El triunfo electoral en CABA también es de Georgieva

El respaldo financiero del Fondo Monetario Internacional fue decisivo para evitar una crisis cambiaria en plena campaña. Con dólares frescos, el gobierno de Milei logró estabilizar el dólar y contener la inflación, condiciones clave para llegar con competitividad electoral a las urnas. La directora del FMI, Kristalina Georgieva, también cosechó su victoria.

21 de mayo, 2025 | 00.05

Las elecciones legislativas de la Ciudad de Buenos Aires han tenido diversas evaluaciones sobre el triunfo del candidato de Javier Milei. Una que no fue considerada en forma inmediata, pese a la evidente influencia que tuvo en la definición del clima económico en el que los porteños concurrieron a las urnas, fue el papel determinante que tuvo el Fondo Monetario Internacional.

En marzo pasado, el programa económico de Milei estaba rumbo al colapso, con pérdidas abultadas y constantes de reservas internacionales del Banco Central. El régimen cambiario de ajuste mensual del 1% era insostenible y la especulación en el mercado anticipaba un desenlace traumático.

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Cuando el gobierno liberal-libertario estaba cayendo en el abismo, el largo brazo financiero del FMI lo rescató de la catástrofe con un aporte insólito de miles de millones de dólares. 

Fue una asistencia escandalosa porque la entregó a un país que registraba una deuda de 44.500 millones de dólares, que era, y lo sigue siendo, el principal deudor del organismo y que, al analizar la proyección de acumulación de dólares en relación al stock de pasivos externos, es insolvente.

Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional, del mismo modo que lo hizo con el gobierno de Mauricio Macri, intervino en la política electoral doméstica sin realizar una estimación técnico-financiera para definir el desmesurado crédito de 20.000 millones de dólares.

El voto de la búlgara Georgieva en las elecciones argentinas

El FMI tuvo una participación estelar en la campaña electoral. En realidad, fue obscena, desde la convocatoria a votar por la fuerza política de Milei, realizada por la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva. 

Sin importar la veda que impone el estatuto del organismo respecto a la intervención en la política interna de los países miembros, en una conferencia de prensa, en la última asamblea conjunta del FMI-Banco Mundial, Georgieva señaló que “domésticamente, el país irá a elecciones en octubre próximo y es importante que no se descarrile la voluntad de cambio. No vemos ese riesgo que se pueda materializar, pero urgimos a la Argentina a mantener el rumbo”. 

Georgieva habrá pensado que no era suficiente o que no había quedado claro el mensaje, por lo que repitió la consigna proselitista de Milei; “Argentina ha demostrado que esta vez es diferente”, 

Pocos días después de haber impulsado otro préstamo desproporcionado a la Argentina, revelando que el Fondo no aprendió nada del grosero error cometido con el gobierno de Macri, destacó “la determinación para encaminar la economía de manera sólida” que tiene el gobierno de Milei.

El crédito millonario del Fondo Monetario Internacional permitió que Milei haya enfrentado las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires sin sobresaltos económicos.

Una evaluación contrafáctico

Sin precisar la fragilidad y la contabilidad creativa aplicada por el equipo económico en variables macroeconómicas clave, la titular del FMI indicó que “se pasó de un déficit a un superávit, de una inflación de dos dígitos a bajar al 3,0% en febrero, de una pobreza superior al 50% a una actual de alrededor de 37%.

A diferencia del fiasco de su antecesora, la francesa Christine Lagarde, con el también crédito político a Mauricio Macri para fortalecerlo en la campaña presidencial de 2019, la primera apuesta electoral de la búlgara Georgieva fue exitosa. El camino hacia las elecciones de octubre tiene algunas paradas previas relevantes, y una de ellas fue la de legisladores de la Ciudad de Buenos Aires.

Los dólares del FMI y, en especial, la modificación del régimen cambiario, al flexibilizar los rangos de variación del tipo de cambio, fueron el salvavidas financiero y también político arrojado al gobierno de Milei. 

El análisis contrafáctico no es útil como herramienta política-electoral, pero sirve, en algunas ocasiones, para ilustrar la influencia de variables importantes en un contexto inestable. La evolución del dólar y de la tasa de inflación son determinantes del humor social y, por lo tanto, de la definición del escenario sociopolítico previo a las elecciones.

El salvavidas del Fondo Monetario

Dólar e inflación controlados son las dos principales banderas electorales de Milei, y el FMI le dio las herramientas para, por lo menos, evitar los respectivos desbordes y disputar en forma competitiva las diferentes elecciones hasta octubre próximo.

Un mercado cambiario tranquilo, además de un dólar atrasado, es un activo político relevante para retener el voto de los sectores medios y altos. Y así fue en la ciudad hegemonizada, hasta ahora, por el macrismo.

Los antecedentes de comicios realizados con movimientos bruscos del dólar o inflación desbocada muestran que no les fue bien en las urnas a los oficialismos. 

No es una novedad la toma de posición política del FMI, demostrado en los montos elevados de los créditos entregados a Macri y Milei, respectivamente. En sentido opuesto, estuvo el retiro del apoyo financiero a los gobiernos de Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa, acelerando ambos colapsos económicos.

La evolución del dólar y de la tasa de inflación son determinantes del humor social y, por lo tanto, de la definición del escenario sociopolítico previo a las elecciones.

Esta vez el FMI ganó la apuesta electoral

El crédito del Fondo permitió que Milei haya enfrentado las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires sin sobresaltos económicos, se prepare para las siguientes, en especial la de las Provincias de Buenos Aires, y esté en condiciones de ser competitivo en la general de octubre en una situación bastante más favorable.

Sin esos dólares, el panorama para el oficialismo hubiera sido crítico. 

Milei pudo llegar a las elecciones de mayo en CABA con estabilidad cambiaria e inflación más elevada que la prevista para estos meses, teniendo en cuenta las anclas cambiarias, salarial y de tarifas, más la apertura importadora, pero sin desbordes de precios. 

El gobierno, a partir de estos activos económicos facilitados por el crédito del FMI, nacionalizó los comicios al plantear “Adorni es Milei” y, abiertas las urnas el domingo pasado, Georgieva puede mostrar que ella también se anotó un triunfo electoral.