El embajador estadounidense designado por el presidente Donald Trump para la Argentina, Peter Lamelas, quedó en el foco de la polémica por sus declaraciones de apoyo al gobierno de Javier Milei y las críticas al peronismo y, especialmente, a Cristina Fernández de Kirchner, sobre quien dijo que se asegurará de que "reciba la justicia que merece". Con una carrera en el rubro de la salud, sector fuerte en el estado de Florida, y un historial de masivas donaciones electorales al Partido Republicano, Lamelas aparece como un caballito de batalla de Trump para América Latina.
Que Trump designe a Lamelas en un país hispanohablante no es casual: cuando era niño, emigró junto a sus padres de Cuba, cuya revolución triunfó cuando el hoy funcionario tenía, tan solo, un año de edad. "Peter es un médico, filántropo y un hombre de negocios increíble, mejor conocido por fundar la compañía de atención médica de urgencias más grande de Florida. Cuando era niño, Peter y su familia huyeron de la Cuba comunista y emigraron legalmente a Estados Unidos, comenzando desde cero y logrando el sueño americano", escribió el presidente estadounidense en la red social Truth cuando lo designó.
Desde la Revolución Cubana, Estados Unidos adoptó una política de apertura migratoria hacia quienes se iban del país gobernado por Fidel Castro, aceptándolos aunque estuvieran en la plataforma marítima estadounidense. Fue en ese contexto que llegó la familia de Lamelas. En 1995, Bill Clinton acordó con el gobierno cubano aceptar solamente a quienes tocaran tierra y, en 2017, el ex presidente Barack Obama revocó la política y decidió que Estados Unidos trataría a los inmigrantes cubanos igual que a los de otros países. "Cubano de nacimiento, estadounidense por la gracia de Dios", dice la primera línea del perfil de Linkedin de Lamelas, frase que explica a la perfección su visión sobre el sistema político de Cuba.
El vínculo con Trump y su camino hasta la embajada
Diversos medios estadounidenses explicaron que el vínculo de Lamelas con el Partido Republicano no es solamente de afiliación, sino que también actuó de donante en el pasado. Cuando Trump lo designó como embajador el 11 de diciembre de 2024, el medio de comunicación Político lo describió como un "donante habitual" de la campaña del magnate que es presidente por segunda vez. Según el sitio Open Secrets, que rastrea las donaciones a las campañas, Lamelas envió en 2024 cientos de miles de dólares a la postulación de Donald Trump.
Lamelas, recibido como médico en 1981, fundó en 2005 la empresa de atención médica de urgencias privada Now Urgent Care, que con el paso de los años fue tomando preponderancia en Estados Unidos, hasta que se convirtió en la red de servicios de emergencia más grande de Florida, y luego vendió.
En 2001, el entonces gobernador de Florida, Jeb Bush, designó a Lamelas en la Junta Médica del Estado de Florida, junto a otros cuatro médicos, para completar el equipo del ente encargado de regular la práctica de la medicina en Florida. Luego, la Junta lo eligió vicepresidente, ademá de su cargo de presidente del Comité de Normas y Legislación.
Al anunciar su postulación para la embajada estadounidense en Argentina, que el Senado todavía no confirmó, Trump añadió en Truth: "Anteriormente lo designé para que formara parte de la Junta de Revisión de la Medalla al Valor del Departamento de Justicia, que honra el coraje de los increíbles socorristas de nuestra nación. Ha sido miembro de la Junta de Medicina de Florida y comisionado municipal en Manalapan, Florida".
Sus dichos sobre Argentina y el repudio del arco político
Ante el Senado estadounidense, Lamelas dio esta semana varias definiciones sobre su visión, y la del gobierno de Trump, sobre el rol que la embajada debe tener en el país. "Hay 23 provincias y cada una de estas tiene su gobierno por separado que pueden negociar con fuerzas externas, con los chinos o con otros para venir y hacer proyectos en esa provincia en particular. Y eso, además, da lugar a la corrupción de parte de los chinos", expresó.
Pero sus intenciones no se quedaron en meramente comerciales, ya que agregó: "Mi rol también será salir al interior y asegurarnos de estar alerta a la corrupción y apoyar a Milei y su gestión en todo lo que se refiere al bombardeo a la AMIA y asegurarse de que Cristina Fernández de Kirchner reciba la justicia que merece".
Los repudios a las declaraciones no tardaron en llegar: primero fueron la senadora de Unión por la Patria (UP) Juliana di Tullio y el diputado del socialismo Esteban Paulón. Después se sumaron declaraciones de más dirigentes, incluidos de otros partidos, y hasta de la propia Cristina Fernández de Kirchner, quien escribió en X: "Queda claro que a Trump, al igual que a Milei y al FMI, lo que les molesta es la democracia argentina: les molesta que el pueblo vote a quien quiera. Siempre supimos que Milei necesita supervisión y acompañamiento profesional de algún tipo… pero no era exactamente este". "Como verás… nada nuevo bajo el sol. Hace exactamente 80 años era Braden o Perón. Ahora es… Lamelas… o Argentina. Vos elegís", añadió CFK.
A los cuestionamientos al embajador elegido por Trump se sumó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. "Un enviado diplomático no puede comportarse como si fuera un tutor de las políticas soberanas del país que lo recibe. Es una violación del derecho internacional y una falta de respeto a nuestra dignidad nacional. Las expresiones del señor Lamelas evocan las épocas más oscuras de injerencia de los Estados Unidos en la vida democrática de nuestra región. Estas declaraciones no son un exabrupto aislado", escribió Kicillof en su cuenta de la red social X, en un texto que tituló "Lamelas go home", y sumó: "Incluso se permite opinar (¿estará opinando o ejerciendo presión?) sobre la absurda condena que pesa sobre Cristina Fernández de Kirchner. Resulta evidente que aquel fallo primero se escribió en inglés".