Mientras el consumo de carne vacuna en Argentina sigue siendo uno de los más bajos de la historia, una nueva modalidad de consumo gana terreno en la provincia de Córdoba: la compra conjunta de media res. Familias y amigos se asocian para adquirir grandes volúmenes de un alimento esencial directamente de frigoríficos o carnicerías, logrando ahorros que alcanzan hasta un 40% en comparación con los precios minoristas.
Los cordobeses sufren las consecuencias del modelo económico que aplica el Gobierno de Javier Milei, que redujo la producción de carne, hizo que se perdieran mercados exportables y disminuyera el consumo interno. La persistencia del dólar aplastado en función del ritmo inflacionario encareció los costos internos y eso limita las chances de volcar carne a los mercados mundiales.
En ese marco, la compra de una media res, que usualmente pesa entre 80 y 100 kilogramos, representa una estrategia efectiva para las familias que buscan mitigar el impacto de la inflación y las políticas económicas libertarias en sus bolsillos. La posibilidad de adquirir una gran cantidad de carne a un costo por kilo considerablemente menor permite stockearse y planificar el consumo a largo plazo. Aunque la modalidad no se encuentra generalizada en todas las carnicerías, los establecimientos que la ofrecen reportan demanda creciente.
Agustín Cargnelutti, carnicero de Jesús María, da fe de esta tendencia que permite ahorrar entre 20% y 40% respecto a la compra tradicional. "Últimamente se está dando de vender muchísima media res entre dos o tres familias, o hasta una sola familia la compra porque rinde muchísimo. Cuando uno tiene un freezer grande, le puede durar dos o tres meses y el precio cambia muchísimo".
Su negocio ofrece un servicio integral: desposte personalizado, envasado al vacío y hasta transporte en vehículos térmicos. "El precio oscila entre $6.900 y $7.100 el kilo. El cliente decide si va en bolsas comunes o envasado al vacío, y si desea cortes específicos", detalló en una entrevista en el programa Última Pregunta de Radio Continental Córdoba.
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En la capital cordobesa, Sergio Machuca, carnicero del Mercado Norte, confirma el incremento de la demanda. "Antes rara vez la gente lo hacía, pero como que ahora muchos preguntan: 'Che, ¿por media res vendés?’”, comentó en declaraciones para Perfil Córdoba y estimó un ahorro de entre 20% y 30% para los compradores bajo esta modalidad.
En tanto, el frigorífico Don Omar de Villa María se posicionó como referente en la provincia, ofreciendo envíos a toda Córdoba con carne envasada al vacío. La empresa, proveedora de restaurantes destacados, facilita la adquisición a través de formularios web y acepta múltiples formas de pago, incluido financiamiento en cuotas sin interés.
El consumo de carne no sale de sus mínimos históricos
Pese a la leve mejora registrada el último semestre que cerró con un consumo de carne promedio de 49 kilos por habitante por año, contra 44 del año pasado, el productor y consultor ganadero Víctor Tonelli explicó que “se sigue lejos de los 82 kilos que se consumían seis décadas atrás”.
En diálogo con Radio Rivadavia, Tonelli destacó que el cambio cultural y el precio empujaron esta transformación: “Hoy se consume más carne en total, pero menos carne vacuna. Entre pollo y cerdo, pasamos de 12 a 65 kilos por habitante por año”. “Eso explica el desplazamiento del vacuno, que además es más caro y menos eficiente de producir”, señaló Tonelli.
Sobre los rumores de que se está vendiendo carne vacuna brasileña en carnicerías argentinas, precisó: “Eso es mentira. No entra un solo kilo de carne con hueso desde Brasil”. Asimismo, aclaró que “lo que sí se importa, históricamente, es la bondiola de cerdo brasileña, debido a su precio más competitivo”.
Consultado sobre las exportaciones, afirmó que la Argentina exporta menos que antes, pero que la recuperación es progresiva: “El problema fue que hasta hace un año y medio estaban casi prohibidas las exportaciones. Ahí sí Paraguay y Brasil aprovecharon para ganar mercado”. Por último, relativizó la supuesta “invasión” de carne extranjera y remarcó: “Aunque se diga que se cuadruplicaron las importaciones de carne vacuna, eso representa apenas el 0,05% del consumo interno. No tiene ningún impacto real”, concluyó.