Chau celulares: por qué no hay que usarlos como despertador, según expertos en salud

Muchos médicos y expertos de la salud alertan sobre los peligros de usar el celular en la cama y la costumbre de utilizarlos como alarma.

06 de mayo, 2025 | 16.14

El celular se ha integrado de manera tan profunda en nuestras vidas que hoy resulta una herramienta esencial tanto en el ámbito laboral como en el recreativo. No obstante, a pesar de sus innumerables ventajas, el uso excesivo de la pantalla puede acarrear consecuencias negativas para nuestra salud, afectando especialmente esferas tan sensibles como el descanso nocturno y el equilibrio mental.

La exposición continua a la luz de los celulares, el estrés derivado de la conectividad permanente y la modificación de nuestros hábitos cotidianos pueden desencadenar efectos que, si bien no siempre son evidentes de inmediato, se manifiestan de forma notable a largo plazo. Uno de los efectos adversos más comunes asociados al uso del celular es su impacto negativo en el sueño.

De esta manera, las notificaciones incesantes, la luz azul emitida por las pantallas y la costumbre de utilizar el dispositivo justo antes de dormir perjudican la calidad del descanso. El cerebro, en lugar de relajarse, se mantiene en un estado de alerta, lo que obstaculiza el proceso natural de conciliación del sueño reparador.

Con el tiempo, esta alteración de los ciclos de sueño puede traducirse en fatiga crónica, episodios de ansiedad e incluso trastornos del estado de ánimo. Y en este contexto, surge una pregunta crucial al considerar los efectos del celular en nuestra salud. Este hábito, que muchos consideran inofensivo, podría ser uno de los principales causantes de alteraciones en el sueño, comprometiendo así nuestra salud general.

El celular como despertador: un hábito bajo la lupa

La costumbre de emplear el celular como despertador se ha generalizado, pero son pocos los que se detienen a pensar en las repercusiones que esto puede tener sobre la calidad del sueño y la salud mental. Según la plataforma Cuidate Plus, mantener el celular en la mesita de noche no es una acción inocua, ya que puede generar interferencias en el descanso y alterar el ritmo natural del sueño.

Fuertes alertas por el error de usar el celular como despertador y los efectos negativos en la salud.

Aunque se percibe como una opción práctica y funcional, el inconveniente principal reside en que la mayoría de los usuarios no adoptan las precauciones necesarias para mitigar sus efectos perjudiciales. Uno de los factores determinantes que afecta el sueño es la exposición a la luz azul de las pantallas. Esta luz interfiere con el ritmo circadiano al inhibir la producción de melatonina, la hormona encargada de inducir el sueño.

Como consecuencia, el inicio del descanso se retrasa, se incrementa la alerta durante la noche y disminuye la sensación de haber descansado al despertar. Adicionalmente, el uso del celular antes de acostarse puede promover el síndrome de retraso de fase, una condición en la que las personas tienden a dormirse cada vez más tarde, lo que genera un déficit crónico de sueño.

Las implicaciones de un sueño deficiente en la salud

Diversos estudios han demostrado que esta alteración del ciclo del sueño puede impactar negativamente el rendimiento cognitivo, la memoria y el estado de ánimo, elevando el riesgo de desarrollar trastornos como la ansiedad y la depresión.

Otra práctica extendida es la de posponer la alarma múltiples veces antes de levantarse. Si bien puede parecer una táctica para prolongar el descanso, los expertos advierten que interrumpir el sueño de forma repetida impide alcanzar una fase de descanso verdaderamente reparador, lo que se traduce en fatiga y una disminución del rendimiento durante el día.

Además, el sonido persistente de la alarma puede provocar un incremento en los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto hace que el despertar sea más abrupto y genere una sensación de agotamiento matutino. Para eludir estos problemas, se aconseja optar por un despertador convencional y mantener el celular fuera del dormitorio o, como mínimo, activar el "modo descanso" o "no molestar" para reducir las interrupciones nocturnas.