El rol de la UCR en el pacto PRO - LLA bonaerense y el análisis lapidario de un histórico

Ricardo Alfonsín aseguró que para hacer radicalismo hay que competir por fuera de la estructura partidaria. El referente cuestionó al PRO y su falta de respeto propio, al disponerse a acordar con LLA en la provincia. Las tres ramas de la UCR en Buenos Aires.

28 de mayo, 2025 | 00.05

El acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires abrió el interrogante sobre la participación de la UCR en ese pacto, del que aún se desconocen los detalles más finos. En el partido centenario conviven distintas ramas, todas con posiciones poco unificables en este escenario pero ,según advirtieron los presidentes de los partidos amarillo y violeta, existen conversaciones con intendentes boina blanca.

La UCR bonaerense quedó en una situación bastante excepcional luego de la elección interna partidaria del año pasado. Ante distintas denuncias cruzadas por fraude, se decidió una conducción colegiada entre el armado de Martín Lousteau y el sector de Maximiliano Abad.

Para el lousteauismo, este acuerdo partidario significó una victoria hacia dentro del armado provincial y esperan poder hacer algo de contrapeso frente a la pretensión, sospechada por todos, de que Abad y su discípulo, Miguel Fernández, tienen ganas de acordar con el gobierno.

Pero no son las dos únicas ramas de la UCR, ya que Facundo Manes también emprendió un nuevo camino por fuera del aparato centenario y la Capital Federal podría tener otras tantas fugas para complicar la propuesta boina blanca en las elecciones nacionales de octubre.

Ricardo Alfonsín, de apellido pesado para el partido centenario, consideró que “si querés hacer radicalismo, tenés que pelear desde afuera”. El ex diputado nacional se desafilió del partido centenario el año pasado y hoy integra un nuevo frente bonaerense que no tiene intenciones de ganar en las elecciones, pero sí de aportar para cambiar la correlación de fuerzas en el Congreso que, gracias a los acompañamientos del PRO y la UCR oficial, es favorable al gobierno.

Para el dirigente, el principal desafío de esta elección será lograr que ingresen “más diputados progresistas que los que puede poner la derecha. Y cuando hablo de la derecha, me refiero no solamente a La Libertad Avanza, que en todo caso es la ultraderecha. Me refiero también al PRO, que cada vez se corre más hacia ese extremo. Me refiero a los votos, a los legisladores que puede poner la Unión Cívica Radical, que perseveran en el error que cometieron en el 2015 de transformarse en una fuerza que expresa la derecha en la Argentina, y algunas fuerzas que integran Encuentro Federal”.

Según Alfonsín, quienes “tuvieron responsabilidad de conducir el partido lo han llevado a esas posiciones. Es decir, han dejado de ser radicales”, porque para toda fuerza política lo más importante son las ideas, los principios y los valores que se traducen en programas de gobierno. Pero, detalló el referente, desde el 2015 la UCR se encargó de defender “programas que nada tienen que ver con nuestra razón de ser, expresando a sectores de la sociedad que pueden ser muy respetables, pero que no son los que nosotros nacimos para representar”.

Para el dirigente, si la UCR todavía no pactó con Javier Milei es porque el propio Javier Milei no está dispuesto a acordar con el espacio. Pero vaticinó acercamientos en Córdoba, en Corrientes (donde, como contó El Destape ayer, todavía hay canales de diálogo abiertos para lograr un entendimiento), en Mendoza (donde Alfredo Cornejo enfrenta el gran desafío llamado Luis Petri), como ya ocurrió en el Chaco.

Desde el Frente Amplio por la Democracia, integrado por diversas fuerzas políticas como Libres del Sur y FORJA, no descartan un acercamiento a Unión por la Patria. Pareciera medio lejano un entendimiento con Facundo Manes, a cuyo entorno Alfonsín cuestionó por haberlo criticado tras su alejamiento el año pasado, tomando ellos la misma actitud en la actualidad.

Alfonsín también se mostró muy crítico del PRO, con quien la UCR compartió frente electoral hasta hace un año y medio. El macrismo “no pone ningún límite, ni siquiera el límite que debería imponer por el autorrespeto. Las cosas que (Milei) le ha dicho al PRO, bueno, deberían ser un obstáculo para que se conforme una alianza” entre ellos. “Si no te respetan, no te respetan, ¿y qué creen, que después va a ser distinto? Va a ser igual”.