Cerró una histórica fábrica de galletitas y dejó a los empleados en la calle

La empresa le comunicó a los empleados que la decisión era irreversible y con efecto inmediato. 

28 de septiembre, 2025 | 13.34

En medio de la crisis económica que generó el gobierno de Javier Milei, una reconocida e histórica fábrica de galletitas cerró sus puertas y dejó en la calle a todos sus trabajadores.

La empresa Tía Maruca informó a los operarios de la planta de Chascomús el cierre de manera definitiva y con efecto inmediato, lo cual dejó sin su fuente de ingresos a 27 personas.

La firma comunicó a los trabajadores que "no estaban despedidos" sino que pasarían a una etapa de negociación de compensaciones económicas, lo cual a los fines prácticos es casi lo mismo. 

Los empleados comentaron que se realizó un vaciamiento de la planta con camiones retirando materia prima e insumos mientras se dirigían a una audiencia en la sede del Ministerio Provincial de Trabajo por el atraso del pago de aguinaldos

"Rechazamos firmemente estas políticas que condenan a nuestros trabajadores y trabajadoras a la desocupación", manifestaron a través de un comunicado desde la CGT regional y sostuvieron que lo sucedido con la fábrica es un grave indicador de la crisis que atraviesa la región.

Además, apuntaron contra el gobierno de Javier Milei por las políticas económicas que generaron la caída del consumo y la crisis en la producción y subrayaron: "Nuestra solidaridad con los compañeros que se quedaron sin su trabajo en forma abrupta e injustificada, sumiendo a sus hogares en la incertidumbre y la angustia".

Tía Maruca frenó la producción en San Juan

Este cierre de la fábrica de Chascomús no es un caso aislado dentro de la realidad que vive Tía Maruca, ya que atraviesa un duro momento financiero que la llevó a un concurso de acreedores que fue homologado este año. 

Además, la empresa en agosto paralizó la producción de la planta de San Juan, mientras los trabajadores reclamaban la demora en el pago de los sueldos a los 300 empleados que desarrollan sus tareas en esa fábrica.

Durante esa semana los operarios fueron obligados a tomarse vacaciones y si bien los dueños afirmaron que fue por "trabajos de montajes y mantenimiento, con el objetivo de hacerla más productiva", los trabajadores miraron esa movida con desconfianza por los atrasos en los pagos.

Tía Maruca fue fundada en 1998 por Alejandro Ripani, quien es dueño del 50 por ciento de la marca. Tras algunos años con problemas financieros, vendió la otra mitad en 2024 a Argensun Foods, empresa líder en girasol confitero y fabricante de las semillas de girasol Pipas

Tía Maruca ya había paralizado su fábrica de San Juan y los trabajadores reclamaron deudas.