El secretario general de la Asociación Obrera Textil de La Rioja, Juan Pablo Luján, advirtió que la industria textil atraviesa una crisis sin precedentes como consecuencia de las políticas económicas impulsadas por el Gobierno nacional, con un escenario “de total incertidumbre”, similar a "los años 90”.
En comunicación con medios locales, Luján expresó su preocupación por la apertura indiscriminada de importaciones, la eliminación de aranceles y el recorte de funciones del Estado en la regulación laboral. “Trabajar el día a día es lo más complejo que existe. Un día se pierden 10 puestos, al siguiente 30, y al otro pueden ingresar tres. Este descontrol es inaudito”, remarcó.
El dirigente también apuntó contra la política salarial impulsada por el Ejecutivo nacional. Señaló que, pese a haberse alcanzado acuerdos paritarios con la Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA), el Gobierno se niega a homologarlos si superan ciertos porcentajes. “Esto empobrece aún más a los trabajadores, porque los acuerdos salariales no se aplican. El Estado, en lugar de equilibrar las fuerzas, interviene para debilitar aún más a los sectores más vulnerables”, denunció.
Uno de los aspectos más alarmantes tiene que ver con la cobertura de salud. Luján confirmó que los trabajadores del sector están sin obra social por falta de pago y suspensión del servicio. “Desde 2023 los medicamentos aumentaron casi un 700%, y los trabajadores apenas obtuvieron un 30% de aumento en año y medio. Se suspendieron tratamientos vitales como los oncológicos, para personas con HIV o incluso la colocación de stents. El daño no es al sindicato, es a la gente”, afirmó.
Según datos del gremio, en La Rioja son alrededor de 2.200 los trabajadores afectados directamente por esta situación, sin contar los afiliados al Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA), lo que amplía el universo de impacto. “No hablamos solo de trabajadores, hablamos de familias enteras”, remarcó el sindicalista.
En un intento por contener los despidos, desde la Asociación Obrera Textil se solicitó aplicar medidas paliativas como la suspensión temporal y la reducción de jornadas laborales, con el objetivo de evitar el cierre de fuentes de empleo. “Se trabaja codo a codo con el Gobierno Provincial, las empresas y los sindicatos. Pero aun así, el año pasado se perdieron alrededor de 400 puestos de trabajo en el sector. Es caótico”, lamentó.
Finalmente, Luján aseguró que el polo textil riojano, una de las principales fuentes de empleo de la provincia, se encuentra al borde del colapso si no se revierten las políticas nacionales que atentan contra la producción local. “Nos están llevando a un círculo vicioso del que no podemos salir, y si esto continúa, el impacto será devastador para miles de familias trabajadoras”, concluyó.