La sangría de reservas en el Banco Central y la volatilidad financiera que desnuda la falta de confianza de los mercados en el plan económico tienen acorralado al gobierno de Javier Milei en la recta final de la negociación con el Fondo Monetario Internacional, cuando están discutiendo los puntos más sensibles del futuro acuerdo: cuánto dinero prestarán, en cuántos tramos, con qué tipo de disponibilidad y, lo que menos se menciona, a cambio de qué condiciones. En este contexto de tensión diaria, el Ejecutivo libertario salió a jugar fuerte con sus aliados en Estados Unidos y apuesta con que una presión contundente desde Washington pueda destrabar la negociación a su favor.
La reunión entre el canciller Gerardo Werthein y su par estadounidense, el secretario de Estado, Marco Rubio, cayó en el momento justo ya que tanto la Rosada como el propio Fondo coincidieron en que el acuerdo debería estar sellado antes del 21 de abril, cuando comienza la reunión de primavera del Fondo y del Banco Mundial en Washington.
La Cancillería argentina había anunciado la semana pasada que se iban a reunir en Washington. Oficialmente, el encuentro buscó "fortalecer la cooperación en sectores claves", discutir la cooperación bilateral y las situaciones políticas en Cuba, Nicaragua y Venezuela, según el comunicado de la vocera del Departamento de Estado, Tammy Bruce. Desde la Cancillería argentina, comentaron que "Rubio destacó la asociación estratégica con la Argentina y valoró especialmente la cooperación en áreas económicas clave".
Sin embargo, en un dia en que gran parte de la primera línea del Ministerio de Economía desfiló por la Casa Rosada como muestra de la centralidad de la crisis económica actual, es difícil creer que la negociación con el Fondo y la necesidad urgente de dólares frescos del Estado argentino no hayan sido parte de la conversación en la cartera estadounidense.
Prueba de ello es que otra aliada del gobierno de Milei en Estados Unidos salió en paralelo a presionar públicamente al Gobierno de Trump, incluso con un pedido aún más grande que el que había anunciado el propio ministro Luis Caputo el domingo pasado, en su última entrevista televisiva. La congresista republicana y abierta aliada de Donald Trump, María Elvira Salazar, envió una carta al secretario del Tesoro, Scott Bessent, para exigir que apoye al gobierno de Milei, "uno de los aliados más importantes de Estados Unidos en el Hemisferio Occidental". La legisladora fue más lejos que Caputo y en vez de plantear un primer desembolso del 40% sobre un potencial acuerdo de 20.000 millones de dólares -es decir, 8.000 millones-, pidió que sea del 75%: 15.000 millones de dólares.
Sostener al nuevo mejor alumno de una región sin muchos aliados
La congresista, que representa al sector trumpista de la comunidad cubana del estado de Florida, donde Trump vive gran parte del año, argumentó ante el Fondo que Argentina vive "un punto de inflexión". "Argentina necesita desesperadamente la aprobación de un paquete agresivo fiscal del Fondo Monetario Internacional (FMI) que los ayude a superar este momento difícil", aseguró en su carta pública y luego agregó, planteando su pedido en un contexto regional, en donde Washington enfrenta varios gobiernos contestatarios o, directamente, rivales: "Argentina necesita ser un ejemplo de que la libertad es el camino a seguir".
Para concluir, la aliada de Milei destacó que "Argentina puede ser un milagro económico y un ejemplo para el resto del mundo, si solo lo ayudamos a superar esta etapa crítica", sostuvo la dirigenta republicana y continuó: "No hay duda de que el retorno sobre la inversión será enorme para el mundo libre". Con ese argumento, pidió que el gobierno de Trump "use su voz e influencia en el FMI para garantizar un acuerdo" y que el primer desembolso sea de casi el doble de lo que había pedido Caputo: 75% de los potenciales 20.000 millones de dólares.
La carta de apoyo fue rápidamente levantada en redes por el propio Caputo, quien no escondió su alegría. "¡Gracias María Elvira por tu continuo apoyo! ", tuiteó en inglés el ministro argentino, junto con las banderas de los dos países.