De Oesterheld a Francisco: la salvación requiere de todos

09 de mayo, 2025 | 15.19

El impacto de “El Eternauta”, una serie que nos refleja, arraigada en la cercanía, en escenarios conocidos que están a la vuelta de la esquina, en nuestra manera de resolver los problemas con ingenio, picardía y alambre, nos habla también del hambre que hay en la sociedad por ser parte de algo más grande, que trascienda las fronteras del yo.

La obra de Oesterheld llevada a la pantalla por primera vez repica fuerte en el vacío que nos dejó la partida del papa Francisco. Nuestro querido padre Jorge usó su paso por este mundo para dejar testimonio de que la felicidad está en la entrega por los demás y en el amor a aquellos que nada tienen.

El contraste con el proyecto político dominante en la Argentina, que hace del individualismo atroz y del “sálvese quien pueda” un credo, es nítido. El gobierno de Javier Milei encarna la exaltación del “yo” por encima del “nosotros”. La lógica de mercado aplicada al conjunto de la vida social convierte los derechos en mercancías y a las personas en números. Bajo la bandera de la libertad, se impone una libertad para pocos, mientras la mayoría queda desamparada

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Es irreconciliable pensar que el que está al lado es un competidor y un enemigo con las ideas de que el héroe debe ser colectivo, que todos en algún momento jugamos nuestro rol para el bien de la sociedad como enseña “El Eternauta”, y con los preceptos que Francisco dejó en la encíclica “Fratelli Tutti”.

"Reconocer a cada ser humano como un hermano o una hermana y buscar una amistad social que integre a todos no son meras utopías. Exigen la decisión y la capacidad para encontrar los caminos eficaces que las hagan realmente posibles. Cualquier empeño en esta línea se convierte en un ejercicio supremo de la caridad. Porque un individuo puede ayudar a una persona necesitada, pero cuando se une a otros para generar procesos sociales de fraternidad y de justicia para todos, entra en «el campo de la más amplia caridad, la caridad política»", nos dice el Papa en este documento publicado en 2020.

El testimonio que encarnó en su existencia el padre Jorge es la contracara de ese fenómeno ultraderechista, individualista, liberal, capitalista, feroz, que Milei impone y que provoca cierta fascinación en el mundo cuando se refiere a la Argentina.

Detrás de las aventuras de Juan Salvo, Favalli y los demás, subyace el testimonio de la tragedia argentina. El creador de la historieta, sus cuatro hijas (dos de ellas, embarazadas) y tres yernos de Oesterheld fueron detenidos - desaparecidos durante la última dictadura.

La militancia política en la escuela secundaria me llevó a conocer a Marina, una de sus hijas. Se acercó a la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) debido a que el responsable de la organización en la zona de San Isidro había sido novio de una de sus hermanas. Ella tenía dos años menos que yo.

Al concluir mis estudios quedé como coordinador de la UES en el bajo San Isidro. Con Marina hicimos muchas actividades en la zona y así trabamos una amistad muy fuerte. Por aquellos años, compartimos un campamento en la zona donde después se levantaría Ostende. Estuvimos cuatro días en carpa realizando varias acciones.

A través de Marina conocí a otras de sus hermanas. Y también a su padre. Tengo la suerte de haber sido nombrado en el libro familiar, contando la experiencia de Ostende y el vínculo con ella. Por eso, el destino trágico que tuvieron que enfrentar me dejó muy conmovido. Lo mismo me pasa cada vez que recuerdo a otros compañeros y compañeras que fueron desaparecidos durante el Proceso.

El sentido es lo que está en juego hoy en la Argentina. O nos salvamos entre todos o no salimos. Es la pelea de lo social contra lo individual, del individualismo que se vuelve sobre su ombligo a una solución entre todos.

Desde el lugar de los trabajadores de las universidades nacionales, planteamos que el conocimiento no se construye en soledad. Como el protagonista de la historieta, cada trabajador Nodocente, docente y estudiante es parte de una trama mayor. Defender la educación pública es también defender la idea de que sólo el pueblo salvará al pueblo. Porque, como dijo Oesterheld y hoy repiten las calles: nadie se salva solo.