Con diferencias sobre el gobierno de Milei, los gobernadores reclamaron por sus fondos

Seis gobernadores de diferentes fuerzas políticas se reunieron este martes en Entre Ríos convocados por el CFI para discutir sobre el desarrollo productivo federal. Kicillof planteó sus críticas al modelo aperturista de Milei en un mundo que cambió de paradigma a partir de la llegada de Trump a la Casa Blanca. Frigerio lo dijo que quienes pasaron por la función pública -ambos lo hicieron- debían tener humildad al opinar. 

07 de mayo, 2025 | 00.05

Seis gobernadores de diferentes extracciones políticas coincidieron en una jornada de debate en Paraná, Entre Ríos, en que no están dispuestos a ceder más recursos a la Nación y que cualquier reforma tributaria tiene que contemplar las necesidades de las provincias. Otra posición común fue que la Nación debe repartir lo recaudado por impuestos con asignaciones específicas que sigue cobrando pero que no realiza, como el de los combustibles para obras viales. También hubo diferencias como las que mostraron Axel Kicillof y Rogelio Frigerio respecto a la apertura de la economía y el rol del Estado, aunque en un marco de respeto. Incluso se mostraron compartiendo un mate. "Vamos a seguir trabajando junto a las provincias para construir el país que necesitamos y el futuro que las y los argentinos merecen", dijo el gobernador bonaerense. 

El encuentro fue organizado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para analizar propuestas para el desarrollo federal. Frigerio fue el anfitrión y cursó las invitaciones a los 23 gobernadores de todo el país. Quienes aceptaron el convite fueron Axel Kicillof (Buenos Aires), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Raúl Jalil (Catamarca). Si bien no fue lo numerosa que podría haber sido, hubo amplitud de representación: dos gobernadores del PRO -Frigerio y Torres-, un radical -Pullaro-, dos peronistas opositores -Kicillof y Ziliotto- y un peronista cercano al oficialismo -Jalil-. También una preocupación común que es cómo llevar adelante un modelo de desarrollo en un contexto de escasos recursos y contadas inversiones.

Kicillof planteó un "cambio de paradigma" en el mundo a partir de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y su imposición de aranceles al ingreso de productos. “La Argentina necesita una discusión de fondo federal que abarque sector público y privado acerca de la orientación que debe tomar el desarrollo y la estructura productiva argentina en una coyuntura tan incierta y novedosa”, consideró. Advirtió que el único país que parece no haberse dado cuenta de este cambio de paradigma mundial es Argentina de la mano de Javier Milei. "No hay líderes que no tengan como objetivo hoy defender su producción nacional”, subrayó. Antes de plantearlo se permitió ironizar acerca de que se había comprometido a no ser demasiado polémico en sus consideraciones.

El gobernador bonaerense hizo un repaso de los efectos letales de las políticas aplicadas en estos últimos tiempos, con un saldo -detalló- de 13 mil industrias cerradas y 440 mil puestos de trabajo menos. "Hay una luz roja por el daño por la política de no cuidado de la producción, el trabajo y las empresas”, señaló. “Los consensos no son universales, hay dilemas que deberíamos volver a revisar", propuso. Consideró que la respuesta debía ser federal y que "cualquier otra búsqueda será un fracaso y no una solución”.

Kicillof mantiene un vínculo fluido con el resto de los gobernadores aunque tengan posiciones muy diferentes respecto al gobierno de Milei. Las visitas que hizo en su momento a Pullaro y a Torres para entregarles patrulleros y ambulancias mostró la intención de reconciliar al peronismo/kirchnerismo con provincias que hoy le dan la espalda. También tuvo que ver con eso la aceptación a la invitación cursada por Frigerio, quien luego se permitió cruzarlo durante su mensaje en el Centro de Convenciones de Paraná. Tanto Kicillof como Frigerio tienen su mirada puesta en las elecciones de 2027, pero en trincheras enfrentadas. 

"Tenemos que ser muy humildes, sobre todo aquellos que, como yo, hemos tenido altas responsabilidades en distintas oportunidades. El nivel de complejidad de los problemas de la Argentina debe evitar creernos que tenemos la precisa, que podemos señalar con el dedo lo que está bien y mal. Lo hemos comprobado cuando nos ha tocado el deber de gobernar, es muy difícil”, consideró el anfitrión. La referencia respecto a quienes habían pasado por la función pública, obviamente, también le cabía a Kicillof, destinatario de su mensaje. A diferencia del gobernador bonaerense, ubicó a Argentina como uno de los países más cerrados del mundo y de escaso comercio exterior. 

Si bien Frigerio también planteó un modelo de desarrollo productivo con visión federal, destacó la importancia de "las ideas de la libertad" y habló de un Estado con rol de "aliado incondicional" del sector privado para generar empleos de calidad. El entrerriano criticó al Ejecutivo por la falta de convocatoria a discutir políticas para las provincias. "Si la Nación no convoca, tenemos que hacerlo nosotros. Dejemos de pelearnos y pongámonos de acuerdo en una política tributaria que incentive la producción", reclamó. 

Desde sus diferentes visiones, los gobernadores dejaron constancia de la necesidad de "hoja de ruta federal" para el desarrollo, algo que no existe en el lenguaje del gobierno de Milei que únicamente plantea recortes y eliminación de impuestos sin ton ni son. "Hay que asociar el equilibrio fiscal al desarrollo productivo. Argentina no va a salir adelante con criptomonedas o sacando la plata a paraísos fiscales", avisó Pullaro. Coincidió con Nacho Torres en cuanto a "¿cómo vamos a exportar más si los puertos se caen a pedazos, si las rutas son un drama?" y que, a veces, desde el gobierno central se veía al interior como "un botín que aporta recursos que nunca vuelven". Se trata de gobernadores que apoyaron muchas de las iniciativas del Ejecutivo y que ahora ven que las cosas no marchan como habían imaginado.