Las cortinas quedaron atrás. Hoy, la tecnología permite incorporar el llamado “smart glass” o vidrio inteligente, que se impone como una tendencia en crecimiento tanto para viviendas como para oficinas. Esta innovación permite aislar visualmente ambientes cuando se requiere privacidad, simplemente apretando un botón.
En la edición 2024 de Casa FOA, Vicor, una empresa especializada en vidrios y esmerilados, presentó su propuesta de Smart Glass, un vidrio laminado de seguridad capaz de regular la entrada de luz y volverse opaco para garantizar intimidad en segundos. Esta tecnología combina diseño, arquitectura y domótica para automatizar y controlar inteligentemente los espacios.
Andrés Orozco, dueño de Vicor, explicó que estas láminas importadas tienen un espesor mínimo de 4x4 y se fabrican a pedido, adaptándose a distintas aplicaciones. "Este laminado se puede combinar en distintas utilizaciones, por ejemplo, para la mampara del baño en paño fijo, para dar discreción al momento del uso del baño", detalló.
Además, con la configuración VDH (vidrio doble hermético), el sistema resulta ideal para oficinas o ambientes que necesitan privacidad ocasionalmente, pero sin perder la sensación de amplitud. "Está pensado para adaptar divisores en oficinas o ambientes, para tener privacidad y luego recuperar la sensación de amplitud", agregó Orozco.
¿Cómo funciona el smart glass?
El funcionamiento del Smart Glass se basa en una carga eléctrica mínima que, mediante un transformador, alinea los átomos de la lámina para alternar entre transparencia y opacidad. Todo se controla con un control remoto y la opacidad es total, sin tonos intermedios. Además, el consumo energético es bajo, con una tensión de solo 12 voltios.
El proceso de instalación requiere un análisis previo del lugar, ya que el transformador debe ubicarse en un espacio aislado de humedad y agua. "El espacio donde se va a contener ese transformador tiene que tener un lugar específico, aislado de todo tipo de humedades y de agua; por estas razones el trabajo lo realizan ellos con análisis previo del lugar", señaló Andrés.
Respecto a la durabilidad, Orozco detalló que si el laminado se realiza con un sistema certificado, el vidrio tiene una vida útil equivalente a la de un vidrio laminado convencional, es decir, para toda la vida y no se rompe. En caso de que una terminal se corte y deje de funcionar, simplemente se repara conectándola a otra.
En cuanto a costos, la colocación de Smart Glass arranca desde los 750 dólares por metro cuadrado, un precio que refleja la tecnología y el valor agregado de este producto innovador.
El dueño de Vicor concluyó con una mirada optimista: "Nuestra idea es empezar a mostrarlo, lograr productos con más valor agregado, vamos apuntando para ese lado. Que los proyectistas vean esto y se entusiasmen con nuevas alternativas".