Una de las prácticas comunes cuando cerramos una puerta es dejar la llave puesta por dentro. Muchos piensan que esto ofrece mayor seguridad, ya que, teóricamente, dificulta el acceso a los intrusos. Pero, ¿realmente es una medida efectiva o existe algún riesgo al hacerlo?
¿Es recomendable dejar la llave puesta por dentro?
Siempre la respuesta va a depender de varios factores. Si la cerradura de tu puerta es de baja calidad, dejar la llave puesta por dentro puede parecer una solución.
Esto dificultaría el acceso a la cerradura mediante métodos como el bumping o el ganzuado, técnicas comunes usadas por los ladrones. Sin embargo, si tu cerradura es débil, cualquier intento de forzarla podría terminar con el cilindro roto, y el beneficio de la llave puesta dejaría de existir.
En algunos casos puntuales, como cuando se pierde un juego de llaves y se está esperando a un cerrajero, dejar la llave puesta puede ser útil para evitar que alguien entre mientras se cambia la cerradura. Pero, si no es una situación excepcional, lo mejor es evitar esta práctica.
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¿Por qué los expertos desaconsejan dejar la llave puesta?
Uno de los principales problemas con dejar la llave puesta por dentro es el riesgo de olvidarla. Esto puede causar que te quedes afuera de tu casa, sin poder entrar, aunque tengas otra llave. En situaciones de estrés o distracción, es fácil olvidar que dejaste la llave dentro, y esto te podría generar serios inconvenientes.
Además, hay algo que no podemos pasar por alto: la seguridad en emergencias. Si hay una persona mayor o algún niño dentro de la casa y se presenta una emergencia, como una caída o un problema de salud, los servicios de emergencia o familiares podrían no poder ingresar rápidamente.
Por eso, los cerrajeros recomiendan no dejar la llave puesta por dentro, salvo en situaciones puntuales y cuando las condiciones lo exijan.
¿Cómo evitar que entren sin poner la llave por dentro?
La mejor forma de mantener tu hogar seguro sin recurrir a dejar la llave puesta es asegurarte de tener cerraduras de alta calidad. Un buen cilindro o bombín con mecanismos de seguridad como anti-bumping, anti-ganzuado, anti-taladro y anti-extracción puede garantizarte una protección más efectiva.
Asimismo, es fundamental cerrar la puerta con llave cada vez que salgas, incluso si es solo por unos minutos.
Para asegurar aún más la protección, se recomienda optar por cilindros con doble embrague. Este tipo de cerradura permite cerrar la puerta con la llave puesta por dentro, pero evita que la puerta quede bloqueada desde afuera. De esta forma, si te olvidás sacar la llave o te quedas sin acceso, la cerradura no impide que puedas abrirla desde fuera.
¿Qué es un cilindro de doble embrague?
El cilindro de doble embrague es una opción cada vez más popular en cerraduras de alta seguridad. Su principal ventaja es que permite que la puerta se abra desde fuera, incluso si la llave está puesta por dentro.
Este tipo de cerraduras es una excelente opción para quienes buscan un nivel de seguridad adicional sin tener que preocuparse por dejar la llave puesta por dentro. Además, existen otros mecanismos complementarios, como palometas o botones, que permiten cerrar la puerta sin necesidad de una llave.
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¿Qué hacer si te olvidas de sacar la llave?
Si ya estás en una situación en la que olvidaste sacar la llave y te quedaste afuera, lo más recomendable es llamar a un cerrajero. Las cerraduras con cilindro de embrague simple generalmente bloquean la llave desde fuera cuando está puesta por dentro, lo que impide la apertura de la puerta. En estos casos, no queda más opción que recurrir a un profesional para que pueda abrirla.
Es importante destacar que en cerraduras de gama baja, aunque dejes la llave puesta, el ladrón podría forzar la cerradura de otras maneras. Esto muestra que, aunque la llave puesta por dentro puede ofrecer algo de protección, no es una medida infalible. La clave está en contar con cerraduras seguras y realizar un mantenimiento adecuado de las mismas.