El purismo de Karina Milei, en jaque: aliados le piden abrir a acuerdos para armar listas

La derrota en Santa Fe despertó cuestionamientos a la estrategia electoral de la hermana del Presidente y dueña de la lapicera en La Libertad Avanza. Patricia Bullrich evitó un papelón mayor de un Gobierno que se concentra en la pelea nacional para mantener “los 87 héroes” en el Congreso.

18 de abril, 2025 | 21.43

Javier y Karina Milei no creen en un gobierno de coalición. No creen en el formato que eligieron Cristina Kirchner y Mauricio Macri ya que fracasaron. Los ingresos de dirigentes de la UCR y el PRO al Gabinete fueron acuerdos personales y no de estructuras. Ese sistema de “uno a uno”, que es ejecutado por la hermana del Presidente, se implementa también en el armado de listas para estas elecciones legislativas. Con el agregado de que la negociación en las provincias es con el referente del distrito y no se cierra en Casa Rosada. Esa idea purista empieza a recibir críticas internas tanto en las propias filas de La Libertad Avanza (LLA) como de parte de los aliados “radicales con peluca” y bullrichistas, que piden mayor apertura y advierten que con el sello solo “no alcanza”.

Cuando Patricia Bullrich, Luis Petri, Federico Sturzenegger y Luis Caputo, por nombrar algunos casos, fueron convocados para asumir al frente de sus respectivos ministerios, las invitaciones fueron charladas con ellos mismos y no en el marco de una transacción con un referente político. Por eso, la propuesta de Macri de nutrir con cuadros de su partido al Gobierno nunca fue aceptada por el “triángulo de hierro” que se completa con Santiago Caputo. “Nadie llega al Gabinete en representación de alguien porque no negocian así los Milei”, describe una fuente del macrismo que tiene buen diálogo con los hermanos.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

La premisa que sostienen en Casa Rosada es que el sello de La Libertad Avanza es sólido y por eso no se arriesgan a cerrar acuerdos con dirigentes que después no se alineen con el proyecto libertario y termine sucediendo lo que le pasó al bloque oficialista tanto en Diputados como en el Senado. Sin embargo, en pleno clima electoral y con listas que se están negociando por estos días, el esquema del “uno a uno” recibió un golpe en Santa Fe.

El domingo pasado, el candidato libertario Nicolás Mayoraz quedó tercero con 14 puntos. Se trata de una provincia cruzada por una dura interna libertaria que tiene enfrentadas a las diputadas Rocío Bonacci y Romina Diez, referente de Karina. A su vez, el asesor Caputo quería que Amalia Granata jugara en las filas libertarias. La ex mediática quedó cuarta con poco más de 12 puntos y si bien la suma de dirigentes no garantiza acumulación de votos, si hubiese habido unidad era de esperar un segundo lugar detrás del victorioso Maximiliano Pullaro.

Sin embargo, hubo triunfos libertarios aunque llegaron al partido de la mano de Patricia Bullrich. Se trata de Juan Pedro Aleart, el periodista que ganó en Rosario y que fue felicitado no solo por la ministra sino también por el Presidente, quien intentó matizar el traspié provincial al afirmar que se trata de una estructura con apenas cinco meses. El bullrichismo también aportó la victoria de Javier Meyer en el departamento de Belgrano.

En el bullrichismo no hablan de dirigentes propios ya que, desde la asunción de Milei, en muchos distritos y provincias quienes responden a la ministra ya están pintados de violeta y no hay negociaciones por un número determinado de dirigentes en las listas. Entienden, cerca de Bullrich, que “ese diseño tradicional de un combo de lugares no va más”. Con Karina no sirve que alguien se siente a negociar en nombre de otro ya que su objetivo es conformar una tropa propia. Es “uno a uno” y los referentes libertarios de cada distrito tienen la potestad de cerrar la lista local casi sin interferencia de Casa Rosada.

Pilar Ramírez (CABA), Sebastián Pareja (Buenos Aires) Romina Diez (Santa Fe), Lorena Villaverde (Río Negro), Nadia Márquez (Neuquén) y Adrián Núñez (Misiones) son dirigentes que se ganaron la confianza de la Secretaria General de la Presidencia. De hecho, pese a que en las fotos con Cristian Ritondo y Diego Santilli se ve a toda la cúpula principal del Gobierno, la negociación es directa con Pareja. Y el diálogo es con esos diputados, quienes están sentados en esa mesa “en representación de ellos y no de Macri”, afirman en el Gobierno. “Lo que se les dice es ‘vení vos, no en nombre de un grupo’”, aclaran en referencia al PRO.

Ese purismo que quiere Karina para evitar rupturas a futuro, entra en crisis. La derrota en Santa Fe generó murmullos internos en un Gobierno que espera derrotas en elecciones locales, especialmente en aquellas donde los partidos provinciales son más fuertes. De todos modos estas últimas, como puede ser el caso de Salta y Misiones, no preocupan en Casa Rosada porque sus gobernadores se mantuvieron cercanos en este tiempo y acompañaron en el Congreso.

Quienes objetan la idea de que con la marca sola alcanza, sostienen que el sello de La Libertad Avanza (LLA) es exitoso, pero con Milei en la lista. “La marca mide y mide bien, pero no alcanza”, advierte un diputado del PRO cercano al oficialismo y con acceso a Casa Rosada. Este mismo dirigente cree que ese plus que se lo da una figura de relevancia, como puede ser Manuel Adorni en la Ciudad de Buenos Aires, lo debe implementar en otros distritos. “En la provincia de Buenos Aires, necesitás un Espert-Santilli. Espero que se den cuenta de eso y lo entiendan porque no alcanza con un pirulito”, alarman. “Son desconfiados, pero tienen que abrir”, reclaman.

La mirada de “El Jefe” estará puesta en las nacionales, para buscar consolidar “los 87 héroes” que le permitan conseguir el tercio de votos con el objetivo de rechazar iniciativas de la oposición más dura como frenos a vetos o los DNU de Milei, o también algún intento de juicio político como especulan en el bullrichismo que quiere impulsar Unión por la Patria (UxP) con el caso $LIBRA.

Esa apertura podría ser con Santilli y Ritondo en provincia de Buenos Aires. El primero hace tiempo da muestras de querer una unidad entre amarillos y violetas. El segundo, presidente del bloque de diputados del PRO, viene de dejar un mensaje que puede ser leído como una advertencia tanto para los Milei como para el propio Macri. “El populismo no termina en la General Paz”, afirmó y compartió una foto junto a otros 11 dirigentes como para mostrar músculo interno en el PRO, pero también dando a entender que de irse a las filas libertarias no será solo.

Quizás esa sea una de las razones que haya frenado la negociación del armado bonaerense, aunque lo cierto pasa porque las PASO van camino a suspenderse y eso abre más tiempo de diálogo. También será clave el resultado de la elección porteña, en la que por primera vez la noticia no será quién salió primero -posiblemente Leandro Santoro- sino quién resultó vencedor de la interna a cielo abierto entre el PRO y La Libertad Avanza para definir los términos y condiciones de la elección nacional.