Revelador descubrimiento de la NASA sobre un nuevo agujero negro que desafía la historia del universo

Un hallazgo astronómico podría cambiar todo lo que sabemos sobre la formación del cosmos porque podría ser el primer agujero negro del universo, tal como predijo el científico Stephen Hawking hace décadas.

04 de septiembre, 2025 | 16.58

Un grupo de astrónomos logró detectar un agujero negro antiguo y singular con la ayuda del telescopio espacial James Webb, que podría haberse formado en la primera fracción de segundo tras el Big Bang. Si se confirma este origen, estaríamos frente a un "agujero negro primordial", un tipo de objeto que Stephen Hawking predijo en los años 70, pero que hasta ahora nunca fue observado.

Este hallazgo representa un cambio de paradigma en la astrofísica y pone en jaque las teorías vigentes sobre cómo se formó el universo. Hasta ahora, se creía que primero surgieron las estrellas y galaxias, y que los agujeros negros aparecieron más tarde, tras el colapso de esas primeras estrellas. Sin embargo, las nuevas observaciones del telescopio Webb no encajan con esa secuencia, ya que el objeto detectado es un enorme agujero negro con un halo de material casi imperceptible a su alrededor.

“Este agujero negro está prácticamente 'desnudo'”, señaló Roberto Maiolino, cosmólogo de la Universidad de Cambridge y uno de los investigadores principales. “Esto es un verdadero desafío para las teorías. Parece que este agujero negro se formó sin que una galaxia lo precediera”. Los llamados "agujeros negros primordiales" serían objetos creados justo después del Big Bang, producto del colapso de regiones con materia extremadamente densa y caliente.

Según la teoría propuesta por Hawking, estos agujeros ya estaban presentes desde los inicios del cosmos y habrían actuado como núcleos gravitacionales alrededor de los cuales se formaron las primeras galaxias. Sin embargo, esta hipótesis sigue siendo especulativa porque hasta ahora no se había encontrado evidencia directa.

El equipo de astrónomos enfocó su atención en una pequeña mancha roja denominada QSO1, que data de más de 13.000 millones de años atrás, cuando el universo tenía apenas 700 millones de años. A partir de su brillo y características compactas, concluyeron que QSO1 y otras manchas similares son agujeros negros supermasivos.

El enorme tamaño del agujero negro que descubrió la NASA

A pesar de la enorme distancia que los separa, los científicos midieron la velocidad del gas y polvo que rodea a QSO1, lo que les permitió estimar su masa. El resultado fue impactante: tiene una masa equivalente a 50 millones de veces la del Sol. Además, el material que lo circunda es químicamente "prístino", compuesto solo por hidrógeno y helio, los elementos básicos que quedaron tras el Big Bang.

El telescopio espacial James Webb fue clave para detectar el nuevo agujero negro (NASA).

“Estos resultados representan un cambio de paradigma”, insistió Maiolino. “Aquí estamos presenciando un agujero negro masivo formado sin mucha galaxia, hasta donde podemos decir a partir de los datos”. Otra hipótesis que barajan los expertos para explicar el origen de este agujero negro es el llamado “colapso directo”, que sugiere que podría haberse formado a partir de una nube de gas en el universo temprano. Sin embargo, las observaciones actuales parecen favorecer la idea de que se originó en la primera etapa del cosmos.

El debate científico está lejos de terminar. Andrew Pontzen, cosmólogo de la Universidad de Durham, adelantó que las próximas generaciones de detectores de ondas gravitacionales, diseñados para buscar agujeros negros, podrían resolver esta incógnita en menos de una década.