EEUU escaló la guerra comercial con China para aislarla y forzar un mundo bipolar

Trump subió solo a China los aranceles extraordinarios, mientras que al resto del mundo se los bajó, en una maniobra que pareció querer generar un mundo asimilable al de la Guerra Fría con el surgimiento de dos bloques de poder político, militar y económico con claras áreas de influencia. En paralelo, surgen sospechas por el movimiento bursátil.

09 de abril, 2025 | 20.01

El presidente Donald Trump decidió este miércoles moderar la suba generalizada de aranceles a las importaciones a todos los países excepto China, a quien en cambio se los subió, una jugada que disfrazó de triunfo de su política pero que esconde la vocación de reeditar el mundo bipolar poniendo a Estados Unidos a la cabeza de Occidente con Japón incluída.

La forma de operar del presidente Trump despertó suspicacias en ambientes financieros, por la alta volatilidad que registraron los activos, como acciones y bonos, que dejaron rentas extraordinarias con pocas horas de diferencia entre que se adelantaba una decisión, muchas veces por las redes sociales, y se la llevaba a la práctica. La volatilidad registró fluctuaciones tan extraordinarias que en etapas más normales de la vigencia de las instituciones seguramente habilitarían investigaciones de la SEC, la comisión de valores de Estados Unidos, para determinar si hubo manejo de información privilegiada.

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“No tengo pruebas, pero tampoco dudas, hoy Trump hizo millonarios a varios, antes de sacar el comunicado diciendo qué iba a hacer. La SEC urgente debería chequear quién compraba en baja y si vendió automáticamente con el alza”, describió una fuente de El Destape al analizar el impacto en los mercados.

En la red social “X”, la cuenta personal de Trump, @TrumpDailyPosts, adelantó que “debido a la falta de respeto que China ha mostrado hacia los mercados mundiales” aplicaría un impuesto adicional a China para llevar el arancel a 125% “con efecto inmediato” y señaló que “en algún momento, ojalá en un futuro próximo, China comprenderá que la época de estafar a Estados Unidos y a otros países ya no es sostenible ni aceptable”.

En el mismo posteo, anunció que dejaba en pausa por 90 días los aranceles extraordinarios y quedaban vigentes uno general de 10%, “considerando que más de 75 países han convocado a representantes de Estados Unidos, incluyendo los Departamentos de Comercio, Tesoro y el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), para negociar una solución a los temas en discusión en materia de comercio, barreras comerciales, aranceles, manipulación cambiaria y aranceles no monetarios, y que estos países no han tomado represalias de ninguna manera contra Estados Unidos”.

La verdadera estrategia de EEUU detrás de su guerra comercial

Con esta última decisión, y a partir de declaraciones de los funcionarios de la administración Trump, la idea de jugar con los aranceles fue una simple provocación a China para que reaccione replicando la suba de aranceles y quedando imposibilitado de acceder al mercado estadounidense y en posición desventajosa para negociar preferencia con otros bloques de Occidente, como la Unión Europea.

El primer ministro chino Li Qiang intentó generar un diálogo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con la idea de que ambas administraciones podrían “brindar mayor estabilidad y certidumbre a la economía mundial”. Está por verse el resultado de las negociaciones comerciales de Trump con la UE, pero seguramente incluirán el compromiso europeo de subir los aranceles a China para reservarles mercados a los estadounidenses.

“No permitiremos que nadie le arrebate al pueblo chino su legítimo derecho al desarrollo. No toleraremos ningún intento de socavar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China”, dijo el portavoz de la Cancillería china. El problema que enfrentan es la falta de reciprocidad de los bloques económicos de Occidente, incluso en su área de influencia.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent,  anticipó que las primeras negociaciones arancelarias serán con Vietnam y Japón sobre la base del arancel global del 10%, pero también con la idea de que dejen aislada a China.
La ofensiva de Trump sobre el gigante asiático también volvió sobre la concesión que ejercen sus empresas del canal de Panamá. “Estados Unidos debería dejar de buscar pretextos para intentar controlar el Canal de Panamá. Los compromisos y las concesiones no protegen la soberanía ni generan respeto, sino que solo envalentonan al abusador”, volvió a expresarse en las redes sociales la Cancillería asiática.

Panamá, sin embargo, avanza en revisar las concesiones y en privilegiar la relación con Estados Unidos. “Como he dicho en el pasado, nadie crea tanta influencia para sí mismo como @POTUS (la cuenta oficial del presidente de Estados Unidos en la red social “X”)”, dijo este jueves miércoles Bessent al comentar la decisión de retroceder en el tema arancelario.

Bessent consideró un tema de “seguridad nacional” el “recuperar el control de las cadenas de fabricación, producción y suministro de suministros y recursos críticos” que actualmente se producen en China y planteó el fin del modelo de financiarización de la economía que le dio poder a Wall Street con el argumento de que eso mejorará el nivel de vida.

“Durante las últimas cuatro décadas, Wall Street se ha enriquecido más que nunca. Y puede seguir creciendo y prosperando. Pero durante los próximos cuatro años, le toca a la gente común. Es el turno de la gente común de contratar trabajadores. Es el turno de la gente común de impulsar la inversión. Y es el turno de la gente común de restaurar el sueño americano”, dijo el funcionario al hablar en el American Banker Association.

China no respondió aún a esta nueva escalada, que la deja como una de las cabezas de la nueva globalización, pero restringida a su área de influencia, con Rusia e Irán como las economías más importantes, y esperando ver la jugada del resto de los Brics, como India, Brasil y Sudáfrica, que por ahora solo esperan.