Ucrania alcanza Moscú en el mayor ataque con drones contra la capital de Rusia

11 de marzo, 2025 | 04.52

Ucrania lanzó el martes su mayor ataque con drones contra la capital rusa, en el que al menos 91 aviones no tripulados se dirigieron hacia Moscú y mataron al menos a una persona, provocaron incendios, cerraron aeropuertos y obligaron a desviar decenas de vuelos, según informaron las autoridades rusas.

Un total de 337 drones ucranianos se derribaron sobre Rusia, 91 de ellos sobre la región de Moscú y 126 sobre la región de Kursk, donde las fuerzas ucranianas se han estado replegando, según el Ministerio de Defensa.

El ataque masivo con drones al amanecer se produjo justo cuando un equipo de representantes ucranianos se dispone a reunirse con un equipo estadounidense en Arabia Saudí para tratar de sentar las bases de unas posibles conversaciones de paz en esta guerra que ya ha cumplido tres años, y mientras las fuerzas rusas tratan de cercar a miles de soldados ucranianos en la región de Kursk, en el oeste de Rusia.

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Mientras se acercaba la hora punta, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, dijo que las defensas aéreas seguían repeliendo los ataques contra la ciudad, que junto con la región circundante tiene una población de al menos 21 millones de habitantes y es una de las mayores áreas metropolitanas de Europa.

"El ataque más masivo de UAV (vehículos aéreos no tripulados) enemigos contra Moscú ha sido repelido", dijo Sobyanin en un mensaje en Telegram.

El gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobiov, dijo que al menos una persona murió y tres resultaron heridas, y publicó una foto de un apartamento destrozado con las ventanas reventadas.

Vorobiov dijo que algunos residentes se vieron obligados a evacuar un edificio de varios pisos en el distrito de Ramenskoye de la región de Moscú, a unos 50 kilómetros al sureste del Kremlin.

No hubo señales de pánico en Moscú, y los ciudadanos fueron a trabajar con normalidad al centro de la capital.

El organismo ruso de control de la aviación dijo que se habían suspendido los vuelos en los cuatro aeropuertos de Moscú para garantizar la seguridad aérea tras los ataques. Otros dos aeropuertos, en las regiones de Yaroslavl y Nizhni Nóvgorod, ambos al este de Moscú, también fueron cerrados.

Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dice que quiere instaurar la paz en Ucrania, la guerra se está recrudeciendo en el campo de batalla con una gran ofensiva rusa de primavera en Kursk y una serie de ataques ucranianos con drones en el interior de Rusia.

Rusia ha desarrollado un sinnúmero de "paraguas" electrónicos sobre Moscú y sobre instalaciones esenciales, con capas internas avanzadas adicionales sobre edificios estratégicos, y una compleja red de defensas aéreas para derribar los drones antes de que lleguen al Kremlin, en el corazón de la capital.

Kiev, que ha sido objeto de repetidos ataques masivos con drones por parte de las fuerzas rusas, ha intentado devolver el golpe a su vecino oriental, mucho más grande, con repetidos ataques con drones contra refinerías de petróleo, aeródromos e incluso estaciones rusas de radar estratégico de alerta temprana.

GUERRA DE DRONES

El conflicto bélico, el mayor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, ha combinado un choque de desgaste de trincheras y artillería al estilo de la Primera Guerra Mundial con la gran innovación de los drones.

Moscú y Kiev han tratado de comprar y desarrollar nuevos aviones no tripulados, desplegarlos de forma innovadora y buscar nuevas formas de destruirlos, desde el uso de escopetas de agricultores hasta avanzados sistemas de interferencia electrónica.

Ambas partes han convertido drones comerciales baratos en armas mortíferas, al tiempo que aumentaban su propia producción.

Los soldados de ambos bandos han expresado tener un miedo visceral a los aviones no tripulados, y ambos bandos han utilizado en su propaganda vídeos macabros de ataques mortales con drones, en los que se ve a soldados volando por los aires en retretes o huyendo de vehículos en llamas.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, que ha tratado de aislar a Moscú de los rigores de la guerra, ha calificado de "terrorismo" los ataques ucranianos con drones contra infraestructuras civiles, como centrales nucleares, y ha prometido una respuesta.

Moscú, la ciudad más rica de Rusia con diferencia, ha experimentado un auge durante la guerra, impulsado por el mayor gasto en defensa desde la Guerra Fría.

Con información de Reuters