En sus años adolescentes, durante la década del 70, Helvio Bouzada tuvo dos viajes determinantes: uno a Brasil y el otro a California, EE.UU.. Ambas visitas se destacaron por un denominador en común: su impacto frente a la cultura surf. En consecuencia, cuando volvió a Argentina, comenzó a pensar en una marca de ropa con esos conceptos: la tabla, la parafina, un modelo con ese estilo. La génesis de todo aquello se produjo en Miramar. Aunque no sucedió enseguida, pasaron varios años hasta que creó Sun Surf y, más adelante aún, a su emblema: Mark, un personaje que sedujo a millones de adolescentes y jóvenes de los 80s que se vieron atraídos tanto por los diseños de Bouzada, como por el merchandising y el estilo cool del surfer. La marca, que llegó a vender en 150 locales en todo el país aunque no superó la década de vida, popularizó un ícono que algunos fanáticos creen que anticipó al famoso Bart Simpson.
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“La costa fue el punto de partida de muchas cosas que sucedieron en mi vida, en este caso fue Miramar. Mi idea era generar algo que tuviera que ver con la playa y llevarlo al cemento, esa era la cultura que me interesaba mostrar. En tiempos de tantas dictaduras, la indumentaria para mí era un cable a tierra y una manera de expresión. Me sentía rebelde a partir de la ropa que me ponía, como alguien diferente. En ese contexto, empecé a poner negocios en Miramar más que nada como excusa para quedarme todo el verano. En esos momentos empezó lo que podría ser la génesis de Sun Surf, pero hubo otros hechos determinantes”, recuerda Helvio Bouzada creador de la marca ícono de los 80s ante El Destape.
Y continuó: “El surf lo descubro primero en Miramar, en 1972: lo vi en un balneario que se llamaba Ricardo y me llamó mucho la atención. En esa época habría 15 surfistas en toda la costa argentina. Más adelante, viajé a Brasil y ya vi muchos más. Y en 1978 tuve la posibilidad de visitar California y ahí flashee mal. Entonces se fue gestando todo eso en mi alma, corazón y cabeza. Hasta que finalmente, en 1981, me sale la posibilidad de abrir un local en Capital Federal en el primer piso de la galería Recamier, ubicada en Cabildo y Juramento. Entre mis ansías de rebeldía en pleno gobierno militar, más la chatura consecuente que había, pensé en romper los moldes con diseños y colores diferentes. Ahí empezó la historia de Sun Surf”.
El origen de dos datos aparece como insoslayable en relación a la historia de Sun Surf. Uno de ellos es el nombre de la marca y, el otro, su personaje emblema: Mark. “Para mí fue muy fácil porque la palabra surf tenía que estar sí o sí, porque era una cultura que me dejó fascinado y hacia donde yo me quería dirigir: un movimiento de playa, cuyos personajes eran totalmente diferentes a la gente común. Sus pelos parafinados, cómo se movían en la arena y en el agua, cómo eran sus grupos de amigos. Después, en la palabra ‘Sun’, que es sol en inglés, solo aposté a la combinación que me sonaba bien, pese a que a la mayoría le decías ‘surf’ y no entendía un carajo”, explicó entre risas Bouzada.
Y respecto de Mark, el logo ícono de la marca, agregó: “El personaje llega dos o tres años después. Yo al principio utilizaba imágenes que había visto afuera en otras indumentarias y las combinaba, pero en algún momento sabía que tendría que diseñar una imagen propia. Y bueno, eso sucedió y contraté para que lo dibujara a Claudio García, quien se convirtió en un amigo de la vida y actualmente es mi socio. Yo le tiré cómo quería que fuese y él lo interpretó a la perfección, El nombre fue disparado por el tetra campeón mundial de surf, el australiano Mark Richards, aunque también me gustaba porque era un nombre corto, se pronunciaba como se escribía y me balanceaba bien para los estampados en las remeras y buzos”. El canchero personaje, con sus pelos rubios revueltos era la cara de todo el merchandising de la marca. Desde encendedores, pasando por pines, calcos, mochilas, llaveros y hasta mochilas. Su omnipresencia tenía su correlato en cómo pegó entre los adolescente de entonces. “Mark era el símbolo de la libertad”, responde Bouzada ante la pregunta de El Destape sobre las razones del éxito del personaje.
¿Matt Groening se inspiró en Sun Surf para crear a Los Simpson?
En principio, suena alocado pensar en que la popular serie estadounidense tuviera alguna conexión con el personaje emblema de una marca argentina. De hecho, son dos elementos bien diferentes: uno es el diseño de una figura estática utilizada como símbolo de una indumentaria y el otro está referido a una historia de ficción con varios personajes animados. El único denominador en común sería la estética de ambos. En ese punto, precisamente, focaliza la relación Helvio Bouzada.
“La pregunta de siempre es ‘¿Por qué no podría ser?’ Así como yo fui a Brasil y a Estados Unidos y vi cosas que no existían acá y las apliqué a una marca de ropa como Sun Surf, ¿no pudo haber un estadounidense que vio en Argentina algo que luego lo inspiró o lo usó hasta inconscientemente? ¿No vino Walt Disney y se copó con Molina Campos?”, plantea el surfer.
Y se explayó sobre su duda: “Yo siempre señalo lo mismo: Mark tenía una mascota que era un pájaro llamado Richard. Es cuestión de observar bien la cabeza del ave, además de que su color es todo amarillo, y advertir que los pelos de punta son iguales a los de Bart. Entonces mi planteo es: si Los Simpsons se crearon en 1989 y el personaje de Sun Surf nació en 1983, Matt Groening ¿al visitar nuestro país no podría haber visto en una vidriera, en un afiche, en una revista (Gente, por ejemplo, donde se publicitaba la marca) las imágenes de Sun Surf y luego le quedó dando vueltas en el inconsciente esa estética? Ni siquiera digo que fuera adrede”.
La experimentación como clave para crear una marca innovadora
No solo la cultura surf le abrió la cabeza a Helvio para concebir una marca que se convertiría en mítica con el tiempo, también hubo mucho de prueba y error y la inspiración en los trabajos que realizaba su hermano. “Yo lo observaba mucho, pese a que hacía ropa para mujer, su estilo era muy diferente al resto. Era una temática muy hippona, cuya técnica constaba que con telas simples producía un teñido muy artesanal, que le daba unos colores bien distintos a la media; eso me encantaba. Yo empecé con esos conceptos, los asimilé, le sumé lo que aprendí en los viajes y los apliqué con lo que me gustaba a mi en ese entonces: camisolas, prendas de bambula y toda esa onda hippie: porque yo fui uno de ellos en los 70, con el pelo largo hasta la cintura, que era toda una rebeldía en esos momentos”, recordó Bouzada.
En ese contexto, y en un lapso de más de un lustro, en 1981 se produce el nacimiento de su marca. Aunque fue un año complejo, con sensaciones encontradas, para Helvio: su padre se enfermó en marzo y en seis meses murió, dejó su carrera en Veterinaria (para Diseño de indumentaria no había escuelas, menos universidades, fue autodidacta) y también se materializó su proyecto: Sun Surf.
“Yo abrí cuando falleció mi viejo, en octubre de 1981, tenía 25 años. Fue difícil pensar en arrancar sabiendo que tu papá se iba a morir. En el 1982, el país estaba distraído con Malvinas y en 1983 los milicos anunciaron que volvían los partidos político y, junto con ellos, la democracia. Ese fue uno de los factores que nos ayudó a progresar, la democracia nos permitió a hacer todas esas cosas que en la época eran una osadía, como una camisa color rosa. Ahora suena naif, pero era así. Estos cambios se aplicaron a todos los terrenos, en mi caso, la ropa. Pero lo mismo sucedía, con las revistas, el cine, la música”, recuerda.
“No sabíamos vivir en democracia, pasamos de la represión a una apertura re loca. De España venía el destape, en el kiosko te encontrabas un montón de revistas con mujeres desnudas. A su vez, se incrementó el consumo de la droga, hubo una apertura en lo cultural en general, que produjo cambios muy radicales”, contextualiza Helvio.
Ropa para Soda Stereo, desfiles y una revista con Pergolini en el staff
En su momento de esplendor, Sun Surf recibía visitas de músicos famosos de los 80s. Más aún, Helvio les confeccionaba unos pilotines a Soda Stereo que usaban en los comienzos. “Paraban en Cabildo y Juramento”, agrega el diseñador para explicar la cercanía del trío con su local. Asimismo, la marca tenía presencia en los medios más vendidos de entonces; realizaban presentaciones -con un desfile de Mark humano incluido- en la disco Airport y la expansión de la marca fue semejante que también llegó a tener una revista.
De hecho, el medio gráfico, que salió entre 1986 y 1987, tenía como fin publicitar la indumentaria, pero además producir contenidos bien variados: problemáticas de los jóvenes de entonces, música, cultura skate, deportes, entre algunos de ellos. Para lograr la producción de artículos, Helvio reunió a un staff de periodistas, entre los que figuraba un joven e ignoto Mario Pergolini que escribía de música. La periodicidad del medio era mensual, con una tirada de 10 mil ejemplares y una buena respuesta entre el público. Pero pasaron cosas que precipitaron su cierre.
“La revista funcionó, pero cuando entrego el número seis, me citan desde la distribuidora. En la reunión me elogian el medio, pero me aclaran que eran distribuidores de la revista Pelo y que los llamaron desde el medio de rock para condicionar su relación comercial si seguían con Sun Surf. Me pidieron compresión, explicándome que no podían dejar esa publicación. Entonces me agarró tanta bronca, y al no ser del palo, decidí cerrarla. Lástima que tenía lista la número 7, de hecho, se las regalé a un montón de clientes, amigos y familiares”, contó Helvio.
Crónica del ascenso, furor y cierre
En 1986, Sun Surf le vendía a apróximadamente unos 150 comercios en todo el país. “Algunos exclusivos, otros no necesariamente. Nos manejábamos con el concepto de lo que hoy es llamado franquicia”, explica Helvio. Además, contaba con tres locales oficiales en CABA (uno en Santa Fe y Paraná muy grande); 50 empleados; era furor entre los pre adolescentes y adolescentes que muchos elegían a Mark como imagen de sus postales de fin de curso, cumpleaños o cualquier motivo. En cuanto a ventas, podía suceder que en los primeros diez días del mes se acabara la mercadería por la elevada demanda. Sin embargo, en 1988, debido a la hiperinflación su creador ya les anunció a los clientes que cerraría el año próximo.
“No bajé la cortina porque me fuera mal, por el contrario: me iba recontra bien. Tuvo mucho que ver el momento del país y cómo afectó eso en mi ánimo. Además, mi pregunta era ‘para qué’, si lo que logré no aparecía ni en mis sueños más delirantes. A su vez, los últimos años de Sun Surf cada vez que querías hacer cambios tanto clientes, como consumidores finales, no querían novedaddes y eso hacía que perdiera la motivación de rebeldía de la que hablaba, de arriesgar. Quise empezar a disfrutar de mi familia, a viajar, ya no quería ser parte del sistema que tanto renegaba: la plata ya la había ganado, ¿cuánto más podía hacer? Yo tengo amigos que tienen mi edad que siguen de aquella época y están muy bien económicamente, pero se los ve muy atados a la enfermedad del negocio. No quería eso para mí, es como las bandas cuando se separan y se les pide que sigan: se cumplió un ciclo, ya fue”, recordó Helvio Bouzada.
¿Vuelve Sun Surf?
Por estos días, Helvio se dedica a leer, pintar, dibujar y, entre otras cosas, disfrutar de las charlas como las que se pueden generar con su (ya) mítica marca. Esa dinámica ociosa, no obstante, no implica que no mantenga vivos sus proyectos. De hecho, hace años que realiza la muestra Arte de playa en la galería Bertuzzi que está situada en Puerto Madero.
“En ese evento reúno a una serie de artistas plásticos, se expone, intervenimos, jugamos un poco, nos divertimos. Cada muestra es temática, por ejemplo este noviembre va del skate. Obviamente, siempre aparece Mark de Sun Surf como la cara para presentarlo. A mí en líneas generales, me gusta provocar algo y trabajarlo con un objetivo puntual y en ciertos tiempos. Ahora estoy craneando con la municipalidad de Miramar la forma en cómo vamos a llevar Arte de playa allá, por ejemplo”, explica Helvio.
Con todo, la gran curiosidad es si no se planteó en estos años o propuso para el futuro cercano un regreso con su marca emblema. “Todos los días en las redes sociales me piden que vuelva con Sun Surf; es constante”, le cuenta Helvio a El Destape. Y de inmediato, revela que podría darse un regreso pero no en la forma convencional.
“Estoy armando un formato en función a la demanda de la gente, O sea, me encuentro analizando cómo generar algo que pueda apuntar de forma limitada por un plazo puntual. Hay varios proyectos, en realidad, otros llevan más tiempo, pero para dar una idea al respecto: hay también otro plan que tiene que ver con la gastronomía, utilizando la historia de Sun Surf en clave temática. Mientras te comés una hamburguesa capaz que te lees algo sobre Mark, o ves su figura u otro emblema de la marca”, adelantó.
El rebelde de casi 70 años, es inquieto y no le gusta repetirse: quizás por eso la vuelta de Mark se concrete de una forma muy particular. Ahora bien, con todo, Helvio tiene muy en claro el valor de la empresa que creó. “Siendo masivos, igual fuimos exclusivos. Fue una experiencia única y la repetiría”, concluyó.