El Centro Nueva Tierra y la Secretaría de Derechos Humanos de La Rioja anunciaron la 4° edición de los Premios Angelelli, un reconocimiento que distingue la trayectoria y militancia de referentes comprometidos con la memoria de los asesinados durante la última dictadura militar y con la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
El encuentro se realizará el próximo 28 de agosto, a las 18.30 horas, en la Casa de la Provincia de La Rioja, ubicada en Avenida Callao 745, en la Ciudad de Buenos Aires. La iniciativa busca fortalecer la memoria colectiva, generar puentes entre generaciones y poner en valor las experiencias de quienes continúan el camino marcado por Monseñor Enrique Angelelli.
Entre los premiados de este año se destacan Martín Biaggini, docente e investigador universitario; Fernanda Miño, referente social; las Hermanas Dominicas de Moreno por su acompañamiento a jóvenes en el proyecto “Juntos Abriendo Caminos”; el ex canciller Jorge Taiana; el periodista y militante de los derechos humanos Néstor Busso; el fotógrafo Pablo Grillo; el sacerdote y educador popular Eduardo Farrell; los trabajadores y trabajadoras del Hospital Garrahan; el profesorado “Pueblos de América”; la Sala de la Memoria de Chamical; y el médico Carlos Trotta, por su labor en la Franja de Gaza.
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El legado de Angelelli, el cura riojano asesinado en dictadura
El 4 de agosto de 1976, el cuerpo del obispo riojano Monseñor Enrique Angelelli fue encontrado al costado de la Ruta 38, camino a la capital provincial. La camioneta en la que viajaba dio varias vueltas antes de que saliera expulsado. Su acompañante, el entonces vicario episcopal Arturo Pinto, sufrió numerosos golpes y perdió la conciencia, pero sobrevivió. Cuando la policía encontró el cuerpo de Angelelli, estaba llamativamente dispuesto sobre la tierra. Ambos regresaban de Chamical, donde, 15 días antes, los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias habían sido secuestrados, torturados y asesinados. Angelelli, quien había oficiado la misa de su entierro el 22 de julio, llevaba consigo documentos para esclarecer estos crímenes. Lo que inicialmente se presentó como un accidente automovilístico fue confirmado en 2014 como un homicidio premeditado.
A casi 50 años de su martirio, la figura de Angelelli sigue siendo un faro de esperanza y resistencia en La Rioja. Su compromiso con los pobres y su valentía frente a la opresión lo convirtieron en un símbolo de los derechos humanos, cuya influencia se refleja en iniciativas como el Plan Angelelli y en la memoria colectiva de la provincia.
Enrique Ángel Angelelli Carletti nació en Córdoba el 17 de julio de 1923, hijo de inmigrantes italianos. Ordenado sacerdote en 1949 tras estudiar en Roma, fue nombrado obispo de La Rioja en 1968 por el papa Pablo VI. Inspirado por el Concilio Vaticano II y la Conferencia de Medellín, Angelelli adoptó un enfoque pastoral centrado en los más desfavorecidos. Promovió cooperativas y sindicatos para trabajadores rurales, mineros y empleadas domésticas, desafiando las estructuras de poder locales. Su lema, "un oído en el pueblo y otro en el Evangelio", encapsulaba su compromiso con la justicia social.