La gastronomía une culturas, cruza fronteras, transforma realidades, y también puede ser un enfoque para hablar de los sectores más vulnerables y perjudicados del Gobierno de Javier Milei: las personas con discapacidad. En medio de un contexto sociopolítico de recorte a las pensiones por discapacidad y desfinanciación de programas de ayuda y contención, elGourmet lanzó la serie Unidos por la cocina, en la que personas con discapacidad comparten sus historias con la cocina profesional. Las claves del nuevo ciclo de 5 capítulos que busca concientizar sobre la importancia de la inclusión en el mercado laboral.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que, de acuerdo con los datos proporcionados por el INDEC en 2018, en Argentina viven más de 5 millones de personas con discapacidad, y tan solo una de cada diez de aquellas que se encuentran en edad laboral accede a un empleo (OIT, 2023). Incluso, en el caso específico de quienes poseen el Certificado Único de Discapacidad y tienen entre 18 y 65 años, solo un pequeño grupo que ronda en el 9%, cuenta con un empleo registrado. Según la funcionaria principal de Operaciones y punto focal para la inclusión de personas con discapacidad en la OIT en Argentina, esta baja participación laboral se debe, en gran parte, a barreras culturales y actitudinales basadas en estereotipos, prejuicios y el desconocimiento generalizado sobre la discapacidad. A partir de estos datos, elGourmet creó Unidos por la cocina, serie que hoy cobra una dimensión política fundamental por su actualidad.
A través de recetas y testimonios de vida, la chef Felicitas Pizarro se adentra en restaurantes, cafés y fundaciones donde la mano de obra está compuesta enteramente por personas con distintos tipos de discapacidad. “Tenía cero noción de que la gastronomía podía ser una salida laboral para las personas con discapacidad y la experiencia de grabar esta serie fue de mucho aprendizaje. Fue espectacular conocer a estos jóvenes profesionales que están capacitados para cocinar rico: fui a talleres de panadería, fábricas de pastas, servicios de catering, cafés. (...) Me parecía importante mostrar realidades que están a la vuelta de la esquina, que suceden y con personas que pueden trabajar, pueden cocinar muy bien y pueden incorporarse al sistema laboral”, expresó Felicitas en diálogo con El Destape sobre su rol en el programa que saldrá todos los martes a las 19.30 horas por elGourmet, canal donde pasaron los chefs más importantes de Argentina.
“Se suele asociar a las personas con discapacidad con la pasividad y esto no es así. Son gente bien dispuesta a ser útiles, a producir y trabajar. Y eso se ve en la forma que tienen de trabajar y en su responsabilidad. Cuando grabamos la serie, los trabajadores estaban muy felices de que la televisión muestre sus historias”, agregó Felicitas Pizarro, quien desea que pronto se confirme una segunda temporada para seguir contando más historias de negocios y emprendimientos gastronómicos inclusivos. Café Positivo, Fundación Nosotros y Taller San Francisco de Asís, son algunas de las organizaciones visitadas por Felicitas, para cocinar junto con todos los jóvenes profesionales que trabajan allí.
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"Es un momento muy complicado y estamos acompañando mucho a las familias"
Evangelina Cambareri es Licenciada en Terapia Ocupacional y dirige el Centro de Formación Integral para Adolescentes y Adultos de la Fundación Nosotros, en su sede ubicada en Tigre. Actualmente, en dicha institución -que aparece en un capítulo de Unidos por la cocina- hay 63 alumnos con discapacidad intelectual siendo capacitados con herramientas para poder conseguir un trabajo en el futuro. “Los docentes tienen dos formaciones: técnica y pedagógica. El docente que está en el taller de panadería y pastelería, por ejemplo, ingresó como panadero y acá hizo la carrera de educación especial. Para poder estar en la planta de la escuela todos nuestros profesionales tienen que tener capacitación docente”, remarcó en diálogo con este medio al detallar el proceso de selección del plantel que acompaña a los estudiantes.
En la Fundación Nosotros la oferta es variada: hay talleres de serigrafía, cerámica, costura, informática, dulcería y aprendizaje por proyectos -donde se enseña alfabetización-, entre otros. El taller de panadería es uno de los más elegidos por los alumnos y el único que funciona mañana y tarde. “La mirada está puesta en poder darle a cada uno lo que necesita. En el instituto tenemos una formación general y una formación técnica: dentro de la general los jóvenes rotan por todas las familias de profesiones y en función de eso eligen en qué quieren desarrollar su parte técnica los últimos años”, precisó Evangelina, ahondando en la propuesta educativa de la fundación. Chef Gourmet, Heavy Parts, Dental Total, la Municipalidad de Tigre y la Fundación Los Naranjos son algunas de las empresas que les dan trabajo a los jóvenes una vez cumplidas las prácticas profesionales.
“Uno de los quiebres que se produce con las familias es cuando los alumnos empiezan a viajar solos y los padres dejan de estar tan encima, acompañando el proceso de independencia de sus hijos. Nosotros trabajamos mucho con aplicaciones como Google Maps, para que los chicos puedan manejarse con autonomía. Aunque hay algunos padres que al principio se muestran temerosos, es una etapa muy cuidada", suma la directora de la fundación cuando explica las estrategias con las que buscan dar la mayor cantidad de herramientas posibles para salir a la vida diaria.
La realidad se impone y la Argentina hostil que propone Javier Milei no incluye a las personas con discapacidad. La noticia del rechazo del Senado al veto del presidente a la Ley de Discapacidad agita las aguas en un momento sociopolítico duro en el que se cuestionan las ayudas para los sectores que más lo necesitan. “Es un momento muy complicado y estamos acompañando mucho a las familias. Tenemos muchos jóvenes que han sido citados para revisar sus pensiones. Sabemos que están pasando muchas cosas y estamos a disposición de las familias”, adhirió la responsable de Fundación Nosotros.
La historia de Bruno, un joven de 17 años que sueña con trabajar en una panadería
Bruno Ezequiel Aquino tiene 17 años, es oriundo de Benavídez y está cursando el tercer año de formación. Es el menor de cinco hermanos, dos de los cuales también estudian en la Fundación Nosotros. "Me encantan los talleres, sobre todo el de panadería: hacemos marineras, pizzas, budines, bizcochitos, galletas y medialunas”, señaló en una charla con El Destape en la que contó cómo es su día a día como estudiante. Bruno se prepara para la O.V.O, instancia en la que definirá en qué taller realizará su especialización para el ciclo superior, y su decisión ya está tomada: seguirá su camino en los talleres de panadería. "En el futuro me gustaría trabajar como panadero", aseguró.
“Acá tengo muchos amigos, nos llevamos muy bien y siempre los ayudo cuando puedo”, sumó Bruno al referirse a la dinámica semanal que lleva con sus compañeros. Un dato no menor es que en la fundación se prioriza el contacto social entre alumnos, para generar lazos afectivos fuertes. Los celulares se usan solo por razones de aprendizaje (como, por ejemplo, los talleres de informática). Como parte de las actividades para tejer lazos con la comunidad de vecinos, Bruno integra las ferias abiertas al público que se hacen todos los jueves en la fundación: “Ese día se venden medialunas, productos de panadería y lo que se hace en todos los talleres. Una de las cosas que más me gusta hacer es atender a la gente”.