El Gobierno de Javier Milei oficializó en las últimas horas dos medidas que van en línea con su agenda de ajuste fiscal y desregulación del mercado energético, en medio de la crisis de abastecimiento de gas natural que se extenderá al menos hasta el viernes. El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) aumentó en el recargo que se le cobra a más de la mitad de los usuarios del país para financiar los subsidios que reciben los que viven en “zona fría” y desreguló los precios de la garrafa lo derivará en un incremento.
En el caso del esquema de zona fría, hasta el mes pasado se aplicaba un recargo del 6,2% sobre el componente del precio del gas (Punto de Ingreso al Sistema de Transporte -PIST-) en las facturas finales y desde julio será del 6,4% a partir de la Resolución 444/2025 del Enargas. Fue el tercer incremento del año, ya que el porcentaje había iniciado en 5,44%, saltó al 6% en abril y en junio tuvo la última suba. Aún no se informó en qué porcentaje impactará este recargo sobre las facturas que pagarán los usuarios.
El régimen fue creado para morigerar el impacto de las tarifas en regiones con temperaturas invernales más extremas, y su financiamiento depende en gran parte de un recargo adicional aplicado al resto de los usuarios residenciales del país. El aumento del porcentaje de este recargo busca cubrir el costo creciente de ese beneficio, en un contexto de reducción de los aportes directos del Tesoro. La premisa es que el esquema sea “autosustentable”, lo que implica trasladar mayor parte del costo a los usuarios fuera de las zonas frías.
Las garrafas
En medio de la ola de frío que generó una crisis de abastecimiento, el Gobierno decidió liberar los precios de la garrafa. La medida permite también la libre importación. La Secretaría de Energía acaba de desregular el mercado del gas envasado, lo que implica no sólo que las empresas tendrán menos regulaciones para operar, sino que se liberaron los precios y que el gobierno ya no fijará ni siquiera valores de referencia para la comercialización de las garrafas.
El GLP (gas licuado de petróleo) es un insumo básico para una enorme cantidad de personas, tanto para calefaccionar como para cocinar. Aunque la red de gas natural es extensa en el país, muchas personas no están conectadas por distintas dificultades de acceso, sobre todo los sectores más pobres y muchas localidades y provincias del interior el país. De acuerdo con el Censo Nacional 2022, el 46,3% de la población utiliza garrafas o cilindros de GLP como fuente principal de energía para cocinar y calefaccionarse.
La medida tomada por Eduardo Rodríguez Chirillo implica que ya no habrá “precios máximos de referencia” para las etapas de fraccionamiento, distribución y venta al público de garrafas por lo que los costos podrán trasladarse automáticamente a precios si es que aumentan. Según plantean desde el Gobierno la intención es “estimular la inversión” y “aumentar la competencia”.
Los “precios de referencia” de las garrafas de 10 kg estaban, al momento de la decisión, en $8.500, la de 12 kg a un valor de $10.200 y la de 15 kg a $12.750, incluyendo impuestos. Desde ahora cada empresa y negocio particular tendrá la libertad de proponer un precio.
El decreto dice “queda autorizada la libre importación de GLP sin otro requisito que el cumplimiento de la normativa vigente y sin necesidad de autorización previa. La exportación de GLP será libre una vez garantizado el volumen de abastecimiento interno”.