Chau al desgaste en la pareja: cómo evitar discusiones sin sentido

Expertos en psicología indicaron por qué es importante distinguir las discusiones importantes de las que pueden evitarse. No caer en peleas sin sentido con tu pareja hará que tu calidad de vida mejore en el día a día.

18 de noviembre, 2025 | 13.18

Las discusiones y peleas son uno de los mayores causantes de desgaste en los vínculos amorosos y por eso los expertos indican que es importante tratar de evitar aquellas que no tienen sentido. Si bien a veces es necesario contradecir al otro o hacer un reproche, muchas veces se trata de situaciones que se pueden resolver de otra manera.

Es importante evitar las discusiones sin sentido en la pareja porque generan desgaste emocional, mal clima y tensión innecesaria, sin aportar soluciones reales. Cuando se discute por impulso o por temas menores, la comunicación se vuelve confusa y se debilita la conexión afectiva.

En cambio, reservar la energía para las conversaciones necesarias -aquellas que ayudan a resolver problemas, aclarar malentendidos o mejorar la convivencia- permite que el diálogo sea más respetuoso, claro y constructivo. Así, la relación se fortalece, se cuida el bienestar emocional de ambos y se construye un vínculo más sano y equilibrado.

Trucos para evitar las discusiones sin sentido con tu pareja

  • Detectar el momento antes de explotar: cuando notás que la conversación empieza a tensarse, frená un segundo y reconocelo. A veces solo con decir “me estoy irritando, sigamos más tranquilos” alcanza para bajar el tono.

  • No discutir cuando alguno está cansado o de mal humor: muchas peleas sin sentido empiezan porque uno tuvo un mal día. Si alguno llega saturado, conviene decir “hablemos después” y evitar charlas sensibles en ese momento.

  • Preguntar qué quiso decir el otro antes de asumir: muchas discusiones nacen de malentendidos. En lugar de interpretar, preguntá directamente: “¿Qué quisiste decir con eso?”. Aclara al instante.

  • Evitar el “vos siempre/vos nunca”: son frases que generalizan y encienden la tensión. Es mejor enfocar en lo concreto: “Hoy me molestó esto puntual” en vez de traer un historial entero.

  • Bajar el tono y la velocidad: hablar más despacio y en voz tranquila contagia calma. Ayuda a que la otra persona también responda de forma más serena.

Las discusiones sin sentido arruinan los vínculos.

  • Tomarse cinco minutos si sube la emoción: si notás que ninguno está escuchando, pedir un mini descanso (“volvemos en 5”) corta el ciclo y permite retomar con la mente más ordenada.

  • Expresar cómo te sentís sin atacar: en vez de “me hacés enojar”, ir por “me siento frustrado cuando pasa esto”. Cambia totalmente el impacto y evita que el otro se ponga a la defensiva.

  • No discutir por WhatsApp: es el peor medio para resolver cosas. Se pierde el tono, se malinterpretan mensajes y se agranda todo. Si algo molesta, se habla en persona.

  • Enfocarse en la solución, no en ganar: el objetivo no es tener razón sino resolver el problema. Preguntar “¿cómo hacemos para que esto no pase más?” mejora el clima enseguida.

  • Elegir bien las batallas: no todo merece una discusión. Si es un tema menor o que se pasa rápido, a veces simplemente no vale la energía.