El Congreso boliviano protagoniza una trifulca por los acuerdos sobre el litio con China y Rusia

04 de julio, 2025 | 04.12

El ministro de Energía de Bolivia fue rociado con agua y cubierto de basura el jueves, cuando estalló el caos en el Congreso durante un debate sobre los controvertidos contratos de litio con empresas chinas y rusas que podrían suponer inversiones por valor de unos 2.000 millones de dólares.

Fue un nuevo estallido de la creciente tensión en torno a los esfuerzos de Bolivia por acelerar la inversión extranjera para explotar sus reservas de litio, que se encuentran entre las mayores del mundo.

Diputados de la oposición y otros leales al expresidente Evo Morales interrumpieron la sesión de la Cámara Baja, en la que el ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, intentó defender los contratos pendientes.

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"Están tratando de estafarnos", dijo el diputado opositor Daniel Rojas, uno de los que se oponen a los contratos que dicen son desfavorables para el Estado, y exigen que se aseguren beneficios para Bolivia antes de vender el litio.

La sesión del jueves derivó en forcejeos, empujones, gritos y lanzamientos de pilas de papeles por parte de parlamentarios a los líderes del Congreso.

Las imágenes de video mostraron a una diputada de la oposición, María Salazar, forcejeando con otro diputado, mientras que un parlamentario arrancó más tarde un paraguas a un dirigente de la cámara que lo utilizó para intentar repeler los lanzamientos.

A la protesta se sumaron legisladores y dirigentes cívicos de la región de Potosí, rica en minerales y sede de los vastos yacimientos de litio de Bolivia.

"Le advertimos a (al presidente) Luis Arce Catacora (y) al presidente de la Cámara de Diputados, (que) de continuar insistiendo con ese tratamiento ilegal e inconstitucional, se van a encontrar con una población movilizada"", dijo la diputada opositora Lissa Claros.

Los manifestantes dijeron que temían que los acuerdos no beneficiaran a las comunidades locales y causaran daños medioambientales.

"Queremos las condiciones para que la gente del lugar, más de 50 y tantas comunidades que están alrededor del salar, tengan vida digna", dijo Alberto Pérez Ramos, presidente del Comité Civico Potosinista (COMCIPO).

"Lo que le interesa al Gobierno son sus bolsillos, nada más."

Con información de Reuters