China se embarcó el jueves en su primera misión para recoger muestras de un asteroide cercano con el lanzamiento nocturno de su nave espacial Tianwen-2, que convertirá a la potencia espacial en rápido crecimiento en el tercer país en recoger rocas vírgenes de un asteroide.
La misión, de una década de duración, es el último de los recientes esfuerzos espaciales, que implican el aterrizaje de robots en la cara oculta de la Luna, la puesta en órbita de una estación espacial nacional y una fuerte inversión en los planes para enviar seres humanos a la Luna en 2030.
El cohete Long March 3B despegó a las 1:31 de la madrugada hora local (1731 GMT del miércoles) desde el centro de lanzamiento de satélites de Xichang transportando la sonda robótica Tianwen-2.
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Durante el próximo año se acercará al pequeño asteroide 469219 Kamoʻoalewa, cercano a la Tierra, a una distancia de entre 15 y 39 millones de kilómetros.
La agencia oficial de noticias china Xinhua confirmó el lanzamiento de Tianwen-2 y lo calificó de "éxito total".
Tianwen-2 tiene previsto alcanzar el asteroide en julio de 2026 y lanzar una cápsula repleta de rocas de vuelta a la Tierra para un aterrizaje en noviembre de 2027.
A continuación, volará hacia su segundo objetivo, el cometa del cinturón principal 311P PanSTARRS, en un viaje que durará varios años, ya que la distancia más cercana del cometa a la Tierra es de unos 140 millones de kilómetros.
Situado en el cinturón principal de asteroides entre Marte y Júpiter, el cometa 311P PanSTARRS está mucho más cerca del Sol que la región donde se originan los cometas típicos.
Su extraña ubicación hace improbable que tenga el hielo superficial de los cometas típicos que, una vez vaporizado, forma sus características colas.
Tianwen-2 estudiará en profundidad las principales características de Kamoʻoalewa y 311P PanSTARRS, entre ellas posiblemente el material expulsado por este último, según ha dicho un responsable de la Administración Espacial Nacional China (CNSA, por sus siglas en inglés).
Con información de Reuters