A 4000 metros de altura sobre el nivel del mar, se encuentra Olacapato, un pueblo mágico en Salta, rodeado de volcanes, altiplanos y salares que parecen sacados de películas. Se trata de uno de los puntos más altos de Argentina, ideal para quienes buscan un destino distinto, tranquilo y lleno de historia en sus escapadas.
Para el próximo fin de semana largo, del viernes 10, sábado 11 y domingo 12 de octubre, este rincón del altiplano se presenta como una opción perfecta para desconectarse de la rutina, respirar aire puro y descubrir un paisaje que sorprende a cada paso.
Olacapato no es un sitio turístico masivo como otros destinos salteños, pero justamente ahí radica su encanto, ya que conserva la calma de los pueblos de altura y una gastronomía que conquista con los sabores de la puna. Guisos calientes, empanadas salteñas, tamales y preparaciones a base de quinoa o llama se disfrutan mejor después de recorrer sus caminos de tierra y admirar el horizonte dominado por montañas y volcanes inactivos.
Olacapato, el pueblo más alto de Salta
Olacapato pertenece al Departamento Los Andes, a 45 kilómetros de San Antonio de los Cobres, y está rodeado por cerros que superan los 5000 metros de altura. El pueblo mantiene las características típicas de la puna: viviendas de adobe, una pequeña capilla, la escuela primaria y calles de tierra que cuentan historias de arrieros y mineros que alguna vez hicieron de este sitio un punto de paso.
Su clima es árido, con gran amplitud térmica, es decir, durante un mismo día se puede pasar del frío intenso al calor moderado. Esa particularidad, junto a la altura, lo convierte en una experiencia desafiante pero inolvidable. El paisaje está habitado por alpacas, vicuñas, llamas y guanacos.
Por otro lado, Olacapato se levanta junto a las antiguas vías del Ramal C14 del Ferrocarril General Belgrano, hoy en desuso, lo que permite a quienes lo visiten encontrarse con estaciones fantasmas y restos de talleres que evocan épocas de esplendor minero.
Por qué visitar Olacapato y qué hacer en este pueblo de altura
Visitar Olacapato es apostar por un turismo distinto. No vas a encontrar multitudes ni paseos comerciales. Lo que hay es silencio, aire puro y la posibilidad de sumergirse en paisajes únicos de la puna salteña. Los viajeros pueden caminar por el pueblo, descubrir los alrededores con guías locales, fotografiar volcanes y salares, o simplemente sentarse a contemplar los atardeceres en altura.
La gastronomía también es un motivo para llegar hasta aquí. Los platos típicos de la región, elaborados con ingredientes locales y recetas ancestrales, ofrecen una experiencia auténtica que combina el frío de la altura con la calidez de la cocina casera.
Además, Olacapato está muy cerca del Salar de Cauchari, uno de los puntos más preciosos del noroeste argentino, y sus noches despejadas invitan a la observación de estrellas en un cielo limpio como pocos en el mundo.