El ajuste en subsidios a la energía seguirá siendo una de las piedras angulares del ancla fiscal que plantea el Gobierno en el proyecto de Presupuesto 2026. De acuerdo con el articulado de la ley de leyes, el ajuste en las partidas para el sector energía, combustibles y minería será hasta un 7,4 por ciento menor en términos reales (descontada la inflación prevista para el año próximo). Esto se logrará eliminando jurisdicciones de la denominada "Zona Fría" para el consumo del gas y un aumento de casi 30 puntos porcentuales en costo mayorista del sistema eléctrico que será cargado en la factura que reciban los usuarios, llevando a que la tarifa cubra 80,48 por ciento de ese cargo.
En función de esta línea de política tarifaria, se intuye que se eliminarán en forma completa los subsidios destinados al nivel uno de usuarios de mayor consumo, mientras que se buscará reducir su incidencia en usuarios de ingresos medios para focalizarlos en la población de menores ingresos.
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En lo que respecta a la Función Energía, Combustibles y Minería, el Mensaje del Proyecto de Presupuesto 2026 señala que esta función representa el 4,4 por ciento del gasto de la Administración Nacional, incluyendo las acciones destinadas al abastecimiento energético, la inversión energética y el mejor aprovechamiento de los recursos energéticos y mineros. Asimismo, los recursos previstos para 2026 en esta función del gasto suman 6,45 billones de pesos, lo que representa una caída real del 3,9 por ciento respecto al 2025, según la meta de inflación oficial (10,1 por ciento), pero que se profundiza (-7,4 por ciento) si se considera la proyección de inflación del REM (BCRA). La función Energía, Combustibles y Minería representa el 56 por ciento del total de los servicios económicos.
“Los programas más relevantes en materia presupuestaria son la Formulación y Ejecución de Políticas de Energía Eléctrica, previéndose para 2026 que el 80,48% de los costos mayorista del sistema eléctrico sea cubierto por la tarifa eléctrica que abonan los usuarios, aunque con diferentes tratamientos tarifarios”, señala un análisis del Instituto de Pensamiento y Política Públicas (IPyPP). Este objetivo supone continuar con el esquema de disminución de subsidios destinados a los consumos eléctricos, al tiempo que se focaliza la cobertura en los niveles dos y tres de usuarios bajos y medios, respectivamente.
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Energía eléctrica
En función de esta línea de política tarifaria, se intuye que se eliminarán en forma completa los subsidios destinados al nivel uno de usuarios de mayor consumo, mientras que se buscará reducir la incidencia de los mismos en los usuarios de ingresos medios para focalizarlos en la población de menores ingresos. Según el relevamiento presentado por el Instituto Argentino de la Energía Gral. Enrique Mosconi, en su informe de tendencias de julio de 2025, alrededor del 53 por ciento del denominado costo mayorista del sistema eléctrico es cubierto por la tarifa que abonan los usuarios. En el mismo mes de 2024, el precio promedio pagado por la demanda a través de la tarifa cubrió el 58 por ciento de los costos mayoristas.
Para el año próximo se espera llevar esa cobertura por encima del 80 por ciento, impactando en el costo del servicio. “Ello supondría aumentos importantes distribuidos durante el año para reducir la incidencia de los fondos públicos en el financiamiento de ese costo mayorista, ya que las estimaciones oficiales implican que le porcentaje de cobertura del costo mayorista a cargo de la demanda debería incrementarse en un 27 por ciento adicional para llegar al 80,48 por ciento previsto”, señala el mismo informe.
En el mismo sentido, para el año próximo se prevé que el total de gastos en subsidios energéticos representen el 0,8 por ciento del Producto Bruto Interno, lo que implica continuar en el sendero de la reducción sistemática del gasto público orientado a la cobertura de subsidios energéticos. Entre enero y julio de 2025, el gasto en subsidios a las tarifas de luz y gas disminuyó en más de 2.100 millones respecto al mismo lapso de 2024. En concreto, en los primeros siete meses de 2025, se erogaron un total de 1.842 millones de dólares, mientras que en el mismo lapso de 2024, se gastaron un total de 4.031 millones. Ello implica que los subsidios a la energía se ajustaron un 55 por ciento entre el período enero-julio 2025 comparado con enero-julio 2024.
Gas y Zonas Frías
El programa 73 Formulación y Ejecución de la Política de Hidrocarburos, que incluye la asistencia a la oferta y demanda del mercado de hidrocarburos, es el segundo en nivel de recursos. Es importante señalar que los fondos utilizados para subsidiar los consumos de gas natural en las zonas frías de nuestro país, surgen de este programa. En ese sentido, la aplicación de estándares de ajuste paulatino en las tarifas gasíferas supone reducir de manera drástica los montos destinados a la cobertura del consumo de usuarios en zonas frías del país bajo la Ley N° 27.637. Aquí también deben contemplarse los subsidios otorgados a los usuarios residenciales de gas natural bajo el artículo 75 de la Ley N° 25.565. En efecto, para el año 2026, se proyectan destinar 796.725,7 millones de pesos en concepto de transferencias corrientes, con el objeto de financiar las correspondientes compensaciones tarifarias sobre los consumos de gas natural y gas licuado de petróleo de uso domiciliario.
“Se prevé concentrar la focalización de los subsidios en los niveles 2 y 3 de usuarios de menores y medios consumos, respectivamente. Asimismo, en el documento en el que se detallan los programas y subprogramas por jurisdicciones, en lo atinente a los subsidios a la demanda de hidrocarburos, se estima una meta de cobertura de subsidios orientada a usuarios de gas natural con redes que supone que 1.601.264 usuarios tendrán acceso a este beneficio”, asegura el informe. El universo de usuarios de gas domiciliario llega en total a los 8.500.000. “Ello sería consistente con el enfoque orientado a la máxima reducción posible en el número de usuarios alcanzados por los subsidios”, agreta el documento de IPyPP.
Si se tiene en cuenta la producción gasífera estimada en 2025 rondaría los 56.000 millones de metros cúbicos, ello supondría la aplicación de estímulos a la oferta gasífera sobre menos de un 15% promedio de la producción total. Ello implicaría reducir de manera persistente el nivel de los subsidios a la oferta. “Asimismo, esto podría estar en línea con los requerimientos del Fondo Monetario Internacional, que exige no solo la disminución de los subsidios orientados a la demanda de los energéticos, sino también aquella orientada a la producción. A su vez, en las metas de aumento de producción de gas natural, se señala que el incremento interanual orillaría el 10,75 por ciento”, concluye el informe.
El proyecto de Presupuesto 2026 anticipa además se importará el año próximo un volumen de gas equivalente a un millón de metros cúbicos, conforme la evaluación de su necesidad y autorización previa realizada por la Secretaría de Energía.