Declaró la empleada doméstica acusada de asesinar a Roberto Wolfenson y denunció maltrato laboral: "Me cacheteó y me agarró de los pelos"

La empleada confesó haber cometido el crimen y dio detalles de lo que ocurría puertas adentro. 

07 de noviembre, 2025 | 12.13

En una nueva audiencia del juicio por el crimen del ingeniero Roberto Wolfenson, la empleada doméstica Rosalía Soledad Paniagua confesó haberlo asesinado y relató que durante el episodio sufrió agresiones físicas. La causa de gran relevancia policial investiga el hecho ocurrido en 2024 en el country La Delfina, en Pilar, y continúa su desarrollo ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de San Isidro.

El testimonio de Paniagua incluyó un relato minucioso sobre los minutos previos al crimen. Según su versión, la discusión con Wolfenson “se fue de las manos” y derivó en una pelea que terminó con su muerte. “Mi intención no fue robar ni matar al señor. Se me fue de las manos”, afirmó ante el tribunal.

La acusada dijo sentirse “avergonzada” y aseguró que decidió hablar “por sus hijos”. La defensa busca que se tenga en cuenta el contexto de la discusión que, según su testimonio, derivó en el desenlace fatal.

La confesión ante el tribunal

Durante la segunda audiencia, Paniagua reconoció que el 22 de febrero de 2024 estranguló al ingeniero con un hilo proveniente del collar que llevaba puesto, donde estaba grabado el nombre de su hijo. Contó que todo comenzó cuando la pareja de Wolfenson, Graciela Orlandi, le pidió que revisara el celular del hombre y que, al ser descubierta, él reaccionó de manera violenta.

"El señor me descubrió agarrando el celular y empezó la pelea, la discusión. Me empezó a decir cosas malas: que era una desgraciada, una puta, una paraguaya ladrona y que iba a llamar a la policía. Me agarró de los pelos. No quise lastimar al señor. Todo se me nubló cuando me dijo ‘la concha de tu madre’, y se me fue de las manos”, declaró. 

"Me cacheteó, me agarró de los pelos. Empezamos a pelear. Nos lastimamos. En algún momento me agarró del cuello, yo le pegué un cabezazo en la cara. Le pedía que me soltara para irme. No sé en qué momento terminé con todo eso. Estaba encima mío, lo agarré del cuello. Se me nubló todo. Le gritaba: ‘¡Soltame, hijo de puta!’. Le apreté el cuello con las manos. Presioné con el codo. Tenía un hilo en la mano y le pateé el cuello. No quería hacerle daño. Lo pateé en el pecho. Me levanté. No sabía si estaba muerto. No sabía si llamar a la policía”.

Cómo ocurrió el crimen y qué pruebas encontró la Justicia

El cuerpo de Roberto Wolfenson fue hallado al día siguiente, por su profesor de piano, quien acudió a su casa para una clase habitual. La autopsia determinó que la causa de muerte fue estrangulamiento con lazo.

Las cámaras del Ferrocarril San Martín fueron clave en la investigación: mostraban a Paniagua con golpes y con un celular que no era suyo. Durante el allanamiento en su vivienda, los investigadores hallaron objetos personales de la víctima, y la mujer fue detenida.

En su testimonio, explicó que se deshizo del hilo y destruyó el teléfono días después. “Mi marido me dijo que si no me deshacía del aparato iba a ir a la policía. Me dio un martillo y lo rompí”, contó.