El planteo del espacio Patria Grande de Juan Grabois de si no convendría que los sectores que componen Fuerza Patria vayan en opciones separadas a las urnas antes de rearmar una unidad forzada de contenido indefinido vino a ponerle picante a la inscripción de alianzas electorales, que vence en diez días. En el caso de las elecciones en la ciudad de Buenos Aires, desde el PJ advierten que ir con listas separadas para diputados podría resultar perjudicial y que en el reparto se perdería una banca. En tanto, en Provincia, más complicado aún porque significaría resignar anticipadamente la posibilidad de triunfo. El debate quedó instalado.
Un dato a tener en cuenta es que los cierres de alianzas y de candidaturas nacionales operarán el 7 y el 17 de agosto, respectivamente. Es decir, antes de las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, cuyo resultado podría ser orientador para saber dónde estaba parado el peronismo en este momento. Esa guía no estará y habrá que tomar decisiones en un papel en blanco. La idea mayoritaria es que la coalición con eje en el PJ adopte a nivel nacional la denominación Fuerza Patria, más allá de que luego en las provincias le agreguen alguna variante. "Todavía no lo tenemos definido", aclaró José Mayans en El Destape Radio. Como vicepresidente primero del PJ Nacional, el senador formoseño pasó a ocupar la presidencia en lugar de Cristina Kirchner. Lo supeditó a una resolución del Consejo justicialista. En verdad, principalmente está en manos de CFK.
En la CABA, el peronismo va por la renovación de mandatos de un senador y tres diputados, con la posibilidad de sumar otro diputado. El gran interrogante será saber si deberán enfrentar a una alianza de La Libertad Avanza y el Pro o si las fuerzas de derecha irán por separado. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, es la apuntada a encabezar la lista violeta como candidata a senadora y gran favorita para ganar. Fuerza Patria irá por el segundo lugar con la ambición de repetir el 28% de Leandro Santoro en la elección de legisladores de mayo, aunque es difícil. "Hoy tenemos entre un 20 y un 22%", revelaba un experimentado dirigente del peronismo porteño esta semana. Es casi seguro que el camporista Mariano Recalde será quien encabece la oferta para renovar su mandato en la Cámara alta. También, que Fuerza Patria sumaría tres espacios que en mayo fueron por separado: el de Guillermo Moreno, el de Juan Manuel Abal Medina y el de Claudio Lozano. En conjunto, alcanzaron alrededor del 3,5%.
Para la boleta de diputados hay varios nombres en danza. Matías Lammens, Carlos Heller o el propio armador Juan Manuel Olmos, en cuanto a candidatos hombres, y Gisela Marziotta, Victoria Montenegro, Lucía Cámpora o Delfina Rossi, como posibles mujeres. Ofelia Fernández era otro de las opciones que se mencionaban como muy probables. Esta semana, Ofelia abrió el debate a marcar que, para ella, el peronismo no debería ir unido y se tendría que abrir el juego a la presentación de listas por fuera, con características programáticas más definidas que la de forzada unidad. El formato de boleta única de papel (BUP) que se utilizará por primera vez en todo el país da la posibilidad de no presentar candidato a senador y habilitar una boleta "corta", solo a diputado, como plantea Ofelia, sin dividir el apoyo a Recalde.
Un problema de esta división es el reparto de bancas por el sistema D'Hont. "Si sacamos el 25% con Fuerza Patria podrían entrar cuatro diputados. Si dividimos en 14 y 11%, o algo parecido, entrarían dos y uno", comentaba un dirigente porteño. En un análisis por la positiva, una opción más combativa con Ofelia atraería votos de izquierda que, caso contrario, podrían ir al FIT que con Myriam Bregman como candidata, es posible que la reúna una cantidad interesante de votos. De más está decir que esta propuesta disruptiva y cuestionadora de la unidad puso de mal humor a dirigentes del peronismo porteño, cuya preocupación pasa reunir la mayor cantidad de apoyos posible bajo el paraguas de Fuerza Patria. Entre ellos circulaba una entrevista a Grabois de apenas tres meses atrás en la que se ofrecía como mediador entre Cristina y Axel Kicillof para que se unieran y derrotaran a Milei.
Por eso, más allá de la validez de los argumentos expuestos por Ofelia, había en el peronismo quienes imaginaban que se trataba de una presión para asegurarse los lugares en las listas. De hecho, esta misma semana, el diputado Itai Hagman planteó que Grabois era la mejor opción para encabezar una boleta de unidad en la provincia de Buenos Aires. También deslizó que, caso contrario, Grabois -quien ya avisó que será candidato sí o sí- podría también encabezar una lista por afuera de Fuerza Patria. "Sumaríamos más diputados al Frente", insistían en Patria Grande. De todos modos, aseguraban que no era un planteo de "rosca" o de mantemática legislativa, sino político. "Le damos a la gente otra opción, especialmente a los desencantados que no quieren seguir votando lo mismo", argumentaban.
Sin demasiado debate, el Congreso suspendió las PASO y dejó a las coaliciones sin una vía de resolución de sus diferencias. Las listas se deciden en una mesa, con incompatibilidades difíciles de asimilar. Por ejemplo, la de Grabois con Sergio Massa, con quien mantiene conocidas diferencias. El ex candidato presidencial repite a quien lo consulta que ya decidió no presentarse, pero desde el Frente Renovador no dejan de postularlo como la mejor opción para encabezar la lista. Difícil que lo hagan sin el aval de Massa. La cuestión es que si Massa llegara a encabezar la boleta, Grabois no aceptaría ir por debajo y viceversa, el ex ministro de Economía no consentirá quedar por detrás del líder de Patria Grande. La opción sería las listas diferenciadas.
El problema pasaría por dejarle servida a La Libertad Avanza la victoria en la provincia de Buenos Aires. En caso de que la suma de las dos listas separadas diera por arriba, el peronismo podría decir que en verdad ganó la elección. Lo mismo si entre las dos boletas obtuvieran más diputados que LLA. Pero el oficialismo es favorito a ganar en todo el país -así lo indican las encuestas- y facilitarle las cosas en la provincia de Buenos Aires, principal distrito nacional, no parecería la estrategia más inteligente para el peronismo. Quedan unos diez días para resolver la cuestión.