Índice de Gini: Formosa está entre las tres provincias con mayor igualdad económica

Un reciente informe del INDEC, correspondiente al cuarto trimestre de 2024, destacó que en Formosa la brecha entre los ingresos más altos y más bajos se mantuvo relativamente estable.

01 de mayo, 2025 | 13.00

Según un informe elaborado por la consultora Politiké, a partir de los datos publicados por el INDEC correspondientes al cuarto trimestre de 2024, el aglomerado Formosa se ubica entre los tres con menor desigualdad en la distribución del ingreso a nivel nacional, y lidera el ranking en la región del NEA. El análisis se basa en el Índice de Gini, herramienta que permite medir el grado de equidad en la distribución del ingreso total familiar.

Este resultado, destacaron desde la consultora, cobra relevancia en un contexto nacional signado por la caída del poder adquisitivo producto de las políticas de ajuste del Gobierno de Javier Milei. A pesar del impacto generalizado, en Formosa la brecha entre los ingresos más altos y más bajos se mantuvo relativamente estable, lo que sugiere una estructura económica más equilibrada en términos distributivos.

El informe también reveló un dato alentador para la provincia: Formosa fue una de las jurisdicciones con mayor crecimiento del empleo registrado en la construcción durante febrero de 2025. Según cifras oficiales, el sector a nivel nacional mostró una leve recuperación intermensual del 1,4%, mientras que Formosa, junto a San Luis, alcanzó un notable aumento del 11,2%. Esto se traduce en la creación de más de 250 nuevos puestos formales en la provincia en un solo mes, en contraste con la paralización de la obra pública observada en otros distritos.

La situación nacional

Por otro lado, a partir de los datos del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), el informe advirtió sobre el deterioro de la participación de los asalariados en el ingreso nacional. Entre 2016 y 2024, la productividad promedio por trabajador cayó un 13%, mientras que los salarios reales descendieron un 24,1%.

La pérdida acumulada de ingresos laborales respecto de la productividad fue estimada en 164.052 millones de dólares. Sólo durante el primer año de gestión de Javier Milei, los asalariados habrían perdido más de 33.900 millones de dólares, lo que demuestra una transferencia significativa de riqueza desde el trabajo hacia el capital, según Politiké.

El informe también abordó el resultado fiscal del Gobierno nacional. En marzo de 2025, el sector público registró un superávit financiero de $398.909 millones, una cifra que, a primera vista, muestra equilibrio en las cuentas públicas. Sin embargo, Politiké advirtió que al incluir los intereses acumulados por instrumentos como las LECAPs y las LEFIs, el resultado sería negativo, dado que esos pasivos financieros capitalizaron $5,1 billones, es decir, casi 13 veces el superávit registrado.

En paralelo, se evidenció un ajuste sustancial en partidas sociales esenciales: los subsidios económicos cayeron un 44%, los programas alimentarios y sociales un 41%, las asignaciones familiares un 12% y los gastos operativos del Estado un 8%.

El equilibrio fiscal de Formosa

Según los informes recientes de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales (DNAP) y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) sobre deuda pública provincial, Formosa tiene uno de los niveles de endeudamiento más bajos de la Argentina, con un stock de deuda de $25.217. Este logro no es casual, sino el resultado de una administración que entiende que el equilibrio fiscal es la base para un Estado presente y transformador, según sostiene el Gobernador formoseño en cada uno de sus discursos.

Cabe destacar que la relación entre deuda e ingresos provinciales es de solo el 1,4%, lo que refleja de forma concreta el impacto positivo de una política económica que evita el endeudamiento estructural. Estos indicadores no son cifras aisladas, sino una objetivo estratégico alcanzado por la actual gestión formoseña.

En el actual contexto de retirada y abandono por parte del Gobierno Nacional, donde se transfiere a las provincias una mayor cantidad de responsabilidades sin los recursos correspondientes, el orden fiscal cobra aún más relevancia. Esta realidad impone una presión creciente sobre las administraciones provinciales, que deben dar respuesta a una demanda social en aumento con recursos cada vez más escasos.