Por las políticas erráticas de Milei, caen las expectativas de inversión en el agro

La suba de las retenciones a la soja implicará una pérdida para los productores del orden de los 200 millones de dólares, según las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario. 

04 de julio, 2025 | 21.25

Las políticas erráticas de la administración Milei en relación al sector agropecuario empezaron a dejar secuelas entre los productores, sobre todo luego de la suba de las retenciones a la soja. Así lo determinó el último Índice Ag Barometer Austral, en el que también se señalaron las dudas de los chacareros sobre el actual clima de inversiones. De comercializar casi 400.000 toneladas de soja por día, a partir de esta semana el volumen movilizado por el sector apenas superó las 30.000 toneladas diarias, según los datos oficiales publicados en la web SIO Granos.

“Un tema a tener en cuenta es la caída en las expectativas de Inversión, ya que un 63% de los productores piensan que no es un buen momento para invertir, frente a un 59% que pensaban lo mismo en marzo-abril y que está en terrenos negativos desde noviembre de 2024 donde el Índice tuvo un valor de 111, lo que representa una caída total del 32,5% desde el mes de noviembre”, puede leerse en el informe elaborado por la Universidad Austral.

Este Indicador aborda dos aproximaciones vinculadas al humor de los productores agropecuarios que inciden en el coeficiente de confianza para llevar adelante inversiones. Por un lado, para invertir en activos fijos – indicaron desde el Índice Ag Barometer Austral- se necesitaría que la producción fuera lo suficientemente rentable; y en segundo lugar, se evalúa la “estabilidad de las reglas de juego.

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“La baja temporaria y parcial de retenciones han mejorado la rentabilidad en el corto plazo, pero su reimplantación en un contexto de bajos precios internacionales, altas tasas de interés en precios, cierta incertidumbre por la no acumulación de reservas y costos crecientes en dólares son variables que no inciden favorablemente en las decisiones de inversión en activos fijos de alto valor, como por ejemplo las maquinarias”, indicaron desde la Universidad Austral.

La caída de la confianza se dio en 3 de los 4 indicadores que se miden para el corto plazo, entre ellos la situación financiera actual, las decisiones de inversión y la situación del agro para los próximos doce meses, todos con indicadores en rojo.

El humor por el piso

La merma más importante se dio en las expectativas de los productores acerca de la situación del sector agropecuario para los próximos 12 meses, con una baja del 19%. “Este estado de ánimo genera una cierta preocupación, ya que los productores ven una serie de indicadores negativos que afectan su rentabilidad y, por lo tanto, su optimismo”, agregaron desde la Universidad Austral.

Dicha incertidumbre se genera en los vaivenes de los mercados globales con los conflictos bélicos, las erráticas y no predecibles medidas del presidente Donald Trump, la baja en los precios internacionales de cereales y oleaginosas, la persistencia de las retenciones (derechos de exportación para soja y maíz), el deterioro de la infraestructura y los altos costos logísticos, la inflación en dólares de muchos insumos, las alta tasas reales de interés en pesos.

Estos no son datos menores ni para el sector ni para las futuras ambiciones de la administración Milei, que en algunas semanas deberá asistir al predio de la Sociedad Rural Argentina para la inauguración de la exposición agro ganadera anual que organiza dicha patronal.

Si bien existe un acompañamiento ideológico por parte de los productores primarios, el descontento por los resultados económicos de la actual gestión empieza a percibirse en las contabilidades de los productores.

“Ha empeorado el ánimo de los productores para realizar inversiones en activos fijos en el corto plazo. Las Expectativas de inversión en activos fijos están por debajo de 100, donde un 63% de los productores piensan que no es un buen momento para invertir frente a un 37% que tienen un sentimiento positivo. El Índice ha caído un 8,5% con relación a marzo - abril, pero en el año ha sufrido una caía de un 32% si se lo compara con noviembre 2024 (75 vs 111)”, agregaron desde el Índice Ag Barometer Austral.

El trabajo en cuestión también abordó otro elemento que podría caldear la situación del sector, como así también los precios en los mostradores. Esto tiene que ver con el precio de la carne tanto a nivel internacional como fronteras adentro.

Es muy probable que los altos precios y las expectativas de alta rentabilidad puedan dar comienzo a un proceso de retención de vientres e inversión en ganadería para aumentar el stock ganadero actualmente estancado en los 52 millones de cabezas. En consecuencia, el stock per cápita ha caído significativamente junto a los niveles de producción requeridos para atender un importante consumo interno (48 kilos per cápita) y una demanda creciente de exportaciones.

“La suba de los precios internacionales se ha trasladado a la Argentina en los precios de exportación en el año 2025 donde, a pesar de la caída en volúmenes, el aumento de los valores de exportación ha más que compensado la caída de las cantidades exportadas. Esta situación tiene un impacto diferente en los distintos actores de la cadena de la carne vacuna, ya que los productores de todas las categorías gozan de precios históricamente altos en términos reales, pero los frigoríficos exportadores se quejan del posible atraso en el tipo de cambio”, concluyó el informe.

El fin de la baja temporal de las retenciones

De acuerdo al sistema de registración online de las operaciones agropecuarias, el 1º de julio se movieron 60.000 toneladas de soja, cuando una semana atrás el promedio diario era de 400.000 toneladas; al día siguiente, el promedio había descendido a las 30.000 toneladas diarias. El precio pagado también cayó de los 324.000 pesos por tonelada a los 315.000 pesos.

Según los cálculos realizados por la Bolsa de Comercio de Rosario, los productores sojeros dejarán de percibir más de 200 millones de dólares por el alza de los derechos de exportación. Según lo estimado por dicha entidad, la modificación en las alícuotas prevista para julio tendrá un impacto estimado de 227 millones de dólares sobre los ingresos de los productores santafesinos, considerando el volumen pendiente de comercialización de la campaña 2024/2025.

Para el consultor Javier Preciado Patiño, serán cerca de 25.000 pesos menos por tonelada para los productores. En los próximos meses, se apreciará una sequía de divisas por parte de un sector que permanecerá sentado sobre 46 millones de toneladas de soja guardadas en silo bolsas.