La Comisión Europea está dispuesta a proponer el martes la prohibición de las importaciones de gas y gas natural licuado (GNL) rusos a la Unión Europea para finales de 2027 utilizando medidas legales para garantizar que el plan no pueda ser bloqueado por Hungría y Eslovaquia, miembros de la UE.
Las propuestas establecerán la forma en que la Unión Europea planea convertir en ley su promesa de poner fin a décadas de relaciones energéticas con Rusia, antiguo principal proveedor de gas de Europa, hecha tras la invasión a gran escala de Ucrania por Moscú en 2022.
Un resumen interno de la Comisión sobre la próxima propuesta, al que tuvo acceso Reuters, dice que fijará por ley la prohibición de importar gas ruso por gasoducto y GNL a partir del 1 de enero de 2026, con plazos más largos para determinados contratos.
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Los contratos de gas ruso a corto plazo firmados antes del 17 de junio de 2025 tendrían un periodo de transición de un año, hasta el 17 de junio de 2026, según la propuesta.
A partir del 1 de enero de 2028 quedarán prohibidas las importaciones en virtud de los contratos rusos a largo plazo existentes, lo que pondrá fin al uso de gas ruso por parte de la UE en esa fecha, según el resumen.
Empresas como TotalEnergies y la española Naturgy tienen contratos de GNL ruso hasta la década de 2030.
También se prohibiría gradualmente que las terminales de GNL de la UE prestaran servicios a clientes rusos, y las empresas importadoras de gas ruso tendrían que revelar información sobre sus contratos a las autoridades nacionales y de la UE, según informó Reuters anteriormente.
Los planes aún podrían cambiar antes de su publicación.
El comisario de Energía de la UE, Dan Jorgensen, dijo el lunes que las medidas estaban diseñadas para ser jurídicamente lo suficientemente fuertes como para que las empresas puedan invocar la cláusula contractual de "fuerza mayor" —un acontecimiento imprevisible— para romper sus contratos de gas ruso.
"Como se trata de una prohibición, las empresas no tendrán problemas legales. Se trata de fuerza mayor, como si hubiera sido una sanción", dijo Jorgensen a la prensa.
Eslovaquia y Hungría, que han intentado mantener estrechos lazos políticos con Rusia, siguen importando gas ruso por gasoducto y afirman que el cambio a otras alternativas aumentaría los precios de la energía. Han prometido bloquear las sanciones a la energía rusa, que requieren la aprobación unánime de todos los países de la UE, y se han opuesto a la prohibición.
Para evitarlo, las propuestas de la Comisión utilizarán una base jurídica de la UE que pueda aprobarse con el apoyo de una mayoría reforzada de países y una mayoría del Parlamento Europeo, dijeron responsables de la UE.
Alrededor del 19% del gas europeo sigue procediendo de Rusia, a través del gasoducto TurkStream y los envíos de GNL, frente al 45% que representaba antes de 2022. Bélgica, Francia, Países Bajos y España son algunos de los países que importan GNL ruso.
Con información de Reuters
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