El destacado músico y compositor Peteco Carabajal viene de una cuna de artistas del folklore santiagueño y lleva más de cinco décadas de una carrera muy exitosa. Sin embargo, lo que pocos saben es que en su adolescencia rechazaba la idea de continuar el legado de su familia sobre los escenarios. Y recién en 1974, de una manera casi azarosa arrancó con la música en la zona oeste del conurbano bonaerense.
Luego, el cantante Peteco Carabajal integró el famoso grupo Los Carabajal durante diez años, hasta ingresar a MPA junto con Chango Farías Gómez, Verónica Condomí, Rubén Izaurralde y Jacinto Piedra. Más tarde formaría el grupo Santiagueños con Jacinto Piedra y Juan Saavedra. Y finalmente, desde 1991 se lanzó como solista, compartiendo escenario con grandes de la música popular argentina como Mercedes Sosa o León Gieco. Además, en los últimos años, integra el grupo Riendas Libres con sus hijos, Martina y Homero.
“Lo más antiguo que recuerdo es en la casa de mis abuelos, allá en La Banda. Mi abuelo era músico aficionado. Mi abuelo, mis tíos, en la casa… instrumentos. Recuerdo una vez que me estaban buscando… sentían un sonido… y me encontraron en un guardarropa donde yo estaba metido tocando una mandolina”, rememoró el artista en una entrevista con el sitio Patio de artistas.
Del mismo modo, Peteco Carabajal recordó: “A los cinco años, más o menos, seis, aprendí a tocar la guitarra, las primeras notas, porque mi hermana más grande, Graciela, ya tocaba. Y lo tenía a mi papá que había empezado a hacer un trabajo con la música en Buenos Aires, integrando, formando grupos, componiendo también, siendo autor y cantor”.
“Entonces, de un día para otro, ya estaba sabiendo tocar la guitarra”, apuntó el compositor, de 68 años, y agregó: “De lo que me acuerdo es que allá por los siete años, más o menos, de alguna manera lo sorprendía a mi viejo, porque sacaba cosas que él no me enseñaba. Sacaba punteos de chacareras y esas cosas y se las hacía escuchar y él se sorprendía”.
Los comienzos de Peteco Carabajal en el folklore que pocos conocen
Sin embargo, el debut sobre un escenario llegó cuando Peteco Carabajal tenía 17 años. “Una noche que salimos a bailar con mi primo Roberto y con un amigo del barrio de Morón”, detalló y explicó: “Trabajaba en la encuadernación de libros y que con lo que ganaba me alcanzaba en una quincena para comprarme, a lo mejor, un pantalón y a la otra quincena recién un pullover, una camisa. Y después, un par de zapatos”.
“Cantaba y tocaba la guitarra, pero nunca se me había ocurrido que la música iba a ser mi vida o mi camino”, confesó y sumó: “Íntimamente fui un poco rebelde con mi papá. Pero nunca lo manifesté de manera que sea problemática, pero no me gustaba eso, me aburría soberanamente en las peñas. Yo quería estar con mis amigos en Morón, bailar”.
Allí reveló que entraron a una peña de esa zona que se llamaba “Gaucho’s House”. “Entramos, saludamos, nos sentamos los tres en un costado, y en un momento se levantó uno de la mesa, vino y me dijo, ‘¿Vos sos Peteco, el hijo de Carlos?’. Y me dice, ‘Vos has estado en mi casa, yo soy hermano de Leo Dan’”. “Entonces, él ha pedido la guitarra y me la ha pasado y hemos cantado con Roberto, mi primo, cosas que teníamos sabidas por familia, no porque quisiéramos ser un dúo”, detalló.
“Y a los tres, cuatro meses, más o menos, que empezamos a cantar los viernes y sábado, teníamos éxito con mi primo. Era un dúo distinto a todo lo que se escuchaba en esa peña, nadie tenía ese repertorio de chacarera. Porque esto era el año 73, la chacarera no era para nada lo que es hoy en día en todos lados. Ahí nadie la conocía y nosotros teníamos eso, justamente, ya en aquel momento”, completó.