El dolor de rodillas, ya sea por artrosis o lesiones meniscales, es una de las dolencias más comunes entre los adultos mayores y deportistas. Frente al aumento de casos y la dificultad de acceder a tratamientos continuos, un estudio reciente de Mass General Brigham confirmó que los ejercicios realizados en casa pueden ofrecer los mismos beneficios que la fisioterapia tradicional para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.
La investigación, llamada TeMPO, incluyó a 879 adultos con una edad promedio de 59 años, que fueron divididos en distintos grupos: algunos realizaron rutinas domiciliarias, otros sumaron fisioterapia en clínica y un tercer grupo recibió fisioterapia simulada, es decir, sin efecto terapéutico real.
Los ejercicios caseros consistieron en sesiones de 25 minutos, cuatro veces por semana, con estiramientos y fortalecimiento muscular guiados por videos e instructivos impresos. El objetivo fue facilitar la autonomía de los pacientes y demostrar que no es necesario contar con equipamiento complejo para obtener resultados.
Cómo fueron los resultados de la investigación
Tras tres meses, los investigadores no hallaron diferencias significativas en la disminución del dolor entre quienes solo hicieron ejercicios en casa y quienes asistieron a fisioterapia. Sin embargo, al cabo de seis y doce meses, los grupos que tuvieron algún tipo de acompañamiento profesional (real o simulado) mostraron una leve mejora adicional.
Jeffrey Katz, director clínico del Orthopaedic and Arthritis Center for Outcomes Research en Brigham and Women’s Hospital, explicó: “En promedio, todos los participantes experimentaron una reducción significativa del dolor a lo largo del año de seguimiento, independientemente del grupo asignado”.
El estudio también reveló que la interacción con el fisioterapeuta influye tanto como el tratamiento físico en sí. Incluso los pacientes que recibieron fisioterapia simulada mostraron mejoras similares a los de la fisioterapia real, lo que sugiere que el apoyo y la contención emocional pueden potenciar la recuperación.
El ejercicio en casa puede aliviar de manera notable el dolor de rodilla y mejorar la calidad de vida de quienes padecen artrosis o lesiones meniscales. Si bien la fisioterapia agrega beneficios, el compromiso con el movimiento y el acompañamiento humano resultan claves para lograr una recuperación sostenida y volver a moverse sin dolor.
