Con la llegada del invierno, cuidar la higiene de los perros se vuelve un desafío debido a las bajas temperaturas. Estas condiciones aumentan el riesgo de que las mascotas sufran enfermedades respiratorias y problemas en la piel como dermatitis, eczema o psoriasis.
Expertos veterinarios aseguran que la frecuencia para bañar a los perros durante el invierno depende principalmente de su raza, edad y tipo de pelaje. Por ejemplo, un perro adulto debería recibir un baño cada mes, siempre utilizando agua templada para evitar el frío.
También es esencial revisar la piel regularmente para detectar signos de irritación o sequedad. En caso de dudas, consultar al veterinario garantizará el bienestar del perro durante los meses fríos, manteniendo su piel saludable y evitando complicaciones.
Además, los especialistas recomiendan que los baños sean breves y se realicen en espacios cerrados para proteger a la mascota de corrientes de aire. También es fundamental secar el pelaje por completo para prevenir cuadros de neumonía y afecciones cutáneas.
En el caso de perros pequeños, la frecuencia del baño debe ajustarse según la raza, tamaño y estado general del animal, siempre bajo indicación veterinaria.
Además, mantener la hidratación de la piel con productos específicos ayuda a prevenir resequedad y alergias. Consultar con el veterinario ante cualquier síntoma cutáneo es clave para un cuidado adecuado durante el invierno.
Por otra parte, hay situaciones puntuales en las que un baño es necesario sin importar la estación, como cuando el perro está muy acalorado, tras un ejercicio intenso, si tiene suciedad visible, mal olor o ha estado en contacto con sustancias tóxicas o contaminadas.
Durante la época de muda, es clave cepillar al perro diariamente para eliminar suciedad y evitar enredos en el pelaje.
Por último, es importante tener en cuenta que bañar a las mascotas con demasiada frecuencia puede provocar irritaciones, picores y descamación en su cuero cabelludo. En esos casos, lo aconsejable es usar productos sin jabón o champús secos, siempre previa consulta con un veterinario.
3 consejos extra para cuidar a tu perro en invierno
1. Protegé sus patas del frío
Las bajas temperaturas de las calles pueden lastimar las almohadillas de tu perro. Usá botines o cremas protectoras especiales antes de los paseos. Al volver, limpiá sus patas con agua tibia para eliminar residuos y evitar irritaciones.
2. Ajustá su alimentación según su actividad
Algunos perros queman más calorías en invierno para mantenerse calientes. Consultá con tu veterinario si necesitás aumentar su ración de comida, especialmente si hace mucho ejercicio. Pero tené cuidado con los sedentarios. El exceso de peso en perros poco activos es riesgoso.
3. Mantené su cama alejada del frío y la humedad
Ubicá su colchón en una zona seca, elevada del piso y lejos de corrientes de aire. Podés agregar mantas térmicas o una bolsa de agua caliente (envuelta en una toalla) para que esté cómodo. Cambiá su ropa de cama semanalmente para evitar humedad.