El juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes calificó este martes al expresidente Jair Bolsonaro de "líder de una organización criminal" durante su votación en el juicio en el que el exmandatario y otros siete acusados enfrentan cargos por intento de golpe de Estado en Brasil.
En su voto sobre el fondo de la acusación hecha por la fiscalía, Moraes dijo que no había duda de que hubo un intento de golpe de Estado en Brasil, señalando que la acción penal en juicio discute la autoría del intento.
Moraes, relator del caso, dijo que hubo una acción para restringir la actuación del Poder Judicial para que el grupo político del expresidente se perpetuara en el poder.
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Antes de comenzar a leer su voto, Moraes rechazó todas las cuestiones preliminares presentadas por las defensas de los acusados, en general puntos formales de la acción penal que eventualmente podrían llevar a la nulidad del proceso.
Al inicio del voto de Moraes, el juez Luiz Fux, que será el tercero de los cinco magistrados de la Primera Sala en votar, dijo que retomaría algunas cuestiones preliminares en su voto, señalando que debe diferir del ponente en algunos de estos puntos.
Se espera que el voto del ponente sea largo, luego de lo cual intervendrán los otros cuatro magistrados.
El expresidente está acusado formalmente de cinco delitos: tentativa de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho; tentativa de golpe de Estado; participación en organización criminal armada; daños agravados; y daños al patrimonio protegido.
Si es condenado, Bolsonaro podría enfrentarse a hasta 43 años de prisión, si se tienen en cuenta los agravantes de los delitos.
La principal acusación, según la PGR, es que Bolsonaro actuó para impedir la investidura del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva en 2022, discutiendo acciones golpistas con la cúpula militar para mantenerse en el poder.
El plan no prosperó por falta de apoyos, pero aun así hubo un intento de derrocar a Lula el 8 de enero de 2023, cuando los partidarios de Bolsonaro invadieron y depredaron la sede de los Tres Poderes, según la denuncia.
Las investigaciones llegaron a señalar un complot para asesinar a Lula, a su vicepresidente, Geraldo Alckmin, y al ministro del STF Alexandre de Moraes, que en la época era el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), según la acusación presentada por la PGR.
Bolsonaro niega todas las acusaciones. Afirma que, aunque mantuvo conversaciones sobre la posibilidad de declarar el estado de sitio, nunca dio ninguna orden en ese sentido y que estaba en Estados Unidos cuando ocurrieron los actos del 8 de enero.
El juicio comenzó la semana pasada y debe de concluir esta semana. Bolsonaro está bajo arresto domiciliario desde principios de agosto, después de que incumplió las medidas cautelares que le impuso Moraes en otra pesquisa.
(Contribución de Eduardo Simões en São Paulo; Edición en español de Javier López de Lérida)