El Gobierno sigue endeudando al BCRA, ahora para beneficiar a multinacionales

El Gobierno profundizará el endeudamiento del Banco Central, ahora por US$5.000 millones entre una emisión de Bopreal y otro crédito REPO, que destinará en parte a dar financiar a las multinacionales que se llevan baratos los dólares del país. Toda la deuda que toma Milei condicionará al próximo gobierno.

16 de abril, 2025 | 15.41

El Banco Central emitirá un bono de deuda por US$3.000 millones para que las multinacionales puedan girar dividendos al exterior y se comprometió a tomar otro crédito de bancos internacionales por US$2.000 millones, en una política que busca abaratar el costo de fugar divisas del país a costa de condicionar a las próximas gestiones que deberán enfrentar esos vencimientos de deuda.

El proceso de endeudamiento del Banco Central empezó apenas asumió la gestión Javier Milei, con la emisión de US$10.000 millones y luego este año, lo amplió en US$1.700 para entregar como garantía del primer crédito REPO por US$1.000 millones.Así, en menos de un año y medio de gestión, el BCRA se endeudará en unos US$18.000 millones, que se suman al endeudamiento del Tesoro de US$20.000 millones con el Fondo Monetario Internacional y otros US$6.100 millones con otros organismos internacionales. Sin tener acceso a los mercados internacionales de deuda, la administración de Milei se endeudó por unos US$50.000 millones.

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Toda esta emisión de deuda apunta a generar una oferta en el mercado de cambio que genere una apreciación del peso para abaratar la salida de capitales del país, tanto la que realizarán en forma legal las empresas por el giro de utilidades o el pago de deuda con sus controlantes, como las empresas extractivistas que se llevan los commodities desde el petróleo o los minerales hasta la producción agropecuaria. 

También la fuga que concretarán los fondos de inversión a través de operaciones financieras sin ninguna actividad en la economía real.

Por ahora, el Gobierno sigue generando condiciones para que salgan los capitales flexibilizando el cepo y financiando con deuda, mientras no aparece ningún proyecto de inversión genuina ni aún con las desmedidas ventajas del programa Rigi.

El nuevo bono

La nueva emisión de Bopreal se concretará para “ordenar los pagos de los stocks heredados de deudas comerciales anteriores al 12 de diciembre 2023, dividendos y servicios de deuda comercial y financiera retenidos con entidades vinculadas”, informó el BCRA.

Se estima que por utilidades y dividendos se mantienen “atrapados en el cepo” unos US$6.000 millones, aunque la emisión será por la mitad, de multinacionales que vienen presionando para que se libere ese giro a sus embajadas, quienes transmiten la presión a sus gobierno y terminan presionando en el directorio del Fondo Monetario Internacional, para que se incluya esa obligación como parte del acuerdo.

Es decir que el giro de utilidades es otra de las condiciones que le impuso el FMI para salvar el gobierno de Milei y el ministro Luis Caputo de entrar en un colapso financiero por la gestión de la economía en el primer año.

La nueva emisión, como las anteriores, se suscribirá en pesos lo que significará una menor monetización y obligará a los bancos a subir la tasa de interés con la que remuneran los plazos fijos para garantizar liquidez en una combinación que genera recesión presente y problemas a futuro para juntar los dólares para responder por los bonos.

La emisión de Bopreal “reduce la demanda potencial de dólares en el mercado oficial en el corto plazo, pero al mismo tiempo incrementa la deuda en moneda extranjera del Banco Central. Esto implica que, en los próximos años, el Banco Central deberá acumular un volumen suficiente de reservas internacionales para hacer frente al vencimiento de esos títulos”, evaluó Alfredo Schclarek Curutchet, profesor Universidad Nacional de Córdoba e investigador Conicet.

“Si bien esta medida puede aliviar tensiones cambiarias inmediatas, también agrava el déficit cuasifiscal del Banco Central, pero en dólares y no en pesos, lo cual representa un riesgo significativamente mayor. Esta configuración eleva la probabilidad de que el Banco Central enfrente dificultades para cumplir con sus obligaciones en moneda extranjera”, añadió. 

A mediano plazo, “la sostenibilidad de esta estrategia depende críticamente de la capacidad de acumulación de reservas, lo cual será difícil de lograr si persiste el atraso cambiario que desalienta las exportaciones de bienes industriales —en particular hacia Brasil— y, al mismo tiempo, estimula las importaciones y el turismo en el exterior” advirtio evaluó Schclarek Curutchet.

“Se sigue emitiendo deuda en dólares sin tener claro de dónde van a salir los dólares para repagar. Parece que todo se solucionó pero no es así, se trasladó la tensión para después de las elecciones y ahora incluso con la posibilidad de los fondos golondrinas de venir por seis meses y salir justo antes de los comicios”, consideró Pablo Ferrari, economista de la UNdAv. “Y nadie sabe qué va a pasar el día después”, advirtió.