A las puertas de una recesión, la apertura importadora golpea de lleno a la industria

En agosto, volvió a caer el uso de la capacidad instalada. Los sectores más golpeados fueron el textil, la industria automotriz y neumáticos. La apertura importadora tiene sus costos. También avanza el desempleo. 

16 de octubre, 2025 | 00.05

La recesión avanza. Durante el octavo mes del año, la utilización de la capacidad instalada en la industria se ubicó en el 59,4%, un nivel inferior al registrado en el mismo período del año pasado (61,2%). El efecto de la apertura indiscriminada de las importaciones golpeó de lleno en la industria textil, la fabricación de neumáticos e incluso tiró para abajo la producción nacional de automóviles.

Como correlato de este proceso de industricidio – que se da en medio de una volatilidad de mercado financiada por el Tesoro norteamericano-, el empleo no repunta. Según la consultora Vectorial, desde el inicio de la gestión Milei se perdieron 205.456 puestos de trabajo registrados.

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La caída en la utilización de la capacidad instalada durante agosto se vincula con el derrumbe del 4,4% en la producción industrial manufacturera para el mismo período. La recesión autoinflingida de la administración Milei mantiene a la industria prácticamente paralizada, donde solo la refinación de petróleo da cuenta de un crecimiento alejado de los vaivenes macroeconómicos del país.

En cuanto a los diferentes sectores industriales, los que estuvieron por debajo del promedio general en el uso de su capacidad instalada fueron los productos minerales no metálicos (58,5%), industria automotriz (53,3%), edición e impresión (50,9%), productos del tabaco (46,9%), metalmecánica excepto automotores (44,4%), productos de caucho y plástico (42,1%) y productos textiles (41,5%).

El golpe importador

De acuerdo al último informe del Indec, los productos de caucho y plástico presentaron en agosto un nivel de utilización de la capacidad instalada de 42,1%, inferior al registrado en el mismo mes de 2024 (48,7%), “como consecuencia de los niveles más bajos de fabricación de neumáticos y de manufacturas de plástico”. Según el IPI manufacturero, la producción de neumáticos dio cuenta de una disminución de 39,8% y las manufacturas de plástico, de 5,3% con respecto al mismo mes del año anterior.

¿Qué fue lo que ocurrió? La producción cayó como consecuencia de la apertura importadora. Entre enero y agosto de este año, el rubro “Chasis, partes y neumáticos” de la Balanza Comercial demandó 5300 millones de dólares de importaciones, un alza del 23,1% interanual.

La industria automotriz también se vio afectada. Según el Indec, en agosto la utilización de la capacidad instalada sectorial fue de 53,3%, inferior al 59,9% del mismo período de 2024. Esto se relaciona con la merma en la producción de las terminales automotrices.

En agosto, la producción y la exportación de automóviles volvió a desplomarse por segundo mes consecutivo, según los datos de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA). El desplome fue del 13% interanual, en la que supone la segunda caída consecutiva tras la baja de un 16% interanual en julio.

Las cifras del último informe de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA) revelan que en agosto más de un 60% de los autos vendidos fueron importados. En lo que va de 2025, un 49% de las unidades vendidas en el país provinieron de Brasil, contra solo un 42% fabricadas en Argentina. En 2024, al contrario, el 58% de los autos vendidos habían sido fabricados localmente, contra un 34% elaborados en Brasil.

Pero sin dudas, uno de los sectores más afectados durante el octavo mes del año fue la industria textil. “La motosierra vino por nosotros. Han venido a destruir el corazón de la actividad productiva del país, es decir, a su industria”, había manifestado Hubo Benítez, secretario general de la Asociación Obrera Textil de la República Argentina (AOTRA), durante una conferencia de prensa organizada por la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA).

Los productos textiles registraron un nivel de utilización de la capacidad instalada de 41,5%, inferior al registrado en el mismo mes del año anterior (50,4%), como consecuencia de los menores niveles de producción de tejidos y de hilados de algodón.

De acuerdo con un informe de la Fundación Pro Tejer, entre diciembre de 2023 y junio de 2025 se registraron 11.500 despidos y el cierre de 380 empresas vinculadas a la confección, el calzado y la indumentaria. La producción cayó un 14,5% en comparación con el mismo período de 2023, reduciendo la utilización de la capacidad instalada a niveles mínimos históricos.

El sector más castigado fue el de los productos textiles, con una caída del 18,1%, seguido muy de cerca por el de los productos de metal, que retrocedió 18,0%. Las prendas de vestir, cuero y calzado completaron el podio de los sectores con peor desempeño en agosto con una contracción del 14,1%. En estos rubros, particularmente en textiles y vestimenta, la caída de la producción local puede explicarse por el incremento sustancial del consumo de bienes importados, favorecido por un tipo de cambio que aún resulta conveniente para este tipo de compras como resultados de los diferenciales en los costos que presenta la industria nacional respecto a la extranjera”, explicaron desde la consultora Vectorial.

La recesión

La Fundación Capital (Martín Redrado) vaticinó para el tercer trimestre del año una caída de la economía de 0,8% en relación con el segundo. “A las tensionadas jornadas en materia cambiaria y financiera, se comienzan a suceder datos rojos en la actividad económica que terminan de confirmar que la recuperación en forma de “V” quedó muy atrás. A la retracción del PBI de 0,1% t/t en la medición sin estacionalidad del segundo trimestre, se adiciona la baja estimada para el tercero de 0,8% t/t, entrando así en recesión técnica”, puede leerse en su último informe. Es decir, el PBI habría ingresado en recesión técnica en el tercer trimestre del año.

Estos datos poseen su correlato en el desempleo y la precarización laboral. Según los datos analizados por Vectorial, entre enero y septiembre de este año se habrían entregado 112.000 prestaciones por desempleo, uno de los niveles más altos de los últimos diez años, solamente superado por la motosierra del 2024 y la crisis macrista de 2017.

En lo que va de la era Milei, se perdieron 205.456 trabajos registrados; trabajadoras y trabajadores que se quedaron en la calle o pasaron a alimentar el ejército de la informalidad laboral, otra de las formas de disciplinamiento del programa de ajuste llevado adelante por el secretario de Economía, Luis Caputo (el ministro es Scott Bessent, titular del Tesoro norteamericano).