno enfrentará un escenario de escasez de divisas.
Hasta la presencia del Tesoro de Estados Unidos en la plaza cambiaria, el Tesoro argentino llevaba vendido un 63 por ciento de los 2,200 millones que le compró al campo. Las ventas rondaron en apenas cinco días los 1.400 millones de dólares en los últimos cinco días. A este ritmo, los dólares del Tesoro argentino, con un Banco Central imposibilitado de intervenir por el acuerdo con el Fondo Monetario, no alcanzaban a cubrir la demanda hasta los comicios.
El impacto en las tasas de interés
“De las cifras oficiales deducimos que los pesos de Estados Unidos quedaron en el BCRA, sin ser parte de la base monetaria, lo que contribuyó a la falta de liquidez de esta semana, que llevó a la tasa a 1 día interbancaria a un promedio de 157 por ciento de tasa nominal anual”, detalla el informe de 1816.
La presión alcista en las tasas comenzó a principios de octubre. El Tesoro vendió muchos dólares en el spot (cerca de 2.000 millones de dólares) y tanto el Ministerio de Economía como el BCRA vendieron muchos bonos dólar linked en el mercado primario y secundario (cerca de 5.500 millones de dólares).
“Ahora todo se mezcla con las intervenciones de Bessent”, sostiene la consultora. Desde el 9 de octubre, con la tasa de caución ya promediando siempre más de 45 por ciento por día, parece razonable estimar, de acuerdo con el informe de la consultora, que los pesos que le colocaron al BCRA a una tasa de 25 por ciento en la rueda de fue nulo, o al menos un monto macroeconómicamente irrelevante.