La relación entre las banderas de América Latina es más profunda de lo que parece a simple vista. Por ejemplo, Ecuador, Colombia y Venezuela tienen banderas prácticamente similares porque esos países fueron liberados por Simón Bolívar y nacieron en el marco de la Gran Colombia, una unión que buscó fortalecer la identidad regional. Sin embargo, el misterio se extendió aún más hacia Centroamérica, donde muchas banderas se parecieron a la de Argentina. ¿Cómo fue posible esta conexión a pesar de la gran distancia?
Para entender todo esto, hay que retroceder a la Revolución de Mayo. En 1811, el marino francés Hipólito Bouchard llegó a Buenos Aires y se integró al Primer Triunvirato como corsario, operando desde la fragata "La Argentina". Desde allí, Bouchard se embarcó en una travesía que lo llevó a atravesar tres océanos y dos continentes, hostigando a buques españoles y enarbolando la bandera argentina por el mundo.
Uno de los hitos de su aventura fue cuando, en 1818, Hawaii, en ese entonces un reino, se convirtió en el primer país en reconocer la independencia argentina. Pero la misión de Bouchard no terminó ahí. Continuó su rumbo hacia la costa de California, donde ocupó un puerto durante unos días, y luego se dirigió a Centroamérica para seguir combatiendo a las fuerzas españolas. Su campaña concluyó en Valparaíso, Chile, donde colaboró con San Martín en la lucha por la liberación de ese país.
Los historiadores se dividen en cuanto a quién tuvo mayor influencia en los movimientos independentistas en Centroamérica. Algunos apuntaron que fue Bouchard quien inspiró a los independentistas, quienes incluso adoptaron su bandera como gesto de agradecimiento. Por otro lado, hubo quienes consideraron que el corsario Louis-Michel Aury, también francés y que trabajó para Bolívar, tuvo un papel crucial.
En 1818, Aury tomó la isla de la Providencia, frente a Nicaragua, usando sus bases para fomentar la independencia del Istmo. Se dice que también ocupó brevemente un puerto nicaragüense, donde izó una bandera blanca y celeste que podría haber servido de inspiración para la bandera de los movimientos independentistas.
Este proceso desembocó en la proclamación de las Provincias Unidas de Centroamérica por Manuel José Arce, un intento de agrupar varios estados centroamericanos, similar a lo que hizo Bolívar en el norte. En 1824 se proclamó la República Federal de Centroamérica (que comprendía Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica) y el patriota salvadoreño pensó en los colores argentinos para su bandera.
Aunque la confederación se disolvió en poco tiempo, los países que surgieron de ella mantuvieron las banderas celestes y blancas como un recordatorio de su unión. Aunque Costa Rica le agregó una franja roja en el medio.
Por qué las banderas son celeste y blanca
Para la creación de la bandera de Argentina, Belgrano utilizó los colores blanco y celeste conforme a los de la escarapela ya oficializada y que eran los elegidos por los reyes de la casa de Borbón en España para su presea o condecoración más importante entonces otorgada: la Orden de Carlos III. Y era así por los colores típicos en la representación de la Virgen María bajo la advocación de la Inmaculada Concepción.