La interna libertaria sumó otro capítulo. En un año cargado de negociaciones, cierres electorales, diferencias a la hora de pensar la estrategia y cruces visibles entre las patas de mayor poder dentro del gobierno, una de las personas más cercanas a Karina Milei quedó en la mira. Se trata de Eduardo “Lule” Menem, asesor de la secretaria general de la Presidencia y diagramador del planteo electoral libertario en distintas provincias.
La del 2025 será la primera elección que los violeta enfrentarán como partido político y como gobierno, por lo que todos los test tendrán una relevancia notoria. El primero de ellos fue desaprobado. En Santa Fe, el 13 de abril, los libertarios quedaron a más de 20 puntos del oficialismo local, que tampoco tuvo la mejor performance.
Para esos comicios, los primeros, Santiago Caputo, uno de los vértices del triángulo de hierro, había recomendado no participar de forma activa. No tuvo éxito. Esta es una de las principales diferencias a la hora de encarar los desafíos en las urnas. El asesor presidencial no quiere cosechar derrotas, mientras que el karinismo prefiere marcar presencia.
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El revés electoral no fue la única mala noticia para “Lule” Menem. Hace unos días, en Misiones, el presidente del partido libertario a nivel local, y hombre de confianza del armador karinista, Adrián Núñez, enfrentó acusaciones y pedidos de renuncia por pedir un porcentaje del salario de los empleados de ANSES y PAMI como modo de financiar la campaña violeta. El hombre de Karina, que supo trabajar durante décadas en el Congreso, ejerce un poder casi absoluto en ambos organismos.
La denuncia tomó estado público después de que se conociera una carta firmada por 22 funcionarios libertarios misioneros exigiendo la devolución de los fondos retenidos durante los meses de enero y febrero. Según denunciaron, Núñez les solicitó el 10% de su sueldo “para ser depositados en una cuenta particular”, por lo que le reclamaron el reintegro dado que “tal práctica no se condice con los lineamientos y la transparencia que pregona nuestro partido” a nivel nacional.
En Santa Cruz, ocurrió algo similar. Allí, Sergio Torres, jefe del PAMI en Caleta Olivia, denunció penalmente al presidente del partido libertario, Jairo Guzmán, por solicitar aportes partidarios a una médica auditora. Básicamente, le pidió que aportara “para el alquiler”. El escándalo surgió tras la filtración de un chat entre Torres y Guzmán, al que luego se le sumó un audio en el que este último le recordaba al primero que “todos tienen que poner”.
Las desprolijidades libertarias no terminan allí. En Buenos Aires, Fernando Carrera, un dirigente matancero que responde al armador local Sebastián Pareja y, por elevación, al propio Menem, quedó envuelto en un autorrobo.
Según el parte policial, el referente denunció el hurto de un bolso con dinero en efectivo, un celular y un juego de llaves que se encontraban en su camioneta. El problema fue que las cámaras de seguridad de la zona no registraron ninguna maniobra cerca de su vehículo durante el lapso de tiempo mencionado ni se evidenciaron signos de violencia en las puertas o ventanillas.
La Libertad Avanza atraviesa un momento de compleja convivencia. En las últimas horas, se profundizó la interna entre dos de las tres patas más poderosas del gobierno, Karina y Santiago Caputo, especialmente después de que éste opacara, en la breve semana atravesada, a Manuel Adorni en dos oportunidades.
Tan difícil es la situación que una dirigenta de Junín, Marina Biagetti, denunció que la expulsaron del partido “por decir que soy de Las Fuerzas del Cielo”, organización referenciada en Caputo. Lo hizo, según manifestó, “el coordinador” del espacio en ese distrito, “Alberto Pascual, que responde a Sebastián Pareja".