El BCRA permite una mayor devaluación diaria del peso

Es la segunda jornada que se acelera el ritmo de devaluación del peso, esta vez de 0,5%, impulsado por la demanda de divisas especialmente de pequeños ahorristas que, además, continúan retirando depósitos del sistema financiero, lo que obliga al Banco Central a abastecer a los bancos de billetes de dólares.

16 de mayo, 2025 | 00.05

El dólar oficial cerró el jueves en $1.135,5 lo que representó una devaluación diaria del peso de 0,5%, en un mercado en el que se observa el poco volumen aportado por los exportadores y la sostenida demanda minorista, expresada en el pedido de billetes que las entidades financieras le hacen al Banco Central para responder al retiro que se realiza por ventanilla.

La devaluación del peso pasó de un ritmo diario de 0,38% registrado el miércoles a este 0,5% del jueves, lo que en términos anualizados, como suele referirse el presidente Javier Milei, implicaría una devaluación del peso de 521%.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Con la dificultad de establecer el ancla cambiaria como estrategia para frenar el proceso inflacionario por la alta volatilidad intradiaria que muestran las operaciones y la persistente tendencia a subir a la zona media alta de la banda de flotación, la administración de Javier Milei intenta ahora generar una nueva recesión en la actividad económica.

El acuerdo que el Gobierno firmó con el Fondo Monetario Internacional impulsaba una remonetización de la economía para favorecer el repunte que venía registrando la actividad económica, la que se iba a concretar por la compra de dólares para sumar a las reservas internacionales del Banco Central.

La idea siempre fue que el Banco Central emita pesos para comprar reservas, pero el Gobierno hizo una emisión de pesos para financiar directamente al Tesoro, por $11,7 billones, cuando se quedó sin liquidez por la baja renovación de los vencimientos de deuda del Tesoro.

Esta semana en lugar de permitir que esos pesos se mantengan en la economía para dinamizar la actividad, el equipo del ministro Luis Caputo y el secretario de Finanzas Pablo Quirno decidió volver a retirar pesos, colocando deuda por un monto superior al vencimiento.

En un posteo en la red social “X”, el economista Christian Buteler puso en contexto el significado de la última licitación de deuda en pesos concretada esta semana: “Cuando las licitaciones alcanzan al 100% de roll over es bueno porque el Tesoro consigue renovar toda la deuda"; “cuando es superior al 100% es bueno porque se absorben $$$"; “y cuando en menor al 100% es buenos porque hay demanda de $$$. Impresionante.”

Pese a que el secretario de Finanzas sostuvo que habían logrado una renovación de los vencimientos de deuda por 132%, es decir el total del vencimiento más la colocación de nueva deuda, hubo analistas económicos como Federico García Martínez que advirtieron en la red social “X” que en realidad solo lograron cubrir los vencimientos.

“Para cada licitación, se toma como vencimientos todo lo que efectivamente se pague entre la fecha de liquidación de la anterior licitación y la fecha de liquidación actual”, explicó García Martínez y señaló que en esta ocasión debe contabilizarse un vencimiento del 9 de mayo, por lo que no hubo excedentes de fondos sino solo la cobertura del total de los vencimientos.

Una de las posibilidades de la “confusión” de Quirno es intentar conformar el discurso del presidente Milei, quien insiste en su visión monetarista de la inflación. En todo caso, el relato del Gobierno intenta acomodarse a las imposiciones del mercado, que desde que arrancó el año empezó un proceso de dolarización que obligó al Tesoro a usar todos los pesos que tenía depositados para cubrir los vencimientos de deuda y cuando se quedó sin recursos apeló a la emisión del BCRA para evitar un “reperfilamiento” o default, como el que realizó la administración de Mauricio Macri cuando también intentó aplicar la emisión cero como política antiinflacionaria.

Mientras, el mercado sigue atento a la capacidad que todavía no mostró el BCRA de acumular reservas. El Gobierno dijo que lo iba a realizar cuando el dólar toque el piso de la banda, una posibilidad que parece alejarse según el movimiento de la divisa de esta semana, posterior a la intervención que realizó el BCRA la semana pasada sobre el mercado de futuros con la intención de bajar el precio presente de la divisa.

El economista Juan Manuel Franco, del Grupo SBS, advirtió que la dinámica inflacionaria seguirá atada a la capacidad de acumular reservas que muestre el BCRA y advirtió que la idea de abaratar las importaciones atentan contra ese fin. “Hacia adelante, respecto a la dinámica inflacionaria, los inversores mirarán muy de cerca la dinámica de las cuentas externas y la acumulación de reservas netas genuinas, en especial en el tercer trimestre una vez terminada la cosecha gruesa”, afirmó, mientras que “medidas como reducción de aranceles o impuestos podrían sumar a la desinflación, como las anunciadas esta semana respecto a algunos productos tecnológicos”, pero significarán mayor demanda de divisas.

El BCRA buscará cumplir con el compromiso con el FMI con la acumulación de reservas vía la emisión de deuda, pero el mercado no comparte ese criterio y espera ver las intervenciones en el mercado de cambios.

El Gobierno tiene autorización del FMI para comprar divisas dentro de la banda, pero eso implicaría más emisión monetaria y la intención del equipo de Milei, después del fracaso de la política antiinflacionaria basada en la apreciación cambiaría, es generar una nueva recesión económica y bajar los ingresos reales de la población, con actualizaciones salariales menores a la inflación.

Los últimos informes económicos vienen mostrando indicios de recesión a partir de marzo, generada por la expectativa de una devaluación como parte del acuerdo con el FMI, pero que se profundizaron en abril y mayo.