El presupuesto elaborado por la administración de Donald Trump y que cuenta con apoyo para su aprobación en el Congreso generará una mayor concentración de riqueza en los hogares de mayores ingresos y la pérdida de protección social en los hogares de menores ingresos, además de provocar una profundización del déficit fiscal que acelerará la inflación y obligará a subir el costo del financiamiento, según una Carta Abierta publicada por seis economistas estadounidenses ganadores del Premio Nobel.
La política de la “motosierra” de Trump es similar a la del gobierno de su aliado argentino Javier Milei: recortes de impuestos que benefician a las empresas y familias de altos ingresos y recorte de gasto público en prestaciones que benefician a los sectores postergados de la sociedad.
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El Presupuesto elaborado por la administración Trump recibió una primera crítica del multimillonario Elon Musk, que apoya los recortes de gasto social pero lo consideró “una abominación repugnante” por el déficit fiscal que generará en la próxima década.
La posición de los economistas es distinta. Daron Acemoglu y Simon Johnson (ganadores junto a James A. Robinson del Premio 2024 "por estudios de cómo se forman las instituciones y cómo afectan la prosperidad"), Peter Diamond (Premio 2010 por sus trabajos sobre estímulos para generar empleo), Oliver Hart (Premio 2016 por sus contribuciones a la teoría del contrato) y los más conocidos Paul Krugman y Joseph Stiglitz, centraron los cuestionamientos en los recortes a dos programas sociales.
Los intereses de la deuda de Estados Unidos se acercaron a sus máximos históricos el año pasado y el proyecto de presupuesto propone recortes de impuestos que “favorecen abrumadoramente a los hogares con mayores ingresos” por 3,8 billones de dólares (llega a 5,3 billones si las disposiciones se hacen permanentes ). La falta de financiamiento del gasto provocará un aumento de la deuda pública de más de 3 billones de dólares en los próximos años (5 billones de dólares durante la próxima década si las disposiciones se hacen permanentes).
Esa combinación, aumento del déficit y de la deuda, “ejercerá una notable presión al alza sobre la inflación y las tasas de interés en los próximos años”.
El proyecto aprobado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos el 22 de mayo pasado y ahora en tratamiento en el Senado tiene “las prioridades invertidas”, consideraron en la Carta Abierta, ya que “aumenta significativamente la deuda y reduce los ingresos del 40% más pobre”. “El daño más grave e inmediato derivado de este proyecto de ley lo sentirían millones de familias estadounidenses que perderían protecciones clave de la red de seguridad social, como Medicaid y las prestaciones del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP)”, señalaron.
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Los recortes tienen clara similitud con los aplicados en Argentina por Milei, quien desfinanció la salud pública y a las obras sociales sindicales, mientras liberó el precio de la medicina privada, y eliminó los programas como la distribución de alimentos a comedores populares destinados a sectores marginados de la sociedad.
“Los recortes a Medicaid constituyen un lamentable retroceso en el compromiso nacional de brindar acceso a la atención médica para todos. Quienes defienden el proyecto de ley de la Cámara de Representantes suelen afirmar que estos recortes a Medicaid se pueden lograr simplemente imponiendo requisitos de declaración de empleo a los adultos sanos en edad laboral. Sin embargo, los adultos sanos en edad laboral, por definición, no son grandes consumidores de gastos de salud, por lo que lograr los recortes presupuestados a Medicaid obviamente también perjudicará a otros”, sostuvo la carta de los Premio Nobel.
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Además de Medicaid, el proyecto de ley también recorta significativamente el SNAP. “Estos drásticos recortes a la red de seguridad social se están implementando para sufragar el asombroso costo de las reducciones de impuestos incluidas en el proyecto de ley, incluyendo el costo oculto de mantener la importante reducción del impuesto sobre la renta corporativa aprobada en la ley tributaria de 2017”, señaló.
“Pero incluso estos drásticos recortes del gasto cubrirán mucho menos de la mitad de las reducciones de impuestos (sin incluir siquiera el costo de mantener las reducciones del impuesto sobre la renta corporativa de la ley de 2017)”, agregó y concluyó: “El proyecto de ley de la Cámara no aborda eficazmente ninguno de los principales desafíos económicos del país y, además, agrava muchos de ellos. El Senado debería negarse a aprobar este proyecto de ley y empezar de cero con el presupuesto.”