Max Verstappen ha ganado cuatro veces consecutivas en Imola, pero una quinta el año que viene parece poco probable, ya que la Fórmula Uno parece dispuesta a abandonar el circuito italiano.
No hay contrato para 2026 y el director ejecutivo de la Fórmula Uno, Stefano Domenicali, que nació y creció en la ciudad cerca de Bolonia, ha dicho que será difícil justificar que Italia tenga dos carreras dada la demanda de otros lugares.
Verstappen, cuatro veces campeón del mundo, dijo que lo entiende, ya que Monza tiene un contrato hasta 2031 para el Gran Premio de Italia, pero aseguró que también siente la pérdida.
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"Perder este tipo de circuitos es una pena. Lo entiendo desde el lado de la F1, por supuesto, por las nuevas pistas a las que vamos", dijo el piloto de Red Bull después de ganar el Gran Premio de Emilia-Romaña del domingo.
"Hay que verlo desde el punto de vista deportivo y financiero, ¿no? Si quieres hacer crecer el negocio y hacerlo más popular, lo entiendo", señaló.
"Personalmente, cuando hablo sólo del disfrute de la conducción, son este tipo de circuitos los que me hicieron enamorarme de las carreras en general", añadió. "En el karting incluso, donde algunas pistas son más especiales que otras".
El año que viene, la F1 tendrá Madrid como nueva sede y algo tendrá que caer para mantener el calendario en 24 rondas.
En los últimos años se han añadido Las Vegas y Miami, y se habla de África, Tailandia y una segunda carrera en China. Alemania tampoco tiene carrera, a pesar de que Audi se unirá a Mercedes en la parrilla el año que viene.
Imola -de estilo antiguo, con el paddock rodeado por el río Santerno y la estrecha pista- parece destinada a desaparecer tras su regreso durante los años de la pandemia, a menos que se llegue a un acuerdo con otras sedes.
Es un circuito muy del agrado de Verstappen, en el territorio de Ferrari y con un fuerte tirón emocional e histórico tras las muertes de Ayrton Senna y Roland Ratzenberger en 1994.
(Editado en español por Carlos Serrano)