Entre quienes no tienen ganas de ir a votar el domingo, los que todavía no tienen resuelto su voto y quienes planean hacerlo en blanco podrían podrían modificar el resultado de las elecciones del domingo en la provincia de Buenos Aires. Dos trabajos de la consultora Proyección difundidos a última hora de este jueves -poco antes del inicio de la veda- dieron a conocer, por un lado, que se mantiene la paridad de intención de voto en el total provincial, con una leve ventaja para Fuerza Patria sobre La Libertad Avanza. Por el otro, el desencanto de buena parte de los electores con la política. De acuerdo a ese trabajo cualitativo surge que si bien todos aseguraron que finalmente irán a votar el domingo, prevalece una actitud defensiva ante la idea de que sufrirán una nueva decepción. "No es apatía, sino defensa frente al desengaño esperado", fue la conclusión.
La consultora Proyección, que dirigen Manuel Zunino y Santiago Giorgetta, realizó sondeos regularmente a lo largo de la campaña y concluyó este jueves con una última medición previa a los comicios. Les dio a Fuerza Patria ganando en la Segunda, Tercera y Octava Sección y a La Libertad Avanza arriba en la Primera, Cuarta, Quinta, Sexta y Séptima secciones. En algunos casos por diferencias muy estrechas, casi empates. En el caso de la Primera sección, el candidato de LLA, Diego Valenzuela, quedó apenas un punto por arriba de Gabriel Katopodis, el postulante a senador de FP. En cambio, en la Tercera, la vicegobernadora Verónica Magario le sacó casi 15 puntos de diferencia al ex comisario Maximiliano Bondarenko, quien encabeza la lista violeta. En la Cuarta sección, hubo un casi triple empate entre los candidatos de LLA, FP y Somos Buenos Aires.
Entre las sumas y restas, en el total provincia Fuerza Patria quedó con 38,6% y La Libertad Avanza con 36,1%, dos puntos y medio de diferencia. No registraron un nivel alto de indecisos -3,6%- pero si se les suma quienes respondieron que votarán en blanco o impugnarán alcanzan un total de 8%, a quienes se les puede agregar los que no piensan ir a votar. El nivel de ausentismo en las elecciones provinciales de este año fue muy alto aunque en estas últimas semanas, virtud de la fuerte polarización, se percibe un mayor interés. En las elecciones correntinas del domingo pasado votó poco más del 72% del padrón, casi en los promedios históricos. Sin embargo, al ser la primera elección desdoblada en la provincia de Buenos Aires -por lo que no todos saben qué se vota, ni candidatos muy conocidos-, sumado al escándalo de las coimas en discapacidad, que puede afectar al sector del electorado que confió en Javier Milei, generan dudas respecto a cuál será el nivel de participación final. El padrón bonaerense alcanza los 14.370.000 electores y representa el 37% del padrón nacional.
De ahí la importancia del trabajo cualitativo de la consultora Proyección para indagar los motivos de los bonaerenses aún indecisos pese a la inminencia del comicio. Para empezar, la preocupación transversal que cruzó a todos ellos tiene que ver con la situación económica, más allá de que los menores de 35 años mostraron un poco más de esperanza. Dijeron estar agotados y estresados por la incertidumbre económica, con mayoría de incrédulos de las estadísticas oficiales que hablan de una inflación mínima y de millones saliendo de la pobreza. Entre los que habitan en el Conurbano, la inseguridad y el acceso a la vivienda -un ítem recurrente fue el costo de los alquileres- fueron otras preocupaciones importantes.
Una arenga constante de los últimos días, tanto de parte del presidente Milei como del gobernador Axel Kicillof y, sobre el final, también de la ex presidenta Cristina Kirchner, fue sobre la necesidad de ir a votar. Milei para que "el kirchnerismo no vuelva nunca más", Kicillof para "ponerle un freno a Milei". Esos pedidos caen sobre un elector que, según el trabajo de Proyección, se encuentra desgastado mental y físicamente. "Las preocupaciones económicas y laborales se traducen en cansancio, estrés y síntomas de salud mental", explicaron. En ese panorama, la relación con la política aparece como un vínculo dañado y contradictorio, cargado de desconfianza, decepción y frustración. La corrupción es el elemento que unifica el rechazo y la distancia. La bronca se notó especialmente entre los que viven en el GBA. En cambio, los votantes del interior bonaerense mostraron mayor empatía hacia los dirigentes locales.
"No hay apatía, sino saturación: experiencias pasadas frustradas llevan a postergar la decisión", explicaron en el informe. Les cuesta encontrar dirigentes u opciones políticas en las que depositar su confianza. Los que viven en el interior piensan en una opción moderada que parezca "sensatas" mientras los que viven en el Conurbano tuvieron respuestas más radicalizadas: en blanco, a la izquierda, rechazo absoluto. Hay más claridad en cuanto a quienes seguro no van a votar que a quienes podrían elegir. Obviamente, el escándalo de los audios de las coimas en la Andis impactó entre los adherentes de Milei.
El sentimiento de "otra vez lo mismo" desencantó a quienes confiaron en el discurso anticasta del Presidente. Pero la intensidad del impacto dependió mucho de si tenían un familiar o un conocido discapacitado que entre quienes miran la situación de lejos. Con todo, en ambos casos lo diferenciaron del caso $LIBRA que lo evaluaron como un hecho que afectó sólo a ricos. Este, en cambio, perjudicó a gente que necesitaba esos recursos que fueron desviados. Por eso, el pesimismo de un sector de indecisos que ahora no tienen a nadie en quien confiar.
Consultados sobre el kirchnerismo, los indecisos mostraron posiciones ambivalentes. Por un lado, valoraron logros concretos como el aumento a las jubilaciones, los planes sociales, programas educativos y el Procrear. Por el otro, la corrupción se asocia inmediatamente con muchos de sus referentes, especialmente con Cristina, y eso termina relativizando cualquier beneficio. La edad influye. Los mayores mostraro nostalgia de la estabilidad material de aquella época, pero los más jóvenes consideraron la corrupción como una marca indeleble del kirchnerismo, por lo que cualquier logro quedaba eclipsado. Respecto a La Libertad Avanza, la mayoría de los participantes del estudio cualitativo lo asociaron con cambio, ruptura y confrontación, pero también con improvisación e insensibilidad social. Milei genera atracción por lo disruptivo y rechazo por su falta de empatía.
En definitiva, entre el grupo de indecisos que puede llegar a inclinar la balanza del comicio de este domingo existe un sentimiento de mínima esperanza, una expectativa de mejora económica y social, que se mezcla con la desconfianza hacia la gestión y a la política en general. Van a ir a votar, aseguraron, pero más por deber cívico que por convicción.