La impericia del gobierno de Javier Milei para manejar la liquidez del sistema impulsó la demanda de dólares. Pese a que el equipo económico lo niegue, el desarme de las Letras Fianncieras (primas hermanas de las LEBAC y los PASES) trajo tensiones cambiarias bajo el brazo. El equipo económico no extendió estas letras con el objetivo de aumentar la liquidez y la demanda de LECAP, reduciendo así la tasa de interés. En lugar de impulsar el crédito, el menor rendimiento de las colocaciones en pesos aceleró la demanda de dólares, y el tipo de cambio oficial subió casi 7% en lo que va de julio y 11% en el último mes, según el relevamiento semanal del Centro de Estudios del Banco Provincia.
El objetivo oficial era atemperar las presiones sobre un dólar recalentado eliminando la liquidez del sistema, pero sólo atizó aún más la demanda. El ministro de Economía, Luis Caputo, culpó a los bancos, pero fue pura impericia de la dupla Caputo-Bausili (Santiago, titular del BCRA).
Para moderar las presiones, el Tesoro licitó LECAPs “fuera de calendario” y captó los 5 billones de pesos que a priori buscaba. Para eso, debió llevar las tasas de interés de la zona de 2,5% mensual a fines de junio y 2,2% mensual a principios de julio a la zona de 3,1-3,2% en la actualidad. Asimismo, las colocaciones promediaron 40 días de plazo: 1,5 billones de pesos a fin de julio, 0,8 billones a mediados de agosto y 0,85 billones para fin del mes que viene.
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Otro error conceptual
A principios de junio, el Banco Central anunció que el Tesoro terminaría con el esquema de LEFI a mediados de julio, volviéndose endógena la tasa de interés; es decir, que se determinaría por la relación entre oferta y demanda en el mercado. En el programa ideal, los bancos tendrían un exceso de liquidez que i) volcarían al crédito y ii) a comprar LECAP, comprimiendo ambas tasas de interés y convalidando un menor costo de financiamiento para las empresas, familias y el Estado Nacional.
"Sin embargo, las cosas a veces fallan. En tanto que lo primero fue cierto, y la liquidez creció y una parte importante fue a parar a LECAP, que subieron de precio considerablemente entre viernes de la semana pasada y lunes de esta -las tasas de interés de las letras que pagan el 31 de julio cayeron de 2,7% a fines de junio a 2,1% el pasado lunes, contracara de la suba de precio del título-, lo segundo no sucedió", explica el informe del BAPRO.
La medida, en lugar de abaratar el crédito y acelerar la recomposición de la demanda interna, debido al menor rendimiento de los activos en pesos terminó alentando la compra de dólares, y el tipo de cambio pasó de 1.200 pesos a fines de junio a 1.300 este viernes (7,2%). "Más aún, considerando el peso se había depreciado 3,7% entre el 18 y el 30 de junio, la suba acumulaba 11,2% en todo el período. Para una inflación que ronda el 2% mensual, estos movimientos son relevantes en términos reales, máxime considerando la reciente apreciación del real, que se encontraba en sus menores valores desde mediados del año pasado", explica el informe.
El tipo de cambio tuvo un rebote en la segunda mitad de la semana, cerrando este viernes en 1.300 pesos. De esta forma, se ubica 11,5% por debajo del techo y 31,5% por encima del piso de la banda de flotación. En contraste, el 18 de junio se ubicaba 19,5% por debajo del techo y 17,5% por encima del piso. Las apariciones del Banco Central en los mercados de futuros, estimadas a partir de aumentos del volumen operado y su interés abierto, marcan que la autoridad monetaria no se sentía cómoda con la suba del tipo de cambio y decidió intervenir.
"La reapertura de una ventana de pases pasivos a 1 día, con una tasa de 36% nominal anual, equivalente a casi 3% mensual, llevó hacia arriba los rendimientos de las LECAPs cortas, que pasaron del 2,1% mencionado más arriba a 3,3% en la licitación de este miércoles", explica el informe.
El Ministerio de Economía enfrentará vencimientos por más de 70 billones de pesos de acá a las elecciones de octubre, equivalentes a 8,5% del PIB, y el rollover (renovación) no está asegurado. "Para dimensionar, en abril enfrentó pagos por 14,1 billones de pesos, de los cuales renovó 10,3 billones (72% de rollover), en mayo pagó y colocó 13,9 billones (100%) y en junio pagó 14,2 billones y colocó 12,5 billones (88%). Así, el Tesoro acumula un ratio de refinanciamiento de 87% en los últimos tres meses que llega a 91% en el año si excluimos la licitación de esta semana, y de 98% cuando la incorporamos", adelanta el documento.
Al tipo de cambio mayorista actual, esto implica un excedente de casi 4.000 millones de dólares, una cifra similar a lo que se pagó a los acreedores de títulos públicos en moneda extranjera el 9 de julio: 4.300 millones de dólares, y un 10% de las reservas brutas actuales. La incertidumbre electoral y la falta de precisiones sobre los pagos de la deuda en dólares de 2026-2027 -es decir, un riesgo país que persista en 700 puntos básicos- podrían alejar los objetivos del Tesoro, una mayor tasa de interés podría o una inflación que siga bajando los acercaría.