Robert Prevost fue elegido este jueves como el nuevo Papa y asumió el nombre de León XIV, lo que marcó un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia católica. Prefecto del Dicasterio para los Obispos hasta esta mañana y cardenal agustino, expresó en reiteradas ocasiones su profunda admiración por el legado del Papa Francisco, con quien compartió una amistad cercana y una visión pastoral centrada en los pobres, el Evangelio y la reforma de la Iglesia.
De discípulo a sucesor: la continuidad con Francisco
En declaraciones previas a su elección, León XIV —entonces cardenal Prevost— describió a Francisco como “un Papa generoso que lo dio todo”. Destacó su coherencia evangélica, su amor por una Iglesia pobre que camina con los pobres, y su compromiso inquebrantable con quienes sufren. Todo indica que esos mismos valores serán guía para este nuevo pontificado.
“Era un hombre que quería vivir el Evangelio con autenticidad”, había dicho Prevost sobre Francisco. Ahora, esas palabras adquieren un peso especial: el discípulo se convierte en sucesor y llevará adelante una misión que no empieza de cero, sino que se proyecta desde una continuidad pastoral profunda.
Una historia de amistad y respeto
El vínculo con Francisco empezó cuando Prevost era Prior General de los agustinos y Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires. Tuvieron varios encuentros durante visitas a Argentina y luego en Roma. Uno de los momentos más simbólicos fue en 2013, cuando el entonces papa Francisco aceptó presidir la misa inaugural del Capítulo General agustino en Roma, a pocos meses de su elección.
Durante los últimos dos años, Prevost tuvo audiencias semanales con Francisco cada sábado, en su rol de prefecto del Dicasterio para los Obispos. Contó que el sumo pontífice lo recibía incluso antes de la hora acordada, y siempre cerraba las reuniones con una frase: "No pierdas el sentido del humor".
Un Papa que encarna la reforma y la cercanía
León XIV hereda una Iglesia en camino, inspirada por el Concilio Vaticano II y por la convicción de que la Iglesia debe reformarse constantemente para responder a los signos de los tiempos. Como él mismo expresó, “el mundo de hoy no es el de hace diez años. El mensaje es el mismo: anunciar a Jesucristo, pero los modos de llegar son nuevos”.
También manifestó su voluntad de continuar con el espíritu de Francisco, especialmente en el diálogo con los pobres, los migrantes y los marginados, y en la búsqueda de una Iglesia sin privilegios, al servicio del prójimo.
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¿Qué significa el nombre León XIV, que eligió Prevost?
La elección evoca a grandes líderes de la historia de la Iglesia. El último en portar ese nombre fue León XIII (1878–1903), recordado por su impulso a la doctrina social católica con la encíclica Rerum novarum. La elección de este nombre sugiere una visión comprometida con las reformas sociales y la dignidad humana, en línea con lo que ya marcó como prioridad en sus años como obispo misionero en Perú.